sábado, 9 de abril de 2016



LO QUE LA CAMPAÑA 

VA DEJANDO

Mi columna Hoja de Tiempo en Correo del 9 de abril del 2016
                                                                              
Estamos seguros de que habrá segunda vuelta y sin adelantar ni preferencias ni resultados podemos avanzar reflexiones sobre lo que nos va dejando la campaña.

1.    Llegar al cuarto proceso electoral consecutivo es un gran logro democrático, no lo es que no tengamos grandes consensos para avanzar en la solución de los grandes problemas nacionales. Sin consensos no hay gobernabilidad ni políticas de Estado.

2.    La fragmentación política nos deparó 19 candidatos en el partidor que, por reglas de juego arbitrariamente impuestas en plena carrera, fueron reducidos, aunque no en número suficiente para permitirnos comparar propuestas y debatir serenamente desde las distintas posiciones. La campaña dejó poco espacio al  voto informado del ciudadano responsable.

3.    El maniqueísmo y los extremos ideológicos han vuelto. Cuando parecía que el país apostaba por un centro político más maduro los candidatos polarizaron posiciones. Unos por ganarse al sector que estuvo antes con Humala. Otros buscando mimetizarse con Keiko para medrar de su clientela en gran parte obediente al paternalismo.

4.    La Alianza Popular de los dos partidos institucionales, Apra-PPC, representa ideológicamente el centro político pero su candidato Alan García fue objeto de descalificación prolongada y deteriorante que lo convirtió en el enemigo del humalismo, del keikismo y de los candidatos emergentes. Por distintas razones e intereses un todos contra García se hizo sentir.

5.    Los jóvenes se diferenciaron con poca responsabilidad y negativamente de sus mayores buscando un rostro nuevo aunque no necesariamente el más conveniente para el país.

6.    El antifujimorismo volvió con fuerza demostrando que la década autoritaria de Fujimori y Montesinos ha dejado heridas y enconos que no pasan. Frente a quienes interesadamente predican el olvido y el perdón para pasar la página hay una memoria de lo acontecido que está por ser procesada -con ponderación y altura- si no queremos que la historia infame de abusos, imposiciones, violaciones de derechos y corrupción generalizada se repita.

7.    La decencia y la ética en la política estuvo representada por candidatos como Yehude Simon, Antero Flores Araoz y Vladimir Cerrón que rechazaron los agravios, no los profirieron y se esmeraron en las propuestas pero paradójicamente tuvieron poquísimo respaldo en una población desconcertada.


8.    La corrupción y la inseguridad siguen siendo temas esenciales pendientes.

SIN GOBERNABILIDAD 

A LA VISTA

Publicado en Político.pe el sábado 9 de abril 2016

Fiesta electoral pero sin mucha música ni esperanzas. Lo que debía ser alegría es preocupación. Por supuesto que hay que celebrar el cuarto proceso electoral democrático consecutivo pero esta campaña ha dejado como ninguna claras evidencias de lo lejos que estamos de la madurez. Desde el partidor se vio que tantos candidatos no podían traer nada bueno y a los pocos días, ya iniciada la carrera, se daban a conocer nuevas reglas impuestas con muchas dudas y desconcierto.

El lunes 11 tendremos resultados que nos llevarán a una disputada segunda vuelta en la cual la polarización hará su camino. La fragmentación con que llegamos a la primera lanza malos augurios. Las divisiones se impondrán, entre Lima y las regiones, entre los partidos que quedaron en el camino y entre las generaciones que han demostrado puntos de vista muy distintos para considerar lo mejor para el país.

La gobernabilidad pasa por los consensos por ahora inexistentes y por las alianzas que se establecerán para la segunda vuelta. Lo peor es que nos coloquen ante extremos como acaba de denunciar Alan García, entre el chavismo o el fujimorismo, dos males mayores que no deberían tener cabida en el Perú de estos días, pero la tienen. 

La perspectiva del retorno del régimen de los noventa preocupa a dos tercios de los peruanos. Igual sucede con la visión chavista que parece ajena e inaplicable.

Keiko Fujimori ha hecho de todo para dar garantías pero muy pocos le creen, el anti fujimorismo ha resurgido con fuerza después de casi cinco lustros del  autogolpe. Una marcha masiva como la del martes deja pocas dudas sobre las dificultades que tendría que afrontar si resultara ganadora en segunda vuelta como las encuestadoras se empeñan en anunciar.


El fujimorismo nunca fue receptivo a críticas y opiniones opuestas. Hoy como ayer buscaron descalificar la marcha como fracasada cuando todos vimos su gran dimensión y significado, con la novedad que se reprodujo en ciudades del interior del país y en algunas del mundo dando un mensaje claro y contundente. Que los fujimoristas no quieran escucharlo solo significa que siguen anclados en sus prácticas y que los juramentos y las promesas de Keiko de democracia y respeto a las formas pueden garantizar muy poco.