NO
AMENAZAR
Mi columna HOJA DE TIEMPO en Correo del 04 03 17
No amenazar cuando hay debilidad es básico en la
política y en la guerra. No estamos jugando al póker, necesitamos estabilidad para
enfrentar un vendaval que mueve sistemáticamente el piso. La cuestión de
confianza podría desestabilizar al equipo de gobierno y al gobierno mismo. PPK
no puede darse el lujo de escuchar a quienes quieren llegar a extremos y tensar
la cuerda. Sobre todo por su fragilidad, su tendencia a la baja y la necesidad
de cambiar su equipo ministerial políticamente poco solvente. Patear el tablero
no es la forma ni indignarse sirve para proteger a su primer vicepresidente al que
no debió exponer como ministro al desgaste consecuente. No está manejando
asuntos personales sino de Estado que interesan a todo el país.
Chinchero tiene serios problemas pero no hay que
complicar la situación más de lo que ya
está. La ciudadanía está harta y deprimida por la corrupción que alcanza
alturas inimaginables. Tocar a Martín Vizcarra es políticamente complejo y lo
saben gobierno y oposición. La confianza y la censura son armas extremas que el
buen juicio indica no utilizar. A Vizcarra hay que preservarlo como el reemplazo
constitucional del gobernante que es y debe seguir siendo ante cualquier
turbulencia. Ello no quita que deba dar explicaciones de los problemas de la adenda
suscrita que van desde el lobby orquestado bajo presión hasta las observaciones
de la Contraloría que han generado el bloqueo de los pagos. Sin descuidar los intereses
de la hermana del premier y la factibilidad técnica que falla al punto de que el
mismo consorcio favorecido admita que le falta solvencia para construir.
La peor reacción es la pataleta. El gobierno debe
superar la torpeza inicial y dar las explicaciones técnicas que el país espera.
Y que quede ahí. El congreso sabe que
si insiste en tumbarse ministros puede ser disuelto. No es necesario dar ni
recibir recordatorios, menos ahora.