LA SEGUNDA
OPORTUNIDAD
En Correo, el 23 12 17
La
vacancia presidencial decretada por la mayoría liderada por el fujimorismo no
prosperó. Gran parte del resultado se debió al cambio de estrategia de PPK
ayudado notablemente por ese brillante abogado que es Alberto Borea quien
estuvo en su mejor momento. PPK tuvo un primer gesto de resistencia al rechazar
la renuncia, secundado con lealtad y valentía por sus vicepresidentes Martín
Vizcarra y Mercedes Araoz. Enfrentó resueltamente la consigna desestabilizadora
con el apoyo de una bancada que se creció como operadora política con la
pugnacidad de Juan Sheput y Gilbert Violeta.
Keiko Fujimori
fracasó en varios niveles. Primero en su pretensión de la vacancia presidencial
que le hubiera permitido el control de todo el poder. Segundo en la unidad de
su bancada que perdió diez votos. Tercero en la eficacia por la libertad de su
padre que sí exhibió Kenyi.
Y sobre todo porque disminuyó su simpatía de la
población que advirtió la maniobra de la vacancia como un abuso de poder. Sin
olvidar que su estrategia defensiva se ve debilitada por la revelación de Daniel
Salaverry de una supuesta siembra de pruebas por la Fiscalía para decretar su
prisión preventiva.
El régimen
tiene una segunda oportunidad para un gobierno de ancha base de unidad nacional
y una dinámica política de puentes y diálogos.
Le corresponde hacer política de
verdad en un escenario donde el vendaval Lava Jato está en su punto más destructivo,
no sabemos cuántos caerán y cuán clamorosa será la necesidad de la moralidad y
la decencia para rescatar el país. La vacancia quedó atrás pero la mayoría
parlamentaria sigue ahí y solo podrá ser desactivada por una investigación
clara que devuelva la confianza en el Presidente.
La
inspiración patriótica de un Jorge del Castillo que sin atender consignas llamó
al equilibrio y a la ponderación deja una gran orientación moral en el camino
que nos espera.