domingo, 27 de noviembre de 2016



PAPAS CON CAMOTES


Mi columna HOJA DE TIEMPO en Correo del 26 11 2016

PPK rechazó el maltrato a Jaime Saavedra, su ministro de Educación heredado. Lo respaldó como Jefe de Estado en acción política entendible ante la interpelación promovida por el fujimorismo.

Saavedra es una persona decente aunque ahora enfrente denuncias que deben ser investigadas para lo cual se ha mostrado correctamente accesible. Está haciendo frente a un cargamontón a todas luces incorrecto que como denunció PPK puede ocultar “intereses no declarados”. Eso podría ser pero no hace admisible la distorsión en que incurren quienes mezclan papas con camotes para acallar a quienes defienden la autonomía universitaria y son atacados falsamente por pretender tirarse abajo la reforma. No todo es dinero también hay principios aunque pocos lo crean.  

La reforma educativa en todos sus niveles es indispensable. Nadie podría estar en contra de esta política de Estado. Pero la Ley Universitaria 30220, como toda acción humana, es perfectible, y lo han reconocido los mismos Saavedra y PPK. Se puede mejorar. Lo que no se puede hacer es silenciar toda crítica atribuyéndole fines protervos o mercantilistas.

Pedir que la SUNEDU supervise la educación con la misma autonomía con que la SBS supervisa la banca y las finanzas, sin interferencia ni subordinación política, no es igual a bajarse a Saavedra ni a detener la reforma universitaria. No aceptamos que se lucre con la educación pero tampoco que existan sueldos de hambre para las universidades públicas. O que el poder político digite lo que se hace en sus claustros. No más falsos discursos pro calidad con maestros doctores con sueldos de cien dólares.

Necesitamos un debate con información, pluralismo y contraste. Solo se ha escuchado a Mora y a Saavedra. No a docentes ni a constitucionalistas a pesar de sus manifiestos. Lo primero, no maltratar ni mezclar. Lo segundo, escuchar a todos, sin santificar a unos ni satanizar a otros.





EL ESTADO INUTIL
En Político.pe el 26 11 2016
Se fugó Nadine Heredia a Suiza y las autoridades no pudieron evitarlo. La justicia aparece burlada y los jerarcas del poder se exhiben impotentes ante la viveza de quienes conocen sus fallas desde dentro. Todo esto aparece como la cereza en la torta de la impunidad. La gente critica la inacción, la incapacidad y hasta la corrupción que permite a quienes medran del Estado seguir haciéndolo a vista y paciencia de todos. Muy grave porque la autoridad eficiente y necesaria no viene del discurso o de los papeles más o menos destrabados sino de la moral y el respeto a los principios y a las normas de la convivencia.
Si el Estado no puede garantizar el fundamental derecho a la vida, como está sucediendo con el progreso de la criminalidad en las calles, no se justifica. Si no puede castigar a quienes incumplen sus leyes tampoco. El Estado es un ente cuya abstracción pugna por su supervivencia pero basada en realidades. Para ello necesita de aquellos sobre los que impera. Toda abulia es falta de voluntad, de decisión, una enfermedad institucional que solo se explica por motivos mayores que malamente pueden ser los del dinero que compra voluntades para superponerse a todo principio de bien común.
Lo grave es cuando la percepción de que el Estado es inútil se extiende y generaliza. De que no sirve a los intereses de la sociedad, que no justifica la inversión económica que vía impuestos hacemos en él, ni la subordinación política que deja en los elegidos las decisiones que nos afectan. Todo esto puede culminar en el anarquismo que según el caso sirve para dar como para quitar a los interesados privilegiando sus propios fines.
Como no podemos renunciar al Estado ni signar la disidencia, nos toca fortalecerlo. Se impone una revolución moral. El bien común solo está bien servido cuando  el balance de la suma del servicio para todos es positivo. El Estado se determina y se concreta por sus fines. Lo primero el cumplimiento a la ley igual para todos, sin privilegios escandalosos, es un deber del ciudadano y del hombre moral. Sin ello no podemos hablar de Estado de Derecho.
Nos sentimos incluidos en este Estado no tanto por imposición como por convencimiento. Nadie quiere alinearse con lo salvaje y con lo hostil, con todo aquello que desde las catacumbas debe quedar fuera de la ciudad.
Pero tampoco se trata de un juego de apariencias que legitime lo que no existe. El discurso estatal debe convencernos del beneficio de actuar conforme a ley, nunca al margen o fuera de ella como sucede con la informalidad o con el crimen. Lo esencial es la autoridad moral de quienes nos dicen lo que debemos hacer.

