LOS CAMBIOS DE JULIO
En diario Correo el 29 de Junio 2019
El Acuerdo
de Colaboración Eficaz con la constructora Odebrecht ya homologado por el Poder
Judicial está en cuestión por los nuevos sobornos descubiertos respecto del
Gasoducto. Mientras en el Congreso siguen haciendo su tarea sobre la reforma
política en los plazos exigidos por el Ejecutivo, el tema de la colaboración
eficaz retorna a la controversia ya que solamente pudo darse en los cuatro casos
en los que Odebrecht reconoció culpabilidad. Pero hay muchos más que comienzan
a verse que tornan inútiles sus proclamas de inocencia.
Necesitamos que esa megaempresa
que tanto sabe ayude al país con su información aunque las dudas cunden mientras
más culpabilidad se demuestre. Queda claro que el acuerdo deberá reformularse para incrementar la
indemnización para el país.
Párrafo
aparte merecen los cambios de Julio en el Legislativo y el Ejecutivo. La mesa
directiva del Congreso será la oportunidad para lograr un consenso que pudiera
fortalecerlo institucionalmente ante todos los que claman por su disparatada
disolución. Y el Gabinete del Solar exige cambios en los sectores que están
haciendo agua sin poder enfrentar crisis evidentes. Será también oportunidad
para precisar una agenda nacional que pudiera unificar acciones entre ambos
poderes del Estado para sintonizar con las urgencias en inseguridad, salud y
economía para mencionar las principales. Veremos si en su mensaje patrio el
presidente Vizcarra se presenta como estadista o solo como gobernante ansioso
de mayor popularidad, la que no significa buen gobierno como estamos viendo.
Si prospera la reforma política será positiva para mejorar la
representación pero no será ninguna solución para tantos problemas desatendidos.
Para el trecho que falta se requiere empinarse sobre la coyuntura y esbozar
soluciones integrales más cerca de los consensos y del diálogo y más lejos de
la confrontación y la colisión de poderes que no ha traído nada bueno para el
país. Julio es una oportunidad.
JULIO ES UNA
OPORTUNIDAD.
En diario Exitosa el domingo 30 de Junio 2019
Bien por la
reforma política que ahora ocupa todos los tiempos congresales para concluirla
en los tiempos exigidos por el Ejecutivo. Aunque dudamos que las esencias que
se reclaman permanezcan tal cual fueron demandadas es cierto que habrá mejoras
para la representación ciudadana aunque no será
solución para los grandes problemas pendientes. Es una reforma importante pero
no esencial.
Al comenzar Julio corresponde encarar los cambios en
el Ejecutivo y en el Legislativo, hoy
bajo fuego mediático y con amenaza de cierre. El presidente Vizcarra ha logrado
buenas cifras de popularidad pero si las contrastamos con las del magro
crecimiento económico y las del dramático ascenso de la delincuencia urbana, vemos
que en lo fundamental los avances son escasos o inexistentes y la gestión
presidencial tiene malas cifras en aspectos esenciales.
Cómo
revertirlas más allá de los likes y del ruido político. Necesitamos soluciones
en sectores claves como la seguridad, la salud, la economía, el empleo y el
alza del costo de vida que avanza sin que se escuche todavía la protesta, por
ejemplo, sobre la desmesurada alza de las tarifas eléctricas.
Julio es una
oportunidad clave para saber si en el trecho que le falta a este gobierno
transitorio podremos esperar algo de ambos poderes. ¿Cómo funcionarán el
presidente Martín Vizcarra y su Gabinete del Solar? ¿Tendremos en el Congreso una mesa directiva consensuada
que lo fortalezca y mejore su imagen ante las calles que piden su disolución? ¿Seguiremos
con la confrontación y la colisión de poderes como estrategia para ganar la
atención de las tribunas o se privilegiará el diálogo y el consenso para actuar
sobre una agenda nacional que recoja las principales urgencias?
Julio es una
oportunidad para los políticos y para el país. Si bien no existe una oposición bien
orientada y articulada sí hay un conjunto de demandas que hablan de urgencias
que no significan reformas sino atención hábil y especializada en la salud
pública, el combate a la delincuencia urbana, el incremento del crecimiento
económico y la disminución del desempleo, que, entre otras, deberían conformar
una agenda única a ser abordada por consensos y diálogo dejando de lado la
confrontación que da fugaces réditos pero nada construye.
Vizcarra no llegará a ser un
estadista si sigue obsesionado por la popularidad en las encuestas. El Congreso tampoco logrará mantenerse si continúa
enfrentando ataques sin transmitir una imagen de
sensibilidad y cumplimiento de lo que puede hacer. Si bien la lucha
anticorrupción es trascendental no puede desplazar y menos sustituir la
atención de los servicios y la seguridad por la que claman miles de peruanos
temerosos ante el riesgo de sus vidas.
Serán claves
la nueva Mesa Directiva del Legislativo y la conformación de un nuevo gabinete
o la renovación de las carteras más importantes que no logran superar una
gestión fallida especialmente en lo presupuestal. Y en cuanto al Congreso sabemos bien que se juega su
supervivencia por lo cual debería lograr una directiva consensuada en torno a
una agenda común.
El Ejecutivo
también deberá decidirse por el dialogo en torno a una agenda de urgencias y no
por seguir confrontando. Este 28 de julio veremos si se empina sobre la
coyuntura y mira al país integral convocando a los mejores para un gabinete que
podría dejar de ser irrelevante para actuar decididamente en el penúltimo año
de gobierno.
Hacer
política no es solo legitimarse con la aprobación del momento, es lograr
resultados, cumplir buena gestión, asumir actitud dialogante en beneficio de la
gobernabilidad y la estabilidad política, económica y jurídica, en democracia.