domingo, 14 de enero de 2018


TIEMPOS DE ESPERA
En Correo el 13 de enero 2018
La crisis permanece mientras PPK se fragiliza más, al punto de pedir que lo dejen trabajar. La política peruana sigue en shock solo ignorado por quienes se han puesto la venda y la banda. Se equivocan quienes consideran como un hecho la reconciliación ficta. El simplismo asusta, la debilidad reina y pierde el país. Tenemos un presidente que cree haber salido indemne de su traumática travesía de fin de año, confía demasiado en que sus electores no le cobrarán por haberles dado groseramente la espalda al pactar su permanencia en el cargo con el fujimorismo. El carecer de cuadros de gobierno con ideología y objetivos le pasará factura y el corte y pega del gabinete no da para los mejores augurios aunque existen al interior personalidades confiables que podrán hacer excelente papel como Abel Salinas, en Salud, por ejemplo.
Tiempo de espera y de oraciones. Es de pronóstico reservado el resultado de las protestas en las calles y del cuestionamiento legal al escandaloso indulto en las instancias internacionales. Mientras tanto Fuerza Popular y el oficialismo se reacomodan para enfrentar sus disidencias que son muchas y fuertes. El fujimorismo perdió su hegemonía congresal absoluta y el partido de gobierno se debilitó hasta el bloqueo interno. Muy peligroso. Habrá que esperar para que la permisividad y la indiferencia de muchos ciudadanos no sea parte de la crisis que se hace crónica. Nadie está pensando en lo que significa patria, democracia y anticorrupción.
La juramentación del equipo ministerial no es la gran solución. Más que gabinete de la reconciliación es un gabinete de flotación para que el gobierno no se hunda y nosotros con él. Seguimos creyendo que la mejor opción es la renuncia de PPK en favor de Martín Vizcarra. Si es suficientemente lúcido para protegerse a sí mismo y al país.


LA FRAGILIDAD 
DE PPK
En Político.pe el 13 01 18
Hablamos de PPK partido de gobierno y de PPK presidente a quien ahora le resultará muy difícil sostenerse y gobernar. También a Mercedes Araoz. Ambos mintieron respecto al indulto lo que suma a las falsedades en que incurrió el gobernante respecto de su sinuosa relación con Odebrecht la cual aún no se sabe cómo terminará después de las esperadas declaraciones de Jorge Barata.
Si antes el gobierno deambulaba sin mucho rumbo, ahora será peor. Sin hablar de la beligerante oposición. En el Congreso seguirán fuertes los keikistas, apristas e izquierdistas a lo que se agrega la grita de la calle que no cesa. 
No hay vencedores de esta batalla, todos han perdido ante una ciudadanía harta de falsedades, ataques y maniobras poco o nada éticas.  El que se vayan todos está en el horizonte. Puede que la democracia no esté en peligro pero se ha perdido la ilusión y hoy la gente se siente indeseable comparsa y muchos prefieren ser permisivos con la corrupción que como cáncer silencioso va minando el organismo social. 
La aceptación y permisividad pueden ser la antesala de los estados fallidos en que la violencia, el abuso, la pobreza y la corrupción activan una confluencia nefasta.
Seguimos creyendo que la renuncia de PPK en favor de Martín Vizcarra es la mejor opción. El nuevo Gabinete lejos de ser de la reconciliación es de una flotación coyuntural de pronóstico reservado. Ojalá fuera un equipo competente y afiatado. Felizmente algunas de las personalidades nuevas dan esperanzas de trabajos sectoriales pulcros. Ojalá sea así.