Lo primero, ninguna jerarquía puede desdeñar el factor ético que la explica y justifica. Lo segundo no hay lugar a privilegios lesivos a los intereses comunes. Ni incoherencias ni inconsistencias. Menos aún apariencias de realidad o falsos discursos que disuenan con lo que estamos viendo y viviendo.

domingo, 20 de noviembre de 2016



LA TRISTEZA 

NO ES SUFICIENTE


En Correo el 19 11 16

Nos golpea y muy fuerte el incendio en Larcomar. A menos de 24 horas otro en Surquillo. Nos traen a la mente la tragedia de los quemados, una palabra que duele. Ver a las víctimas espanta, preferimos no mirarlas. Las quemaduras son un adelanto del infierno, no dejan víctima indemne. El que no muere queda con secuelas de horror en el cuerpo y en el alma. Son para filmes negros y nadie quiere siquiera imaginar ese tormento. Existen pero no existen. Les suceden a otros no a nosotros.

Una evasión sicológica que es un paso para la poca responsabilidad, individual y colectiva. No es insensibilidad aunque es cierto que preferimos mirar a otro lado. No pensamos que podemos evitar que más personas sean afectadas si sabemos prevenir o tratarlas inmediatamente.

Jugar con fuego puede ser un deporte que practican niños y hasta adultos cuando quieren probar el punto en que pueden soportar el daño, el dolor, el peligro, la transgresión. La atracción por el riesgo existe. Accidentes graves y menos graves suponen inmadurez e infantilismo social.

La tristeza es inmensa por los incendios y sus víctimas: Mesa Redonda, Utopía, El Agustino, Larcomar etc etc. Pero no es suficiente. También están los dramas cotidianos en los hogares, aquellos que se ensañan con los niños y con los más pobres. Y en los centros laborales.

SE PUEDE PREVENIR grita la Sociedad Peruana de Prevención de Quemaduras que con este lema lanzará este 14 de diciembre una Gran Campaña Nacional de Prevención de Quemaduras. Nunca antes hecha a pesar de la urgencia de romper el escapismo, de adelantarse a los pavorosos accidentes por fuego o electricidad u otros agentes térmicos.


Tan generosa iniciativa merece el apoyo de todos, instituciones, empresas, personas. El número de quemados crece. El drama hay que mirarlo de frente. 


LA BUENA VOLUNTAD 
NO HACE MILAGROS

En político.pe el 19 11 16

PPK dio un mensaje a la nación antes de comenzar a actuar como un honroso anfitrión de los líderes del mundo en un país que los recibe con los brazos abiertos, en feriados forzosos. Aprovechó para decir que recibe las críticas a su gobierno con gratitud. Aseguró que actúa con rectitud, algo que no está en cuestión, felizmente.

Su mensaje lo acerca a sus electores en una buena coyuntura, una semana en la que circulará entre los grandes del planeta. Pero no basta la gratitud y menos la soltura. Tampoco la buena voluntad cuando hay demasiados y tempranos problemas para un gobierno con tan poco recorrido. Las críticas son de fondo. Preocupa la unidad y calidad de su bancada, también que su partido sea tan “calichín” que no pueda sostener un gobierno idóneo para un país tan complejo y exigente. Que sus tecnócratas en puestos claves no sepan hacer política como los operadores indispensables que deben ser.

Hilar fino, hacer política de la mejor y contar con voceros y operadores que atiendan al desafío son las respuestas que se esperan. Sus tecnócratas deben conocer el rumbo marcado por PPK el 28 de julio, por una revolución social en marcha, pero el ciudadano no la percibe y menos a la velocidad que pretende el presidente.

La política se alimenta de percepciones y así se construye la legitimidad y la confianza. Lo sucedido con Carlos Moreno lo afectó en su línea de flotación en los primeros cien días. Su escasez de partido de gobierno y de cuadros importantes lo ha llevado a mantener varios heredados del humalismo, restos de un “legado” más cuestionable cada día. El fujimorismo denuncia con voz fuerte (y algo de razón) la “nefasta continuidad”.

PPK, más allá de su simpatía y buena onda, deberá afrontar, pasado el estrellato de la APEC, los varios problemas de fondo que no se resuelven renovando campañas propagandísticas sino exhibiendo resultados que la gente aprecie como un real cambio. En especial sobre la seguridad ciudadana, para la cual no es suficiente que se incremente “el número de capturas de delincuentes peligrosos” y contra la corrupción que sigue rampante.

Terminada la APEC reencontrará la gobernabilidad amenazada, el agravamiento de los conflictos sociales alrededor de la minería, una bancada desconcertada que debería ser el eje del apoyo parlamentario al gobierno y no lo es, la evaluación honesta de cuadros y nombramientos, más un largo etc. Todo ello ad portas de las fiestas del fin del año.

