sábado, 13 de febrero de 2016

 

¿SU PASADO 

LO CONDENA?


Publicado en Político.pe el 12 02 16

 

No es una telenovela más pero la frase de marras vuelve una y otra vez. Más allá de cuestiones legales los aspectos éticos permiten evaluar candidatos que creen que algunos momentos de su trayectoria vital no saldrán a luz. 


Cuando el pasado es frondoso, los buscadores son útiles para ampliar la información y de ello salen contactos, vinculaciones, trabajos y hasta negociados que pueden no venir a cuento en la actividad política actual pero definen la personalidad ignorada del líder que podría tomar las decisiones que nos afectarán a todos y que tendrá en sus manos los fondos del Estado. 


Es el caso del novísimo Julio Guzmán cuya estrella ascendente en las encuestas podría apagarse si el pleno del JNE, en puridad jurídica, decide ratificar lo dispuesto por su primera instancia. 


Pero más allá de este impasse que podría ser definitivo está lo que nos trae la revista de César Hildebrandt sobre el candidato de Todos por el Perú. Su acuciosidad periodística descubre contactos laborales con el fujimontesinismo antes de que Guzmán partiera al extranjero y con el actual nacionalismo ahora que como gobierno compite electoralmente. 


Hay quienes vinculan a Ollanta Humala con Vladimiro Montesinos y precisan que el levantamiento de Locumba coincidió en tiempo matemáticamente con la fuga del superasesor en el velero Karisma. Habría sido para cubrirlo. 


Y si así fuera a nadie extrañaría el cordón umbilical entre Guzmán y los adeptos al régimen autocrático de Fujimori. Para muestra están sus trabajos con el publicista Oscar Dufour, conocido peón publicitario y periodístico del montesinismo y para el canal 10 de cable que alojó a los principales defensores del gobierno autocrático. 


No conocemos a Julio Guzmán, es un recién llegado a la política pero si esas son sus idas y venidas no se condicen con ninguna alegada independencia o pulcritud. A lo que se agrega la denuncia de copia de las estrategias, tácticas, frases y demás signos creados por Podemos un exitoso partido español instalado en el espacio social de la indignación y la protesta de izquierda mayoritaria. ¿En qué quedamos? Cuál es el espacio que permitirá a Guzmán construir su hegemonía política y ganar las elecciones? 


Necesitamos saber más del outsider para no afirmar que su pasado lo condena. Tampoco para elegir en el vacío generado por el desencanto. Ya sabemos dónde nos llevan las emociones con pocas razones.



 

                                     

EL PLAGIO ES UN DELITO



Mi columna HOJA DE TIEMPO en Correo el 12 02 16


La poca calidad política de esta campaña electoral es patética. Para un país que pretende entrar al círculo de los desarrollados de la OCDE, hay poco avance cívico y casi nada de madurez democrática. No solo el carnaval de 18 candidaturas presidenciales y más de 2 mil congresales. La argumentación es escasa y hay poco o nada de ideas y propuestas para llegar al pacto social que legitime al gobernante que salga de las urnas. 


La debilidad conceptual llega al delito con personajes que roban ideas y las usan públicamente sin temores ni escrúpulos. Lo de César Acuña es dramático pero también jocoso por el extremo, bien o mal  asesorado por un supermarketero que solo vende el producto aunque sea tan imposible como una kola salada. 


El plagio de la tesis no resiste razones pero el del libro de Otoniel Alvarado no tiene límites, la coautoría de un libro ya publicado por otro autor está dentro del absurdo. ¿Su raza distinta lo pone por encima de la inteligencia colectiva o por debajo? Pero sus “hazañas” de copista irredento comprometen también a personajes que lo apoyan y los dejan como simples subalternos con dignidad comprada por el dinero del que tanto presume Acuña. 


Otro caso de plagio es Julio Guzmán, para algunos el outsider que avanzará a la segunda vuelta. Tendrá que pasar la valla del pleno del JNE que en puridad de derecho debería ratificar la primera instancia porque la Ley es la Ley y está para cumplirse. Y la calle es la calle para manifestar. No deberían mezclarse para exigir privilegios ni amenazar. La sorpresa, entre otras que también vienen, es que su red morada y su campaña electoral está pirateando ideas, frases, estrategias del español Podemos, nacido de la indignación española del 15M y de la búsqueda de una opción rupturista del bipartidismo desde la izquierda. 


De esta ideología no tiene nada Guzmán aunque no vacila en calcar a Pablo Iglesias, líder del que está muy lejos en talla, ideas, programa, capacidad y brillo. Simplemente nos creen tontos.