EN EL
PARTIDOR
Con la definición de los candidatos comienza
la campaña. Hace dos días vimos al nacionalista Milton Von Hesse en una presentación
empañada por vituperios y ratas. Ayer Alan García, el ex presidente aprista,
que tienta un tercer mandato, se mostró en olor de multitud ante sus
enfervorizados seguidores. En poco tiempo vendrán los demás en busca del apoyo
mediático más que del de la gente lo cual es un reiterado error. Todo político debe
obligarse a escuchar y conversar con los ciudadanos antes que dedicarse a la propaganda.
Más allá de los mítines o de los debates cara a cara, la batalla por los votos
se libra también en la red. Va desapareciendo el famoso patrullaje callejero
que megáfono en mano recordaba arengas y eslóganes. También las grandes plazas de
masivas concurrencias. Twitter es el espacio privilegiado para el mitin
electoral permanente y por su inmediatez y capacidad condensa mensajes claves. La
Ciberpolítica ya es decisoria en el avance y los resultados como lo demostró
tempranamente Barack Obama en sus dos campañas. Ahora los Community Managers entrenados
y experimentados llegan a todos, en especial a la juventud.
La tecnología desafía con nuevos conceptos de
comunicación política más cercana a la ciudadanía. Obama lo aprovechó muy bien
aunque por aquí los candidatos todavía se debaten entre lo mediático
tradicional y las prácticas de barrio. Dependerá de cada uno que los activistas
no se asimilen a las pandillas de violencia congénita. Más allá del Pacto de
Honor recién suscrito por los partidos, la norma exigible es que se mantenga un tono correcto y educado sin
groserías, ataques personales o expresiones de mal gusto que
pueden lesionar cualquier trayectoria e imagen, inclusive las más cuidadas. Ejemplos
recientes son PPK llamando torpemente a su perro Perú y la comparación que hizo
Ollanta Humala del Estado con una combi. Desaciertos como estos pueden matar
candidaturas.
Pero el aspecto deficitario sigue siendo la propuesta bien
estudiada y el debate serio. Oportunismo
y cortoplacismo riman cuando los candidatos se dedican solo a la propaganda
electoral sin dar importancia a las ideas que deberían ser contrastadas permanentemente
con las de los otros candidatos. Ya estamos en el partidor y hay que pensarlo.