jueves, 2 de agosto de 2018


VIZCARRA CUADRÓ AL CONGRESO


En Político.pe el 30 de julio 2018


El presidente Martín Vizcarra llegó al Congreso con un imperativo, rescatar al Poder Ejecutivo de las garras de la desconfianza y de la crisis de credibilidad que atenazan a los tres poderes del Estado.

El presidente se presentó ante una nueva directiva fujimorista con una carta mayor, la propuesta de reforma del sistema de justicia con base en lo planteado por la Comisión Wagner. Pero fue más allá, le agregó su voluntad expresada en tono alto de conectar con la gente. Procesó bien su personal orfandad por ausencia de partido y de bancada propios y decidió ofrecer a las calles una participación social indispensable para que la protesta no se lleve fuera del sistema democrático con extremos de violencia que pueden ser alcanzados.

Vizcarra leyó bien la necesidad de la sociedad de participar en decisiones trascendentes y llevó al Congreso temas tan importantes como la reelección de los parlamentarios o el financiamiento privado de las campañas electorales punto que es la madre del cordero pues de él surge la corrupción que hemos visto, por ejemplo, en Lava Jato. Además controvertido para los medios de comunicación que encuentran su recuperación financiera gracias a las campañas electorales cada cinco años.

Las objeciones técnicas menudean. Que Vizcarra no podía tener la iniciativa de un referéndum, que su discurso y su oferta política son populistas, etc. etc. Puede ser pero el debate posterior va más allá de lo que digan los analistas. La estrategia presidencial es exitosa. El referéndum es una buena puerta para participar en temas que nos motivan, preocupan o angustian. Ha generado expectativas, concentrado la atención y capturado la imaginación de la mayoría de los peruanos.

Excelente lectura de un escenario con partidos políticos irrelevantes y una participación popular reducida a la protesta en las calles. Cuando toda la institucionalidad política está bajo sospecha la democracia nacional puede ver cerrados sus canales de expresión y de canalización de las demandas.
Todo esto en una etapa donde no se ve suficiente racionalidad. Cuando las emociones nos llevan al rechazo total ante el vacío de propuestas. De los audios a los rumores llegamos a la anarquía y no al rescate de las instituciones y de su credibilidad.
Vizcarra ha cuadrado inteligentemente al Congreso, le ha puesto una agenda que no tenía interés en priorizar. Lo obliga con la presión colectiva. Y si sus temas son rechazados la ciudadanía estará aún más indignada con los partidos presentes en el Congreso.

Podemos discutir mucho sobre las propuestas presidenciales y sobre la viabilidad del referéndum pero la gente se siente conectada con lo importante y lo agradece como se vio con el baño de popularidad de Vizcarra en el desfile militar. El presidente rompió esquemas, se desmarcó del fujimorismo y de todas las bancadas y recuperó un liderazgo fundamental que ojalá pronto obtenga frutos.



¿FELIZ 28?

En Correo el 28 de julio 2018

Hoy es el día de la patria. Pero algo muy grave y profundo nos afecta. Estamos preocupados por el presente y por el futuro, no tenemos confianza en nuestros líderes y en nuestras instituciones. Ojalá sea la oscuridad de la noche que anuncia un nuevo amanecer. Los poderes del estado están en el trance y la urgencia de recuperar legitimidad. Un camino que deberíamos recorrer en el tiempo más corto posible para colocarnos en un nuevo partidor político, social e institucional.
Nada fácil. Nos toca recuperar la calma y la reflexión, impedir que la crítica derive en extremismos que significarían arrojar el agua sucia con el bebe adentro. Y el bebe es el Perú que deseamos justo, próspero, desarrollado y ético. Un ideal difícil de lograr desde la contaminación de la corrupción altamente tóxica que aparece en los lugares y los niveles menos sospechados. El daño moral está hecho y la reacción colectiva es de rechazo fulminante que va de las pantallas televisivas a las calles sin mucho espacio para el debate racional y la confrontación de argumentos e ideas.
No olvidemos que el lado bueno de las instituciones lesionadas también existe, que la continuidad es un desafío en términos de rescate de un país que no puede estar a la deriva. Lejos de los ataques y la diatriba más cerca de la razón, evitando las reacciones puramente emocionales y hepáticas hablar de consensos constructivos es en este momento válido e indispensable. Nos falta un grupo de personas notables y reconocidas que apoye al Ejecutivo en esta tarea ética y política en el mejor sentido. Ojalá se organice pronto.
Esperamos un discurso presidencial positivo y racional. Martín Vizcarra ascendió en un momento excepcional y éste lo es aún más. El personifica la nación y también las esperanzas de que podremos reconstruir la confianza perdida. ¡Feliz 28!