sábado, 12 de septiembre de 2015


 
EL PERIODISMO DE CHEQUERA

Publicado en Portal Punto de Encuentro 12 de setiembre del 2015

 
El periodismo de chequera -que significa pagar para obtener una primicia noticiosa- está en el centro del debate dado que la periodista Milagros Leyva, conductora de Canal 4 y Canal N aceptó haber pagado de su bolsillo a Martín Belaunde Lossio por una importante entrevista que le concedió en Bolivia. Sus empleadores han explicado su despido por ese pago como presunta violación profesional a sus principios rectores aunque la ciudadanía sospecha que la inquisidora Milagros era ya demasiado incomoda en momentos en que los inquilinos en Palacio de Gobierno afrontan durísima crisis de credibilidad y proliferan dudas sobre su honestidad electoralmente tan pregonada.

¿Qué es más inmoral: pagar para publicar o pagar para no publicar?

Hay gente dispuesta a exagerar o mentir por dinero. Pero también la hay dispuesta a pagar para acallar o silenciar información. Todo depende de los objetivos superiores que podrían justificar el pago, hablar o callar para destruir o para construir.

Ya no recuerda Canal N que el video Kouri Montesinos, que remeció la política nacional y cambió el destino del país, fue pagado y bien pagado. Y ellos lo difundieron prestando un invalorable servicio a la democracia y a la ética social. Lo podría contar en detalle el actual presidente del Congreso, Luis Iberico, protagonista de esa epopeya por alcanzar información esencial a la ciudadanía. Similar interés podrían tener las revelaciones de MBL sobre la honestidad y la ética de los actuales gobernantes, hay necesidad de saber de dónde obtuvieron el presidente y su esposa los dineros que explican su insólita prosperidad ya que en esa red de financiamiento se podría estar jugando montajes de indeseable corrupción y dependencias políticas y económicas. Bien sabemos que la financiación subordina conciencias.

Walter Oppenheimer abordó el pago por las primicias exclusivas cuando se produjo el escándalo sobre los gastos de los diputados ingleses que reabrió este debate tan viejo como la prensa: las bondades y maldades del periodismo de chequera, de tradición en el Reino Unido. Comprar información es costumbre en los tabloides británicos y la llamada prensa de calidad no se inhibe cuando lo necesita. En España la prensa del corazón o los programas de chismes siempre pagan por exclusivas. La internacional revista Hola, clásico de peluquería, compra desde inocentes bautizos a tormentosos divorcios.

The Daily Telegraph se apuntó un éxito al publicar los gastos de los diputados que los pasan al Estado para mantener una segunda residencia entre Londres y su circunscripción electoral a fin de asistir a las sesiones del Parlamento y atender a sus representados. El escándalo político mediático arrastró a un grupo de políticos, encabezados por Michael Martin, el presidente de la Cámara de los Comunes. Se denunció que el medio pagó por los disquetes con los gastos de los diputados de cinco años atrás.

El periódico defendió su primicia que denunció los constantes cambios en el segundo domicilio de los congresistas para beneficiarse con las ayudas públicas. La apelación al «interés público» de la información fue tan clara que difícilmente algún tribunal hubiera podido condenar al medio de comunicación.

«En principio, no se puede aceptar que la información se compre, pero tampoco puede ser una regla que bloquee informaciones de alto interés público, y los gastos de los parlamentarios británicos lo son», dijo el secretario de la Federación Internacional de Periodistas, Paco Audije. Pagar para proteger una fuente en peligro es otra excepción admitida para poner precio a una información.

El periodismo de chequera en Estados Unidos compite en mala conciencia con el del Reino Unido. Smith explica que la CBS y la CNN mostraron un video en que militantes de Al Qaeda habían envenenado a un perro con gas para hacer una prueba. La CNN negó que hubiera pagado y luego reconoció que abonó 22 mil euros. La CBS dijo que pagó «una cantidad mínima».

Los funcionarios —según Borja Adsuara, profesor de Derecho a la Información— tienen el deber de custodiar los documentos públicos pero «El periodista está obligado a informar, incluso pagando a quien le proporciona determinados datos. La conducta inmoral o delictiva no es del periodista, sino del que filtra los datos. La Policía no debe perseguir al periodista, sino al funcionario». Siempre y cuando esa información ayude a descubrir impostores, aventureros o corruptos.

