domingo, 14 de julio de 2019


EL AGUILA Y EL CONDOR

En Opinión de diario Exitosa el 14 de Julio 2019

Seguimos dando vueltas alrededor de la coyuntura política caracterizada por la incertidumbre, la inestabilidad y la desconfianza mientras pocos peruanos piensan en los problemas de fondo que tenemos como sociedad difícil y enigmática. Al borde de los dos años de mandato Martín Vizcarra debe reconocer ahora que no advirtió como gobernador en Moquegua, esa inmensa complejidad de nuestro país. No la vio y por eso tampoco se sintió amedrentado ante la tarea de gobernarlo más allá de las promesas y de la buena voluntad. Hoy sabe que no es fácil y que su apuesta por la confrontación, la cruzada anticorrupción y sus esfuerzos reformistas son insuficientes para dar solución a los graves problemas que nos aquejan, esos que nos colocan al borde del estallido social como podría suceder con el proyecto minero Tía María que ha recibido la licencia de construcción aunque todavía no la licencia social, es decir la aprobación de la población involucrada.

Entre los peruanos estudiosos y reflexivos destaca el sociólogo, historiador y politólogo Hugo Neira Samanez, posiblemente el mayor intelectual vivo que tenemos quien -a pesar de sus largos años de profesor universitario en Francia y Europa- nunca dejó de pensar nuestra escena social y política. Su verbo como su pluma fascinan por su agudeza pero también por su sencillez que permite que su mensaje llegue a todos y no solo a la cúpula o al cenáculo académico. Su trayectoria viene desde los años sesenta cuando publicó su laureada primera obra Cuzco, Tierra y Muerte, a la que le siguió un periplo universal del cual surge su prolífica obra que abarca muchas facetas de nuestro país y de nuestro continente.

Su más reciente entrega viene de la Universidad Ricardo Palma. EL AGUILA Y EL CONDOR, en el cual el autor se atreve al estudio comparativo de dos grandes civilizaciones, de México y de Perú, y cumple con brillantez, con conocimiento multidisciplinario profundo, fruto de su calidad de lector incansable. Su formación periodística presta amenidad a su pluma y su sólida argumentación intelectual proporciona lectura placentera que enriquece con su información y sus ideas siempre actuales. Docente por antonomasia en la escritura y en la tertulia, en el aula y fuera de ella en el contraste entre México y Perú nos acerca a los rasgos comunes como hispanoamericanos y a la raíz misma de nuestras sociedades controversiales, siempre en busca de un destino que se nos escapa debido a esa complejidad que un agudo observador como Hugo Neira ha sabido atrapar en la plenitud de su misión académica e intelectual.

La Universidad Ricardo Palma completa con este libro, a la manera de un segundo tomo, la obra que Hugo Neira había iniciado con EL MUNDO MESOAMERICANO Y EL MUNDO ANDINO, contraste que incide en los significados profundos que nos distinguen en este mundo globalizado que el sistema se esfuerza comercialmente en homogenizar. El autor nos lleva desde las raíces civilizatorias al presente y despliega todo su talento en los capítulos finales en donde encontramos revisitados e interpretados los enigmas que no podemos resolver para lograr ese desarrollo integral que se nos escapa mientras miramos preocupados un devenir incierto en el cual pueden coexistir el crecimiento económico y el desafecto político.

Felicitaciones al gran maestro, al escritor comprometido con su sociedad y con su época, el que no teme decir verdades que puedan lesionar orgullos pero que contribuyen a la visión progresista necesaria. Y el reconocimiento a la Universidad Ricardo Palma por impulsar esta obra de magnitud e importancia, en especial a nuestro querido amigo, el siempre entusiasta Rector Iván Rodríguez.  


¿GOBIERNO DIALOGANTE?

En Correo el 13 de Julio 2019

Con el objetivo de legitimar la licencia de construcción concedida al proyecto Tía María el presidente Vizcarra ha ofrecido apertura al diálogo dado que la licencia social, es decir la aceptación de la comunidad, aún no existe. Las posibilidades de conflicto son muy grandes y se incrementan por la gran desconfianza motivada por la confrontación con el Congreso y el irrespeto a la separación de poderes. La confianza es esencial para que democracia e instituciones funcionen más aún si hay un doble discurso. Si el gobernante apuesta por el diálogo respecto de un tema concreto, más importante aún es si tiene una visión integral del escenario político y social nacional. No solo la democracia está afectada, también la economía -en cuyo marco se insertan los proyectos mineros- presenta indicadores de paralización que no se veían hace muchos años.

No se trata solo del discurso y de las promesas, a estas alturas muy devaluadas, sino de acciones concretas que la ciudadanía espera poder ver. Julio es el mes de los cambios y uno posible es el del gabinete hasta ahora poco relevante para la solución de los problemas. Otro aspecto es que el dialogo y la concertación deben aterrizar en torno a una agenda mínima de problemas comunes a generarse con urgencia en el Ejecutivo y en el Congreso.  

Hasta ahora el gobernante ha conseguido popularidad pero no soluciones. Su discurso anticorrupción se relativiza y el de sus reformas hace agua después del fracaso de la Junta Nacional de Justicia. Necesita aceptar la complejidad de gobernar un país como el nuestro, rodearse de gente capaz y recuperar la oferta de poner fin a odios y confrontaciones que presentó al Congreso cuando asumió el poder. Y reconocer que la peor forma de alentar la discordia es la amenaza de cierre del Parlamento en caso sus deseos e intereses no sean complacidos.