TRIUNFO INTEGRADOR EN CUBA
De hecho pocos podrían negar que la cumbre habanera es un espaldarazo a Cuba frente
al anacrónico embargo que Estados Unidos sostiene hace más de medio siglo
contra la isla. También para impulsar la integración económica en América Latina y el Caribe con
la connotación de que no podrá concretarse marginando naciones. Por eso el texto
final exige que Washington ponga fin al "bloqueo".
La CELAC no se construye como la alternativa a la OEA pero
evidencia la necesidad de desarrollar nuevos y más eficaces espacios y foros
integradores aún sin la asistencia de los grandes, EEUU y de Canadá, como
sucedió en esta cumbre. Pero si estuvieron el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon y el mismo
líder de la OEA, José
Miguel Insulza. Y marcando la diferencia Sebastian Piñera
el conservador presidente chileno. Incluso varios mandatarios participaron en
la Marcha de las Antorchas, en homenaje a José Martí, caminando a pie por las
calles de La Habana junto a miles de jóvenes.
A despecho de la dificultad de cumbres tan amplias para
lograr grandes acuerdos en el continente en ésta se han logrado consensos sobre
temas trascendentales entre ellos la declaración de América Latina como
"zona de paz". La base en “el compromiso de los Estados de respetar
plenamente el derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema político,
económico, social y cultural, como condición esencial para asegurar la
convivencia pacífica entre las naciones”. A ello se agrega el excepcional
discurso del uruguayo José Mujica, desideologizado, profundamente humanista,
ecológico y solidario, signo de los
tiempos, simbólico de la apuesta pacífica e integradora con base en el respeto a
los Principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional.
Estados
Unidos exhibió solitariamente su disgusto y decepción y acusó duramente a los
asistentes de haber abrazado el castrismo sin críticas a su manejo político y
sin ningún esfuerzo por escuchar a la disidencia y a la sociedad civil de la
isla. Es cierto como también lo es que los distintos grupos subregionales que
han surgido en estos últimos años debilitan a la OEA y que entre ellos la CELAC,
después de esta cumbre habanera, resalta como el foro con mayor apoyo en el
hemisferio.