LA INDUSTRIA
DE LA CONCIENCIA
En Político.pe el 12 de agosto 2017
La Industria de la Conciencia es un hermoso y
sugestivo título que he usado para mi más reciente libro que presentamos el 3
de agosto en la FIL. No me pertenece, lo he tomado de la Escuela de Frankfurt
de Teodoro Adorno. Con el subtítulo que si es propio, pretendo aclarar el
sentido: El poder de la sociedad y los medios.
Debo agradecer los inteligentes y apropiados comentarios
de Francisco Miró Quesada Rada, Juan Velit Granda y Hugo Neira que permitieron
precisar el mensaje de este volumen publicado por el Fondo Editorial del
Congreso con el que completa una trilogía de libros que he venido entregando
desde el año 2012 sobre la relación entre medios de comunicación y poder
político. Un tema del que poco se habla y menos se escribe.
Tan importante como oxigenar el análisis y refrescar
el debate académico y político es encontrar un núcleo humano que apoye y
difunda temas que se discuten profusamente en otros países y no tanto en el
nuestro. Por ello debo resaltar y por supuesto agradecer a quienes escribieron
los dos Prólogos. Ambos verdaderas grandes autoridades del tema Comunicación y
Política, el argentino Martín Becerra, joven e ilustrado especialista en
América Latina, y el español Ramón Reig brillante expositor y escritor
reconocido en iberolatinoamerica. Ambos son prolíficos autores que difunden y
explican con inmenso conocimiento este abordaje conceptual.
Y por supuesto agradecer al Fondo Editorial
del Congreso con su excelente equipo humano y profesional dirigido por Ricardo
Vásquez Kunze, no por casualidad nuestro director en este exitoso Portal
digital.
La trilogía la inicié en el año 2012 con DIOSES, DIABLOS Y FIERAS, periodistas en el
siglo XXI que presentó la evolución del poder mediático en nuestra época.
Continuamos el 2015 con EL PODER Y LAS
SOMBRAS, Hacia el equilibrio político mediático, que analizó la
polarización entre gobiernos y grupos de medios de comunicación por la búsqueda
de la hegemonía política. Y la reciente entrega, La Industria de la Conciencia
que aborda la necesidad de una tercería ciudadana que refleje el protagonismo
de la sociedad, en el ámbito mediático teniendo en cuenta su calidad de titular
del derecho a la información.
Comunicación y política son dos ejes relacionados
con nuestras vidas cotidianas. Y con la mejor información que podamos tener
para ejercer nuestros derechos dentro de una democracia cabal. Por eso estos
libros están dedicados a los docentes y estudiantes de las escuelas de
comunicación y de ciencia política y por supuesto a los políticos y a los
periodistas que reflexionamos sobre el poder en democracia.
La industria de la conciencia alude al poder social
generado con el surgimiento de los llamados nuevos medios de comunicación,
diferenciados de los medios tradicionales, que internet hace posibles. No por
casualidad estamos en el espacio de uno de ellos, Político.pe. La premisa es
que los medios de comunicación son esenciales y la sociedad no puede dejar de
participar en la producción y difusión de los contenidos que son claves para avanzar en el progreso social.
Influir en la
Industria de la conciencia representada por el conjunto de medios de
comunicación responde a la utopía de forjar una vida social distinta a partir
de la revolución de internet que nos permite ir cambiando nuestras conciencias
en términos de valores, convicciones y decisiones, desde el empoderamiento
social mediático que se profundiza día a día.
Hablamos no solo de
las redes sociales tan populares sino de los nuevos medios, canales, radios,
periódicos por internet que bien usada puede ser muy efectiva para nuestros
objetivos como sociedad.
A todos nos interesa la democracia e Internet
democratiza. Quisiéramos desterrar la corrupción e Internet alimenta una mayor
transparencia. Nos concierne afianzar la ética social y la red permite que se
profundicen valores y vínculos con los ciudadanos gracias a la información interactiva a fin de desterrar la opacidad que reiterativamente afecta
nuestros países y sociedades. Este debate se está dando poco en la academia y nada
en la política. Trata del protagonismo social, de la participación de
la gente en el gran mundo mediático en que antes estaban solitarios los grandes
medios tradicionales.
Una comunicación distinta nos espera con
nuevos actores, nuevos medios, nuevos periodistas y nuevas audiencias. Nuestros
lectores lo saben muy bien.