viernes, 1 de junio de 2018



EL CONGRESO 
EN LA MIRA


En Correo mi columna HOJA DE TIEMPO el 2 de junio 2018

Mientras el Congreso entregaba la medalla de Honor al Cardenal Juan Luis Cipriani “en merito a su destacada vida pastoral y labor evangelizadora, trayectoria como primado de la Iglesia Católica del Perú y por su compromiso de la paz en nuestro país” en otra esquina monseñor Pedro Barreto, muy próximo Cardenal, cuestionaba duramente al mismo Congreso  por la compra de televisores, frigobares y computadoras y porque se encuentra “de espaldas a la realidad del país” lo que significa una corrupción que no debemos aceptar porque es un poder del Estado.

Barreto es muy duro pero conecta con la ola de críticas al Parlamento y con su baja aprobación. Denostó a los legisladores que incumplen con “dictar leyes a favor de la sociedad” y por la falta de “resultados positivos”. Afirmó que viven del Estado y no quieren soltar la ‘mamadera’, expresión complicada para la plaza Bolívar.

Al chubasco se agregó el presidente de la CONFIEP, Roque Benavides, quien percibe "mucho, mucho populismo" en el Congreso cuando de lo que se trata es de aprobar las reformas necesarias para promover la actividad económica en el país.

De estas críticas a las marchas en las calles hay pocos pasos. La coincidencia exige un parlamento distinto. No hay colisión de poderes pero enfrentamos una situación grave de incapacidad y de esa corrupción que los keikovideos hicieron evidente. La gente no olvida y después de casi dos años de choque abierto se espera una acción alejada de todo populismo o demagogia. La mala imagen parlamentaria afecta todas las bancadas pero la de los fujimoristas es la que dirige y decide gastos desmesurados, viajes y asesores que no producen y comisiones innecesarias. Les toca escuchar las voces críticas y los gritos de la calle. Más ahora cuando se aprestan a elegir nueva Directiva, ojalá plural y diferente, y a desaforar a Kenyi y amigos. Veremos.



LA LECCIÓN 
DEL GUERRERO

En Político.pe el 2 de junio 2018

Paolo Guerrero jugará el  Mundial Rusia 2018. La medida cautelar que presentó ante el Tribunal Federal Suizo procedió y consiguió la autorización para jugar en el mayor evento internacional del futbol. Guerrero  hizo honor a su apellido, no se durmió sobre sus laureles ni se quedó conforme con lo que consideraba una injusticia que puso a todo un pueblo a llorar su ausencia como capitán de la selección peruana. Dio batalla en las diferentes instancias posibles y al final lo logró- El TAS (Tribunal Arbitraje Deportivo) le comunicó la buena nueva en un documento oficial. La sanción queda suspendida y puede cumplir su sueño.
No aceptó el reposo ni la resignación del guerrero, hizo su propia lucha cuando muchos daban por perdida su causa y aunque con tristeza ya lo tenían por liquidado como seleccionado nacional y como jugador profesional internacional.
Pero Guerrero nunca lo consideró así y al perseguir con todos los recursos posibles aquello en lo que cree dio lección de dignidad, de amor propio, de confianza en sí mismo y sobre todo de perseverancia. Más allá de los goles que seguramente convertirá en Rusia, que harán delirar a sus hinchas en todos los rincones de la patria, ha dado -con su actitud de valentía y consecuencia- una gran instrucción moral a la nación.
Y en especial a la juventud peruana cansada de malas noticias, de ausencia de valores, de corrupción y hasta de ignominia. Ávida de triunfos, de consecuencia, de batallas por ser libradas para darnos glorias y excelencia como sucedió con la emocionante clasificación peruana para ir al mundial  después de 36 años.
Esta es la gran lección de la confianza en sí mismo y de la autoestima que hemos ido perdiendo en tantas batallas en las que el liderazgo político y social no ha estado a la altura de lo esperado. Gracias Paolo por ser más de lo que el imaginario popular pudo concebir, por tener el temple de la valentía y el coraje, eres el capitán del futbol peruano pero también el de los ideales y las ilusiones, el de la consecuencia y el valor. Bien por ti y por los símbolos que necesitamos. Eres no solo el capitán y el gran futbolista, eres el guerrero peruano de los sueños imposibles.
Párrafo aparte -en este plano simbólico de lecciones que llegan al corazón- merece Doña Peta, la mamá leona, la aguerrida y la fuerte en ánimo y energía, la que salió a las calles y mezcló lágrimas con gritos en defensa de su hijo. No se quedó tranquila ni resignada, dio la batalla y el Perú la vio en las plazas casi sin voz para desplegar su fe y su confianza en la justicia divina y humana para su hijo. Exigió, reclamó y lució esa aristocracia que no viene del dinero sino del espíritu y la moral en alto, la fe que conmueve. Hoy todo el Perú la acompaña en su alegría.