domingo, 21 de junio de 2015


 

DE DISFRACES
Y AVENTURAS

 
Publicado en Correo el 20 de junio del 2015
 
No estamos en carnavales pero los disfraces y las palabras virulentas proliferan. Nadine Heredia se victimiza con audacia por presunta persecución con afanes de liquidación política. Nadie mejor que ella para conocer hasta donde podría escalar el operativo penal que los afecta cuando pasamos de las sospechas a las investigaciones y de éstas a los resultados preliminares en temas que deberían ser abordados con transparencia y respuestas políticas más que legales.
 
Pero no lo entienden. Continúan creyendo en la suerte que los acompañó para llegar al poder, que comenzó con el financiamiento de la campaña electoral con dineros foráneos y prosiguió con el voluntarismo convertido en aventurerismo político. Pero el camino que cierra las distancias entre las aventuras y las desventuras podría haberse iniciado para quienes pasaron de la “gran transformación” a la “hoja de ruta” y de ésta al engaño político.
 
El "aventurerismo" es la puesta en marcha de proyectos y empresas sin el análisis previo ni la preparación ni el acopio de medios necesarios para realizarlos. La pareja ganó o recibió mucho dinero sin trabajar y su discurso por los pobres se despinta, ni son trabajadores ni se interesan en los trabajadores. Son o han sido aventureros con suerte. Pero toda aventura es arriesgada con eventos impredecibles, la incertidumbre ronda, no sabemos lo que puede venir en denuncias que podrían ser devastadoras.
 
El barco hace agua por el flanco mayor que es el de la deshonestidad. Los aventureros tienen siempre posibilidad de salir airosos pero es difícil cuando de la improvisación surge la soberbia o la impostación del poder. Asumieron el riesgo en su práctica de gobernar pero su tiempo y su suerte podría estar cambiando.
 
En el Congreso manda la oposición. Lograron la aprobación a las facultades delegadas pero sufrieron la demostración de fuerza que fue la exoneración de las gratificaciones. Quieren recuperar poder y conducción eficaz durante un periodo complicado que coincide con la del pato cojo con todos los bemoles de una campaña electoral en la cual el partido de gobierno participará por interés de protección propia a su controvertida presidenta.
 
La reingeniería liderada por Pedro Cateriano definirá el último tramo pero en el Congreso no tendrán el control. Se necesita estabilidad política, deberán abstenerse de provocaciones mientras la oposición asume la responsabilidad política de concertar, dialogar y hacer un imperativo control de daños.

 

CONTROL DE DAÑOS


Publicado en el Portal Político.pe el 20 de junio del 2015

La oposición asume la responsabilidad de la conducción política de un país en crisis sostenida. De país adolescente vamos hacia una madurez impuesta por las circunstancias. Se separó al congresista Yovera aunque el oficialismo lo retenía en su afán de evitar que se siguiera desgranando una bancada de triste desempeño, que no ha exhibido libertad, firmeza o contundencia de criterios, siempre manejada desde palacio como eco del Ejecutivo.
 
Lograron la delegación de facultades gracias a la consciencia opositora de la necesidad de estabilidad y del acelerado proceso de deslegitimación del presidente. No quisieron echar más gasolina al fuego aunque demostraron su fuerza con la exoneración de las gratificaciones. Asimilaron la mala conducción de Solórzano y dejaron en claro quién manda hoy en el Congreso.
 
Bien por el contrapeso y el equilibrio, bien por controlar los daños derivados de la impericia, la soberbia, la opacidad y la confrontación permanente. Cambia la correlación y el punto máximo de la nueva etapa será la elección de la mesa directiva del Legislativo en momentos de desprestigio político, cuando Ollanta Humala ha perdido el control del gobierno y la criminalidad urbana gana las calles. Felizmente los poderes fácticos prefieren la salida electoral, el castrense no parece interesado en sacar ni en apoyar a Ollanta Humala cuando carece de fuerza política.
 
El control de daños está en marcha para orden y tranquilidad del país en vísperas de campaña electoral. La crisis amaina cuando la oposición se torna constructiva y más importante que nunca.

 

 

 
RECUPERAR
LA CONFIANZA



Publicado en el Portal Punto de Encuentro 20 06 15 

Cambia la correlación de fuerzas. La oposición concedió la delegación de facultades para que un asentado Pedro Cateriano pueda conducir el barco durante el tramo final no sin antes hacer una exhibición de fuerzas al insistir en la exoneración a las gratificaciones con una sólida votación. El varapalo debe haberse sentido en Palacio donde el gobernante y su mujer se debaten en la maraña de denuncias e investigaciones sin mucho éxito a estar por la disminución de su aceptación en las encuestas lo que podría tener como límite el suelo con la consecuencia de la total deslegitimación.

El gobierno tiene en Cateriano una fortaleza democrática cuya ductilidad le ha permitido capear la crisis pero no solucionarla. La desconfianza permanece, las dudas y sospechas han escalado al punto que Nadine Heredia encabeza la lista de los mayormente corruptos dejando sin aliento ético a un gobierno que tuvo como bandera la honestidad que haría la diferencia.

Nada de esto y sí más de lo mismo en cuanto a opacidad y falta de voluntad para el esclarecimiento ante la acumulación de denuncias que han dejado en el camino la imagen gubernamental. Y lo peor es que parece ser solo el comienzo. Una inmensa incertidumbre interroga el futuro cercano de una pareja que apostó por el poder y ganó el primer premio sin estar preparada para tal responsabilidad. Y como se está viendo sin exhibir especiales capacidades para ello. En el tramo final de su aventura política las cosas se les complican, la oposición confirma su fuerza y su experiencia mientras desde el gobierno proliferan las respuestas impolíticas, improvisadas y oscuras aderezadas con disfraces e improperios. El carnaval político acentúa la desconfianza y la imagen de aventurerismo se extiende.

La oposición está ad portas de recuperar el control del Congreso mediante la conducción de su Mesa Directiva. Recuerda al exitoso presidente de unidad que fue Antero Flores Araoz cuando Alejandro Toledo se enfrentaba a la deslegitimación.

La responsabilidad de la oposición unida está en poner el hombro para el control de daños. Le corresponde conducir el barco en momentos de campaña electoral para que el gobierno culmine y entregue el mando como convenido. También le toca velar por la transparencia y la limpieza en el uso de los recursos del Estado cuando tenemos un partido de gobierno cuya cuestionada presidenta tiene el primer interés en participar y ganar las curules necesarias para su defensa y protección en el próximo gobierno. Para ese futuro ya está anunciado el desembalse de declaraciones de Martín Belaunde Lossio a quien deberá levantarse el régimen excesivo que padece y brindarle la protección indispensable para la búsqueda de la verdad.

Finalmente, no menos importante, la oposición deberá hacer todo lo necesario para recuperar la confianza en las instituciones y en la democracia. El desafío más difícil es recomponer la erosionada imagen de la clase política. Tiene la oportunidad de activar el flanco ético tan venido a menos en tiempos en que una cierta condescendencia de los llamados partidos tradicionales con la corrupción, puede abrir puertas a aventureros que llegan al poder a aprovecharlo y no a cumplir con lo prometido. Como estamos viendo.