Que le sea leve. Quienes, como Carlos Bruce, pretenden tenerla clara, pueden resultar un peligro. Las encuestas muestran una realidad que debe verse de frente. Si bien no tienen la varita mágica para solucionar todo en un momento, sí están obligados a mostrar su liderazgo para seguir convenciendo. Que la esperanza no se diluya. Por lo menos no tan pronto.


domingo, 13 de noviembre de 2016




LOS 70 AÑOS



En Político,pe el 12.11.16

El Perú no puede darse el lujo de privarse de la participación  de sus mejores docentes, de quienes a los 70 años o más, son doctores en la ciencia y en la vida, que han publicado libros y tienen vasta experiencia. Pero la ley universitaria 30220, los desecha para la universidad pública no para las privadas.

Estos docentes nombrados siguen  cumpliendo con sus actividades académicas pero ya no tienen todos sus derechos. No pueden ser candidatos ni tampoco autoridades, son demasiado viejos, su sabiduría no sirve, la acumulación de su experiencia tampoco, menos aún sus estudios y títulos. La lápida está puesta por el art 83 de la Ley Universitaria y esta discriminación viola el art 2 de la Constitución, que dispone el derecho a la igualdad de todos los ciudadanos. 

La misma Ley Universitaria 30220, en su art 88, establece como un derecho del docente ordinario elegir y ser elegidos en las instancias de la dirección institucional. Pero los de 70 años no han cesado y están en el limbo porque no hay un reglamento para aplicar ese artículo 84 y esa omisión ha sembrado el desorden y la incertidumbre en todas las universidades públicas. 

Cada universidad busca enfrentar el tema de la mejor forma.  San Marcos tiene un cronograma por el cual el próximo 2017 deberán cesar los docentes de 80 años, el siguiente año los de 75 y posteriormente los de 70. Mientras tanto la condición de docentes ordinarios está indemne y si no han cesado, deberían tener vigentes todos sus derechos. Otros estatutos han establecido que el cese por edad sería solo para los que ingresen con posterioridad a la promulgación de la norma por el principio de irretroactividad, derogación y abuso del derecho. La Ley sólo es retroactiva cuando favorece al trabajador y no es el caso.

En las ya próximas elecciones de la Universidad Federico Villarreal los docentes de 70 o más años podrán votar pero no ser autoridades. No sirve la calidad ni la experiencia. Suena irónico cuando el Ministro de Educación dice que la prioridad es la inversión en los maestros. Y más aún cuando el Perú tiene un presidente elegido a los 77 años y que culminará su periodo siendo octogenario y con todos sus derechos, como debe ser.

Toca al Congreso rectificar. Eliminar ese artículo 84 o reglamentarlo con arreglo a los derechos y garantías fundamentales. Les corresponde impedir que la Ley Universitaria, que debe ser perfeccionada, siga colisionando con el principio de la igualdad, la libertad de cátedra, el derecho al trabajo y la autonomía universitaria. La Comisión de Educación tiene la palabra para que los claustros de la universidad pública recuperen la tranquilidad que nunca debieron perder.

sábado, 12 de noviembre de 2016



LAS ENCUESTAS 
DEL ERROR

Mi columna Hoja de Tiempo en Correo del 11-11-16
Pocos dudan del gran poder de las empresas encuestadoras que miden opiniones y percepciones. Los políticos viven atentos a su aceptación, los gobernantes esperan su aprobación para ver la suerte de su oferta electoral. Más allá de números y cifras frías, reflejan sentimientos e influyen en la decisiones y no solo en época de elecciones. Son un poder no una simple referencia a pesar de que sus instrumentos de medición tienen siempre margen de error.
Pero el gran error sorprende y les hace perder confianza y credibilidad. No solo tenemos el shock de la inesperada victoria de Donald Trump que pone a la cabeza de la gran potencia a un hombre intemperante y avasallador en temas sensibles, que hace temer por la forma en que ejercerá su liderazgo mundial. Las encuestadoras dijeron que ganaría Hillary Clinton pero más de un millón de votantes del candidato republicano se invisibilizaron para ocultar su rechazo a los políticos, encarnados en la lideresa demócrata. No declararon su voto vergonzante ni los encuestadores los vieron venir, no los contaron en sus pronósticos. No intuyeron esa inmensa masa que votó contra Clinton más que a favor de Trump.
Medios y encuestas no leyeron el espíritu de la gente, se quedaron en las cifras. Y no es la primera vez. Este 2016 tuvimos dos grandes decepciones. Nos dijeron categóricamente que el Brexit sería rechazado pero fue aceptado con gran pena para la Unión Europea. Igual sucedió con el plebiscito colombiano trascendental para esa nación y para el continente. Nos dijeron que aceptarían la paz pero ganó el No. El pueblo entendió que se favorecía a las FARC.
Es hora que las encuestadoras perfeccionen sus técnicas de medición o que reconozcan más profundamente a los votantes. Que refinen sus pronósticos. Si no lo hacen no servirán.


sábado, 5 de noviembre de 2016



CUIDAR 
NUESTRAS 
INSTITUCIONES TUTELARES

Publicado en Correo el 05 11 16

La elección con criterio político de tres directores del Banco Central de Reserva ha motivado indignación. Dos de ellos sin la formación económica exigida, un tercero en posible conflicto de intereses por pertenecer a una consultora que no debería acceder a la delicada información que maneja la máxima entidad de política monetaria del país. PPK se curó en salud al ratificar a Julio Velarde caracterizado por su eficiencia dentro de un perfil discreto sin altisonancias. Dirige un directorio que debe ser una isla de excelencia y pulcritud en beneficio de un trabajo tecnocrático depurado que se caracteriza por la reserva.

