jueves, 14 de mayo de 2020



URGENTE NUEVO GABINETE!!

En Correo el 8 de Mayo 2020

Mañana es un día de la madre en confinamiento, algo que nunca sucedió en esta celebración homenaje, También será el fin de la cincuentena. La angustia crece por los malos resultados del gobierno, los peores de la región. Martín Vizcarra, sus Ministros y asesores no han dado la talla ante el desafío. Lo menos que podríamos esperar es autocrítica y mayor tolerancia a la crítica, menos arrogancia y más sentido común para consultar a los que saben. Sufrimos los errores, las omisiones y la falta de conocimientos para salvar vidas, las ya perdidas y las que se perderán al reactivarse empresas y servicios. El contagio se incrementará cuando el sistema de salud ya está colapsado y la curva de infectados y muertos no se aplana.
Entre omisiones, errores y aprovechamientos políticos y económicos se juegan las vidas de miles de peruanos. Requerimos otra estrategia y otra conducción desde otro gabinete formado por ministros con conocimientos, experiencia y especialización. Las responsabilidades de lo sucedido se ajustarán en su momento pero hoy estamos ante una gran emergencia, una amenaza de exterminio a los más pobres que siendo las víctimas son paradójicamente señaladas como culpables de las malas cifras. No se trata de lo pasado sino del presente que exige capacidad. Un gabinete de ancha base o un gobierno de unidad nacional es un recurso fundamental a la medida de la gravedad. 
Convocar comandos de expertos en salud y en manejo económico ya que la crisis está en ambos frentes. Y el Congreso debe exigir al presidente las rectificaciones que lo obligarán a llamar a los mejores por encima de las diferencias y de los intereses políticos que lo han guiado hasta hoy. Y apelar a las FFAA, a su movilización para la defensa nacional, para apoyar las decisiones del poder civil tal como lo pidió el almirante Jorge Montoya. Estamos sobre un volcán.



GOBIERNO 
DE UNIDAD NACIONAL

En Corrreo el 01 de Mayo 2020
Terminaremos el aislamiento y seguimos a ciegas sobre el contagio masivo y las víctimas del COVID. Cansados del encierro y también de la complacencia del gobierno, inmune a la crítica y propenso al maquillaje de las cifras reales que el New York Times ha publicado de un Perú con los peores resultados en la región. Las malas decisiones vienen de un equipo ministerial cuestionado antes del cierre del Congreso y que ahora no puede enfrentar la crisis con muertos que se acumulan, contagios que crecen, ayuda económica que no llega a los pobres, logística deficiente que genera colas y aglomeraciones. Una recesión económica descomunal acecha mientras el gabinete pide a gritos un cambio por gente comprometida, capaz y representativa. 

Hay enorme desconfianza mientras el triunfalismo irrita por las cifras mentirosas, las pruebas rápidas imprecisas, las camas de UCI que faltan, los pacientes que mueren en las puertas de los hospitales, el número de respiradores insignificante para las urgencias, los miles de peruanos que invaden las carreteras y la policía resentida que va hacia la inacción mientras los penales hierven en defensa del derecho a la salud y a la vida. La curva no se ha aplanado y el desborde está aquí. El silencio no es una opción. 

No se ve el final del túnel. Sólo un gobierno de salvación nacional o un nuevo gabinete de ancha base reunirán la fuerza para remar en la misma dirección, para salvar vidas de la enfermedad y del hambre. Tan grave como esto. Los gobiernos enarbolan la unidad en momentos cruciales como guerras y catástrofes. Un gabinete de unidad nacional con profesionales capaces por encima de ideologías e intereses de grupo es un recurso de gran poder para evitar el caos, la anarquía, el desgobierno y la violencia que traerán el contagio masivo, el dolor, el hambre y la necesidad. O vamos directo al despeñadero.



EL CANSANCIO 
DE LA CUARENTENA


En Correo el 24 de abril 2020

La prórroga de la cuarentena estaba cantada y nadie puede asegurar que no habrá más. Hay poca credibilidad en los datos oficiales. Sabemos lo que vemos y ello indica que estamos alcanzando límites del aislamiento y del bloqueo económico que lesiona familias y empresas. Cuando hay cansancio surge la intolerancia y las críticas al Gobierno por un equipo ministerial con muchos errores y poca capacidad para enfrentar el enorme desafío. La caja fiscal puede ayudar pero la logística no da la talla, son más los riesgos de colas y aglomeraciones que la eficacia en su distribución. La mayor recesión económica de las últimas décadas acecha lo que significa hambre y desempleo.
El Gobierno parece inmune a la crítica y más aún a la autocrítica. Las compras que se realizaron y las que se omitieron van dejando forados de desconfianza. Nos faltan pruebas moleculares y rápidas, las camas de UCI de los hospitales públicos son insuficientes, el número de respiradores es insignificante para las urgencias. Ante un peligro de vida o muerte hay responsables. Pruebas y mascarillas debieron llegar y no llegaron. Estuvo bien la cuarentena temprana y estricta. También la celeridad de la decisión de ayuda social. Pero las soluciones pasan por mayor organización y planeamiento ante el sistema de salud desbordado. No podemos seguir actuando a ciegas sin pruebas moleculares. Este retraso es fatal y tras cuarenta días la gente, harta del encierro, se vuelve irresponsable y ansiosa. Se va perdiendo el ánimo. La improvisación y las deficiencias sumadas a los errores tienen un costo social que se multiplica sin que sepamos cómo se expresará. A todos nos interesan respuestas eficaces y oportunas y para ello deben llamar a los mejores especialistas para hacer correcciones y formular nuevas propuestas. Necesitamos nuevas energías con nuevas caras y nuevas ideas. El gobierno no tiene el monopolio de la verdad.