NO ES INTOCABLE
Mi columna Hoja de Tiempo, publicada el 28.11.2015
El Congreso representa, legisla y fiscaliza pero ésta
última función es cada vez más riesgosa. La Comisión de Fiscalización que
preside Gustavo Rondón pisa demasiados callos. Con tono profesional y tranquilidad
desusada entre los congresistas el galeno ha dispuesto acciones que afectan a la
pareja de Palacio. Por ejemplo solicitar el levantamiento bancario y tributario
de la presidenta del Partido Nacionalista o investigar la misteriosa muerte de
Emerson Fasabi, o buscar y rebuscar demasiado sobre el contenido de las cuatro
agendas. Sus acciones alcanzan al círculo cercano de Nadine Heredia, a su madre
Antonia Alarcón, a su amiga Rocío Calderón, a su hermano Ilán Heredia, etc.
Por ello las reacciones vienen rápidamente contra Rondón por
haber anunciado que la Comisión ahora sí podrá saber “de dónde vino y a dónde
fue a parar el dinero”. Hay demasiado en juego para dejarlo avanzar, el lavado
de activos no es un delito menor y genera prisión preventiva. La bancada de Gana
Perú ya anunció la censura a Rondón para que sea retirado de tan incómoda
presidencia presuntamente por haber divulgado a los medios las
pesquisas antes de presentarlas a la Comisión. Y por un supuesto acoso
político. Los oficialistas no permitirán, afirman, que se siga pisoteando los
derechos fundamentales de la primera dama. Hasta la siempre serena Ana Jara lo ha
acusado de adelantar opinión y revelar pruebas.
Para coronar el
pastel el mismo Ollanta Humala no ha vacilado en pintar a su esposa como
víctima de violencia política por un sector de la prensa y en asimilar su caso
a la violencia de género. Podría aparecer jocoso sino se tratara del mandatario
de todos los peruanos que identifica a su
esposa con el género femenino. Heredia es la más alta dirigente del partido de
gobierno con todos los recursos –y el aparato del Estado- para defenderse sola,
al nivel de su responsabilidad. No es una frágil dama victimizada.
Nadie hubiera querido que fuera así pero es. No proceden ni
blindaje parlamentario ni permisividad. Sobre Heredia pesa una gran mentira sobre
el origen y uso de dineros no declarados. Y toda maniobra para protegerla agrava
su caso. No es ni puede ser intocable y el Congreso lo sabe bien.