Demasiados intereses nacionales impiden que en una institución tutelar como el BCR ingrese la política, simplemente no es su espacio. Como tampoco lo es la Superintendencia de Banca y Seguros cuya nueva titular Socorro Heysen ha anunciado el respeto a los valores de la tecnocracia responsable que históricamente la ha caracterizado y colocado entre las mejores instituciones del país. Una necesaria  evaluación está en marcha sobre el personal ingresado en el quinquenio pasado en que pudo darse un reclutamiento indiscriminado y de alguna manera politizado. Nadie dudaría que la supervisión financiera exige muy alta preparación profesional.


En plena lucha del régimen contra la corrupción, el BCR y la SBS necesitan garantizar el alto nivel ético de sus máximos funcionarios. Recordamos el notable gesto de Juan José Marthans quien al cesar como Superintendente de Banca, Seguros y AFPs- año 2007- pidió voluntariamente el levantamiento de su secreto bancario. Una acción aislada que debería hacerse legalmente obligatoria para los funcionarios de alto nivel en la SBS, el BCR, la SUNAT, las empresas públicas más un gran etc. Muy importante gesto porque no basta para la transparencia con la declaración jurada, al ingresar y salir de un alto cargo. La impunidad se propicia también por silencios cómplices y por temores reverenciales.

Terminó la luna de miel
 (y también el recreo)

LOS CIEN DÍAS DE PPK

Publicado en el Portal Político.pe el 04 11 16

Terminó la luna de miel y también el recreo. Sin perder el buen humor ni el oído musical Pedro Pablo Kuczynski deberá asumir que le esperan muchos malos momentos y preocupaciones en este quinquenio. Gobernar un país tan complejo no es fácil. A pesar de su experiencia y capacidad los emblemáticos cien días iniciales han sido solo el calentamiento que ha podido disfrutar con alta aprobación que comienza a bajar. Conflictos sociales anunciados, corrupción, incoherencias, desunión, imposiciones naranja y el temible desencuentro entre Ejecutivo y Legislativo.

Muchos analistas han querido ver un modélico interaccionar en el cual el fujimorismo lleva las riendas a base de cesiones y concesiones cuidando la gobernabilidad mientras blande la espada de Damocles, de sus contundentes 72 votos, con selectividad, eligiendo el buen momento para dejar sentir su peso concluyente y definitivo. Sucedió recientemente con la designación de los nuevos directores del Banco Central de Reserva y sucederá cada vez que quieran. Los fujimoristas ganaron en las urnas y ahí están, sin mucho brillo, dispuestos a cobrarse la derrota presidencial.

PPK ha tenido su momento de gracia con la ciudadanía, una gracia que se va diluyendo ante los problemas graves y concretos de cada día. Enfrentarlos significa exhibir un Ejecutivo unido y coherente, un objetivo para el cual la ppbankada ayuda poco y el primer ministro Zavala, voluntarioso y trabajador, sigue un curso acelerado de operador político. Faltan operadores respondones entre los congresistas oficialistas y entre los ministros. Parecen, con algunas excepciones,  muy tecnócratas pero poco hábiles con la esgrima verbal.

Es muy importante el romance con la sociedad que ha venido sosteniendo PPK. La gente lo quiere y quiere creerle. Como no tiene un gran partido que lo respalde ni una bancada consistente la tecnocracia que él protege está obligada a ser eficiente pero también muy política.

Y no es el caso. Hay una revolución social prometida que sedujo en su momento y que debe ser seguida y atendida para que la población se mantenga confiada y animada. Los cambios ofrecidos no pueden quedar olvidados, hay que irrigar permanentemente la oferta del agua y de la energía para todos y hacerlo mientras se exhiben logros en seguridad, salud y anticorrupción. Nada fácil.

Que no se repitan los errores del nacionalismo, puede haber mucha publicidad oficial y millones de soles en juego pero no servirán de mucho si no hay realizaciones. Humala gastó mucho y siguió cayendo. Publicidad es propaganda. La gente quiere acciones precisas y efectivas que puedan mejorar la vida cotidiana. Y quiere creer que PPK cumplirá, ese es el gran reto, no perder el capital de la esperanza.