HOJA DE
TIEMPO
LOS PARTIDOS EXISTEN
Columna publicada en el diario Correo el 19 de setiembre del 2015
El país
se desestabiliza y concurren al desconcierto ruidos de sables y desgobierno.
Batallas políticas y judiciales se superponen contaminadas por la corrupción,
los desequilibrios, los excesos y la mediocridad. La ciudad se llena de
rumores, el país en inamovilidad, bloqueado por la inseguridad, la
incertidumbre y la desconfianza. El partido de gobierno se autoliquida
sonoramente, disputan entre ellos sin asumir errores, oscuridades y
desaciertos. El presidente y su primer ministro naufragan en la pueril defensa
de los errores punibles de Nadine Heredia.
Ante el vacío catorce partidos políticos se unen para
dar un mensaje a la ciudadanía. Nos recuerdan la lucha contra el
fujimontesinismo con la diferencia que el comunicado es suscrito también por el
partido de los Fujimori. Acción firme para fortalecer y consolidar el Estado de
Derecho afectado de deslegitimación. Rechazar los rumores que nos retrotraen a
la manipulación autocrática del poder político. Básicamente defender la
separación e independencia de poderes. Un Poder Judicial y un Ministerio
Público autónomos que no se subordinen al gobierno como se ha visto en el escandaloso
Habeas Corpus concedido a Nadine Heredia, indebidamente extendido
a su entorno familiar y amical. “No permitir bajo
ninguna circunstancia que sus resoluciones o sentencias sean utilizadas para
impedir o coactar los procesos investigativos o para impedir el libre ejercicio
de los derechos ciudadanos”. No menos importante
exigir las libertades de información, opinión, expresión y difusión del
pensamiento. A lo que agregan el respaldo a la institucionalidad para “que los ascensos en las Fuerzas Armadas se
aprueben con estricto respeto de la ley, según propuesta del Instituto
correspondiente”.
Simplemente rescatan los principios de toda democracia
cuya construcción corresponde a los partidos más allá de sus propias crisis. Preciso
y escueto el comunicado sienta bases para que el diálogo con Pedro Cateriano no
sea otro cuento. Y es que no está la magdalena para tafetanes.