 


JUECES Y VERDADES


Publicado en Correo el 12 de setiembre 2015
 
Ya se están viendo las consecuencias políticas y penales de las agendas atribuidas a Nadine Heredia. La incertidumbre sobre los inquilinos de Palacio compromete la estabilidad política. Es casi unánime la percepción de que la información que se va desembalsando, desde Martín Belaunde Lossio a las famosas agendas, pinta a la pareja como corrupta. Pero ellos en aparente calma no lo asumen y sus comparsas (bogas) enfrentan con mucha confusión la gran crisis que no quieren ver. Pueden creer que todo está controlado y por ello tornará a su favor, incluido el escalofriante asesinato del chofer que les sirvió por 7 años, Emerson Fasabi.

Pero ni tan fácil ni tan simple. Acallar a Milagros Leiva y maltratar a Rosana Cueva y Américo Vásquez no elimina los problemas. Los jueces supremos actuaron a su favor archivando, inexplicablemente y por completo, la investigación por lavado de activos contra Nadine Heredia, del 2004 al 2014, y con exceso extendieron la protección del Hábeas Corpus a Rocío Calderón, Antonia Alarcón y Santiago Gastañadui, pero todo indica que queda mucho por investigar, más allá de la letra de las agendas.

Es posible diferenciar entre el continente –las agendas- y el contenido que son las cuentas, aportes extranjeros, colaboradores secretos, manejos económicos y tráfico de influencias a los más altos niveles políticos, judiciales y empresariales junto a compras, recibos y manifestaciones de sorpresivo enriquecimiento. La nueva información debería permitir reabrir la investigación ya que cualquiera puede corroborar datos, comparar fechas, contrastar versiones. La bola está en el Tribunal Constitucional al que han recurrido la Procuraduría del Ministerio Público y el fiscal Ricardo Rojas. Corresponderá al TC dar luz verde para que se aclare lo que concierne a Nadine Heredia y a su entorno entre el 2004 y el 2014. El país espera y la pareja es la primera interesada en recuperar su credibilidad.

 

MI LETRA ES MI VERDAD


Publicado en el Portal Político.pe

La verdad es mi letra. Mi letra es mi verdad. Mi divisa es mi verdad pero la verdad no se divisa. Los juegos de palabras distraen la atención pero no resuelven la crisis de credibilidad y confianza que afecta a quienes tienen en sus manos los destinos del país. Antes de conocer las agendas atribuidas a Nadine Heredia ella ya estaba bajo profunda sospecha por sus relaciones amicales y empresariales con Martín Belaunde Lossio. Pero después del contundente reportaje de Panorama la verdad se busca con lupa mientras los protagonistas afirman que esta información es un montaje y no hay temor a la investigación porque sus cuentas están en regla. Ojalá fuera así.

El JNE ya determinó la disconformidad entre los aportes declarados por el Partido Nacionalista que preside Heredia y la realidad. El poder político existe y pesa. La Corte Suprema liberó a Heredia de la investigación por lavado de activos del 2004 al 2014 y amparó con el Habeas Corpus a todo su entorno. Inmenso favor. El mismo que esperan del Tribunal Constitucional al cual el Procurador del Ministerio Público y el fiscal Ricardo Rojas han recurrido para que la verdad se abra paso con las nuevas pruebas. A mayor suspicacia la Sala Penal de la Corte Suprema acaba de resolver que los “petroaudios” son “prueba ilícita” tras 8 años de ser conocidos en relación a la supuesta corrupción en la licitación de lotes petroleros. Es cierto que las interferencias telefónicas no deben ser aceptadas como pruebas legales y también lo es que serán los jueces los que, ponderando los intereses superiores en cada caso, decidirán si es un conveniente precedente a tomar en cuenta en la investigación de los contenidos de las agendas atribuidas a Heredia.

Mientras tanto el amedrentamiento y el maltrato a los valientes periodistas de investigación que buscan la verdad es inadmisible. El llamado periodismo de chequera existe aquí y en todas las latitudes cuando el pago es un medio para llegar a la verdad. Es considerado legítimo, ni delito ni soborno si la información entregada es correcta. El vladivideo Kouri Montesinos que cambió el destino del país fue pagado. Nuestra solidaridad con Milagros Leyva, Rosana Cueva y Américo Vásquez, su lucha es desigual y merece el respaldo de todos.