LA LECCIÓN
DEL GUERRERO
En Político.pe el 2 de junio 2018
Paolo Guerrero jugará el Mundial Rusia 2018. La medida cautelar que presentó ante el
Tribunal Federal Suizo procedió y consiguió la autorización para jugar en el
mayor evento internacional del futbol. Guerrero hizo honor a su apellido, no se durmió sobre sus
laureles ni se quedó conforme con lo que consideraba una injusticia que puso a
todo un pueblo a llorar su ausencia como capitán de la selección peruana. Dio
batalla en las diferentes instancias posibles y al final lo logró- El TAS (Tribunal Arbitraje Deportivo) le comunicó la buena nueva en un
documento oficial. La sanción queda suspendida y puede cumplir su sueño.
No aceptó el reposo ni la resignación del guerrero, hizo su propia lucha cuando
muchos daban por perdida su causa y aunque con tristeza ya lo tenían por
liquidado como seleccionado nacional y como jugador profesional internacional.
Pero Guerrero nunca lo consideró así y al perseguir con todos los recursos
posibles aquello en lo que cree dio lección de dignidad, de amor propio, de
confianza en sí mismo y sobre todo de perseverancia. Más allá de los goles que
seguramente convertirá en Rusia, que harán delirar a sus hinchas en todos los
rincones de la patria, ha dado -con su actitud de valentía y consecuencia- una
gran instrucción moral a la nación.
Y en especial a la juventud peruana cansada de malas noticias, de ausencia
de valores, de corrupción y hasta de ignominia. Ávida de triunfos, de
consecuencia, de batallas por ser libradas para darnos glorias y excelencia
como sucedió con la emocionante clasificación peruana para ir al mundial después de 36 años.
Esta es la gran lección de la confianza en sí mismo y de la autoestima que
hemos ido perdiendo en tantas batallas en las que el liderazgo político y
social no ha estado a la altura de lo esperado. Gracias Paolo por ser más de lo
que el imaginario popular pudo concebir, por tener el temple de la valentía y
el coraje, eres el capitán del futbol peruano pero también el de los ideales y
las ilusiones, el de la consecuencia y el valor. Bien por ti y por los símbolos
que necesitamos. Eres no solo el capitán y el gran futbolista, eres el guerrero
peruano de los sueños imposibles.
Párrafo
aparte -en este plano simbólico de lecciones que llegan al corazón- merece Doña
Peta, la mamá leona, la aguerrida y la fuerte en ánimo y energía, la que salió
a las calles y mezcló lágrimas con gritos en defensa de su hijo. No se quedó
tranquila ni resignada, dio la batalla y el Perú la vio en las plazas casi sin
voz para desplegar su fe y su confianza en la justicia divina y humana para su
hijo. Exigió, reclamó y lució esa aristocracia que no viene del dinero sino del
espíritu y la moral en alto, la fe que conmueve. Hoy todo el Perú la acompaña
en su alegría.
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