domingo, 5 de agosto de 2018




¿TODOS CONTRA TODOS?

En Político.pe el 5 de agosto 2018

Todos los peruanos de bien estamos por la reforma de la justicia y por desterrar la corrupción que en nuestro país se presenta multiforme y ubicua. Pero instalada la guerra de los audios vamos entrando en una guerra de todos contra todos. Y cuando todos son culpables al final nadie lo es. No podemos perdernos en una marea que nos arrastre sin control posible. Si como parece existen miles de audios que son entregados a diversos medios sin distinguir entre lo importante y lo baladí, nadie ganará con la crisis de desconfianza y sospecha generalizada. Repudiamos el tráfico de influencias de magistrados que han hecho de la coima su forma de vida pero no podemos repudiar igualmente a quienes participan de conversaciones intrascendentes. Hoy almorzar con un involucrado, aún sin expresar interés particular, equivale a la vindicta pública. Los juicios mediáticos están la orden del día sin presunción de inocencia ni garantía de dignidad ni respeto. Y el precio puede ser el bloqueo institucional y la destrucción generalizada de reputaciones.

Al parecer existe intencionalidad en la selección de los audios y su dosificación con criterios políticos o de broncas personales. Estamos banalizando la corrupción con demasiados actores e instituciones bajo fuego y sospecha. El derecho a la buena imagen y a la reputación desaparece con esta estrategia que compite por la atención y penaliza a todo el que es mencionado aun cuando se vea en una relación baladí. Así se distorsiona el escenario, se disfrazan las intenciones y los intereses si solo se trata de lanzar la piedra y levantar el dedo acusador.

Estamos ante la turba que censura y grita. Y ante esta neblina voluntariamente provocada se diluyen las responsabilidades reales. Es un mal momento para nuestro país pero alguien tiene que poner orden y racionalidad. Miles de audios esperan su difusión y en este magma de la vergüenza se mezclan culpables reales con víctimas de la satanización pública sin pruebas. Si la cantidad de audios es tal necesitamos un filtro para separar lo significativo de lo irrelevante. Lo importante de lo intrascendente. Pensar urgentemente en un mecanismo de selección de audios para enfrentar la actual coyuntura de envilecimiento del espacio público que aprovecha la justificada indignación ciudadana.

Mi solidaridad con Aldo Mariátegui, un periodista con quien hemos discrepado muchas veces pero lo creo honesto. Todos tenemos defectos pero entrar a una cueva de lobos con afán de conocer e investigar no hace lobo al investigador.



LA BANALIZACION DE LOS AUDIOS

En Correo el 4 de agosto 2018

La corrupción multiforme y ubicua es la protagonista del escenario político. Hizo bien el presidente Vizcarra en focalizar su mensaje en la reforma del sistema de justicia y en dar un rol principal a la ciudadanía para definir vía referéndum los temas que angustian al país. Pero mientras ello sucede una niebla paralizante distribuye sospechas, desconfianzas y acusaciones sobre todos.  Los audios que empezaron con mucho impacto comienzan a ser demasiados y difundidos selectivamente en una carrera por acaparar atención para que todos levantemos el dedo acusador.

Los problemas del país son muchos para la economía y para la sociedad pero hoy están ausentes de la preocupación general. Muchos funcionarios que deberían tomar decisiones están bajo amenaza de un audio que podría ser irrelevante pero en la dinámica instalada hace culpable a quién sea mencionado. Cuidado, necesitamos equilibrio. No arrojar al bebe con el agua sucia.