sábado, 24 de septiembre de 2016


¿PROTEGER 
LA CORRUPCION?

Mi columna HOJA DE TIEMPO en diario Correo del 24 setiembre 2016


¿Cómo hacer inteligencia financiera sin conocer las transacciones de una persona que habiendo sido detectada por su banco como sospechosa, tiene cuentas en otras entidades? No hay forma distinta que acceder al secreto bancario y a la reserva tributaria. Negar este acceso es proteger a los lavadores de dinero. Así de simple. Ninguna de las objeciones fujimoristas resiste el análisis pues en la misma solicitud de facultades se incluye la salvaguarda frente a todo posible exceso desde que se considera la intervención de un juez que habilite el levantamiento y garantice así los derechos constitucionales.

No hay entonces ni riesgo ni amenaza, tampoco estamos ante un debate nuevo. Desde el 2009 el fujimorismo vota en contra del levantamiento del secreto bancario por la IUF pero ahora no se justifica ni se explica su posición. La propuesta actual ha sido perfeccionada al incluir la autorización judicial.

Y en cuanto a la persecución política el argumento es irrisorio. La Superintendencia de Banca y Seguros y AFP exhibe impecable trayectoria como organismo autónomo. Nunca se ha prestado para propósitos políticos. Su independencia es proverbial y el sigilo con el que actúan los superintendentes gratificaría a cualquier nación.

¿Cuál es el verdadero temor? ¿Por qué contradecir a su lideresa quien en campaña electoral claramente ofreció el fortalecimiento de la UIF? ¿Buscan salvaguardar a Joaquín Ramírez, su recordado ex secretario general, investigado por la Fiscalía y por EEUU, por lavado de activos?

Persistir en la negativa los pintaría de cuerpo entero. El apoyo del Ministerio Público los deja solos con sus temores y recelos que solo significan autoprotección para algunos de sus integrantes más caros, aquellos que podrían ser objeto del levantamiento del secreto bancario y de la reserva tributaria. Simplemente no quieren que los molesten. A rectificar.




UIF: 

DEL DICHO AL HECHO


Publicado en Politico.pe el 23 de setiembre 2016

El discurso electoral de campaña puso énfasis en la inseguridad y en la lucha contra la corrupción. Y no podía ser de otra manera pues son asuntos que concentran la indignación de la gente. Keiko Fujimori se vio obligada a incluirse en la corriente y señaló que estaba de acuerdo con el fortalecimiento de la Unidad de Inteligencia Financiera a fin de que tuviera la capacidad de levantar el secreto bancario y la reserva tributaria.

Varios meses después vemos la reprobable distancia entre el discurso y la práctica política. Entre lo que se dice y ofrece y lo que se hace. Por supuesto que el secreto bancario es una garantía a proteger tan importante que solo puede ponerse en cuestión por causa superior como lo es combatir a los corruptos y a los lavadores de dinero que tanto daño hacen a la sociedad. Cuando eso sucede no hay duda de que debe impulsarse un consenso que unifique éticamente a la nación en contra de estos flagelos.

Y esto no apareció en los debates de la Comisión de Justicia. Los congresistas fujimoristas le hicieron flaco favor a su lideresa, exhibieron los temores y los recelos que dejan entrever sus intereses y preocupaciones individuales y de grupo: "mañana te pueden levantar el secreto bancario y eso va contra un derecho fundamental".

¿Cuál es el verdadero temor? ¿Por qué se permiten aparecer como incoherentes o débiles al afirmar que darle la facultad o el poder a la UIF para que pueda levantar el secreto bancario de cualquier ciudadano requiere orden judicial? Por supuesto que es así y la propuesta del Ejecutivo lo contempla de manera precisa, recoge la necesidad de una resolución fiscal previa para proceder al levantamiento.

Los fujimoristas no usaron su aplastante mayoría para convencer con lógica y contundencia, la usaron para votar unánimemente en contra del pedido. Los investigados por el posible origen ilícito de sus fondos (narcotráfico, lavado de activos o corrupción) deben estar aliviados. Si las facultades se descartan no hay riesgo de que la UIF los moleste ya que mal podrá hacer inteligencia financiera sin esta autorización.

El gobierno no está pidiendo nada extraño ni ajeno a nuestra práctica institucional. La Dirección Nacional de Inteligencia, DINI, que ha protagonizado tantos eventos censurables de persecución a ciudadanos, sí puede levantar el secreto de las comunicaciones al igual que lo hace Indecopi. La UIF, respetando las garantías, podrá levantar el secreto bancario y la reserva tributaria siempre que solicite autorización judicial para cumplir su tarea y acceder a la información como ya sucede en Argentina, Colombia, Chile, México y Estados Unidos.

¿Para qué tanto salto si el suelo está parejo? Los fujimoristas no tienen razón, su actitud revela afán de proteger a gente de su entorno que ya está siendo investigada por lavado de activos como el recordado ex secretario general de Fuerza Popular, Joaquín Ramírez.

Finalmente el fujimorismo debe recordar que su mayoría absoluta en el Congreso no es un cheque en blanco para la arbitrariedad o para la obstrucción. La lucha contra la corrupción y el narcotráfico es demasiado importante para el país y es central para la ética ciudadana. Concita todas las adhesiones. Mostrar el doble rasero de ofrecer electoralmente para incumplir groseramente, debilita al poder político y a la democracia. Lo más grave es que abre el camino a las protestas en las calles para exigir coherencia y compromiso. Hay tiempo para rectificar en el pleno.

La rendición de cuentas ya no espera a que termine el periodo congresal, se va haciendo día a día. La vigilancia ciudadana está unida a la protesta y a la indignación por la burla y el incumplimiento. No provocarla. Deben rectificar.