PPK DEBE
RENUNCIAR
MARIA DEL PILAR TELLO
Artículo escrito para ser publicado el 29 de diciembre en el Portal Político.pe, pero no se pudo por estar este medio digital en periodo de vacaciones.
PPK ofrece reconciliación y con ella ofrece un
cogobierno con el fujimorismo que hasta hace poco fue su adversario más fuerte
al punto de querer sacarlo del poder vía la vacancia.
Es con el fujimorismo que PPK se apresta a presidir un
régimen sin confianza ni credibilidad, totalmente deslegitimado ante su
organización política y ante quienes lo llevaron al poder.
El antifujimorismo votó por PPK para impedir el
retorno del fujimorismo a través de la hija del ex gobernante de los noventa.
Ese sector ahora está defraudado por esta estafa política. El indulto negociado
es un agravio a los hombres que le fueron leales, de ahí la seguidilla de
renuncias de altos funcionarios lesionados en la confianza que le concedieron.
El desprestigio es nacional e internacional. The New
York Times habla de la venalidad del indulto que alienta la impunidad y hace
tambalear el estado de derecho en el Perú. Nada más grave que eso y si PPK
piensa que puede seguir adelante haciendo caso omiso a la caldera que ha
encendido está equivocado. Ni siquiera la renovación del gabinete, con eficaces
operadores políticos -como los voceados Ántero Flores-Aráoz o Jorge del
Castillo- podría hacer mucho ante un escenario marcado por las contradicciones,
las falsedades y las medias verdades.
La única forma de impedir ese cogobierno contranatura
es que PPK renuncie ahora que es el buen momento. De otra forma vendrán tiempos
peores para él y para el país. Que entregue el poder constitucionalmente a
Martín Vizcarra quien con apoyos democráticos podrá conseguir que en los 3 años
y medio que faltan se haga políticamente algo consecuente con el mandato que recibieron
en las urnas.
PPK debe renunciar para protegerse. Nadie lo defenderá
cuando la tormenta de las declaraciones de Marcelo Odebrecht y de Jorge Barata,
previstas para enero, lo ponga nuevamente contra las cuerdas dando argumentos para
otra vacancia que podría terminar con la entrega del poder al fujimorismo vía
un gobierno de transición.
Si no renuncia tendrá que pactar la gobernabilidad y
conceder todo lo que el fujimorismo exija. Su jefe histórico está en libertad y
lejos de estar al borde de la muerte, parece listo a compartir el poder con su
benefactor hoy huérfano de todo apoyo. PPK es hoy el rehén del fujimorismo.