domingo, 26 de junio de 2011

PROLOGO DE RAUL VARGAS



A UN LUGAR SIN LIMITES

Mil gracias a Raul Vargas por sus generosas palabras en el Prólogo a mi libro de pronta aparición electrónica Un Lugar sin Límites, Internet, democracia y desarrollo. Lo comparto con ustedes. Lo encontrarán pronto en el catalogo de libros electrónicos de Amazon.

PROLOGO VACILANTE

MARIA DEL PILAR TELLO
A LA CONQUISTA DEL CIBERESPACIO

Estamos ante una obra que desde las primeras líneas encierra la perspectiva de  una autora entusiasta que, por lo demás, no ha cejado desde hacer varios años de encontrarle sentido a una conciencia crítica e ilustrada y la vinculación de ésta en la urdimbre, desconcertante, polémica, agonista, de comunicación, poder, democracia y desarrollo.

Son grandes palabras que han significado la explosión temática en todos los ángulos del quehacer humano y que al mismo tiempo marcan las incertidumbres y las dudas de un mundo extraordinariamente comunicado pero que deja en pie pocas certezas. María del Pilar Tello es una de los millones de personas persuadidas que en virtud de esta expansión del internet, la magnitud casi sideral del ciberespacio, el destellante universo de voces, opiniones, conciliábulos globales y chismografía elevada a la categoría de una religión, aumenta la libertad del individuo, acrece las posibilidades del conocimiento, acaba con las islas para arribar al océano de la información, y nutre una suerte de parlamanía (diálogo universal intergeneracional) que se dice capaz de controlar la arbitrariedad, la tiranía, el absolutismo del poder.

El principal rasgo que sobresale cuando se habla del ciberespacio, la Internet, las redes sociales es, precisamente, su inmensidad planetaria, lo que hace que nos sintamos intimidados por esta grandiosidad catedralicia que nos lleva a imaginar que si todos estamos intercomunicados se podrá contar con una Torre de Babel habitable que hará posible mayor lucidez, libertad, tolerancia, humanidad, democracia. Por lo menos, graduando el entusiasmo, sí se ha llegado a una nueva era que distingue entre dos clases de individuos  los nativos y los inmigrantes digitales, que la red ha alterado el sistema de relación entre los seres humanos (ya no el vis a vis, la correspondencia sentimental con largo tiempo e interregno, no los gestos ni las señales de humo, ni el tam-tam de los tambores). Pero es el comienzo de una experiencia cuya evolución no podemos prever o imaginar. Ahora la amistad es una variable de la que no se puede escapar. Facebook bombardea diariamente con nombres insólitos, lejanos, impredecibles, que piden ser tu amigo y tú mismo eres un penitente solitario si te resistes a este Ganges que arrastra miles de conciencias que buscan conciencia. Es la relación que busca relación, sin otro objeto que durar.

Los encuentros en la red ya no son subrepticios ni ocultos, buscan iluminar el escenario, hay unas ganas tremendas de saberse escuchado, reflejado en otras mentes, incorporado a la bullente, transitoria e itinerante, humanidad, como la lava hirviente que no se apaga sino se acrece. Es sin duda un espectáculo fascinante  pero además de ser una vía abierta para el conocimiento y su trasmutación, abrir brechas generacionales espectaculares (por eso los padres se confiesan inermes para que no los cubra el maremagnum de la red), derriba las barreras de la intimidad. Y el derecho a las reservas personal, familiar o nuclear, desaparece con los derechos de propiedad autoral, cambia las relaciones de trabajo, estatuye el reino de lo provisional frente a las convicciones ahora decimonónicas del poder constitucional, del equilibrio de los poderes, de la ley y del  equilibrio entre las personas, las sociedades y las naciones.

Siempre que entramos en una nueva era nace el vasto optimismo en que el hombre cambia y la felicidad es posible o no está tan lejos. Con el advenimiento de la imprenta se confió en que el hombre común podría llegar a Dios y por tanto a la bondad, sin la mediación de intérpretes eclesiales. El periodismo se creyó el más poderoso de los instrumentos para la ciudadanía de los hombres así como la lectura el medio para la universalización de la cultura, progresos que sin embargo marcharon al unísono con las formas más crueles del esclavismo, la colonización y las guerras entre la potencias de entonces.

Radio, Televisión, cine, fotografía, extensiones mayúsculas del ojo humano, del entretenimiento, de la noticia, múltiples también, forjaron democracias y ayudaron a imaginar un mundo más unido y concordante. En el ciberespacio, la Internet, la Red, como señala José Antonio Zarzalejos, lo peor y lo mejor es posible, desde el mayor altruismo hasta la peor delincuencia. Pederastia, explotación, prostitución, esclavismo, tráfico de armas y drogas, estafas, fraudes, todo está allí ocupando su execrable espacio”. En la Red -añade Zarzalejos- esa conversación planetaria que tiende a lo infinito, no deja de ser un instrumento humano en el que se resumen todas las grandezas y todas las miserias.

¿Estamos ante una revolución técnica y comunicacional que cambiará de raíz la política, las  relaciones de poder y la permanente elusión de la democracia por parte de los poderes fácticos?

Gran parte del libro de María del Pilar Tello está destinado a verificar si esto es posible. Apoyándose en Manuel Castells, la autora concluye que “la autocomunicación produce información sin intermediarios, (sirve) para acceder y compartir mensajes, basados en la eficiencia de las redes sociales abiertas a los activistas e ideólogos para afrontar lo que lentamente se irá imponiendo como un proceso de desintermediación comunicativa”. Esto permitirá se ponga fin a los monopolios evitando que se tergiverse la información. Porque, según la autora, “en la comunicación se afirman y construyen las relaciones de poder especialmente en los medios de comunicación masivos”.

Esta es una antigua y ambigua discusión, pues  por un lado se reconoce el salto técnico y el aporte de los medios masivos (la lucha por la libertad, consecutivamente en dos siglos ha sido acompañada por los medios masivos), de otro se imagina que el poder mediático es el que  somete al poder político (expresión cabal de lo que se argumenta en América Latina para arrasar con la libertad de expresión por parte de los regímenes autoritarios).

Nada más complejo y al mismo tiempo más ilusorio que creer que los medios tienen más poder del que tienen, bastaría revisar lo ocurrido con el triunfo de Susana Villarán a la Alcaldía de Lima y con Ollanta Humala que pese a la descomunal tormenta mediática en su contra, ganó la Presidencia de la República.

La propia María del Pilar, libertaria consecuente, inicia su obra de notable registro para entender y valorar la revolución de Internet, con la cita  de dos ideas fuerza de Manuel Castells: “el poder se construye en las mentes de las personas” y esas mentes funcionan no por teoría sino por necesidades, ansiedades y búsquedas. La libertad es obra de muchas más complejidades sociales y humanas que pesan más que la sola comunicación. Lo cual no impide – y es la segunda idea- que se acepte que “si no conocemos las formas de poder en la sociedad red, no podremos neutralizar el ejercicio injusto de dicho poder y si no sabemos exactamente quienes tienen el poder y dónde encontrarlos, no podremos desafiar su oculta pero decisiva dominación”.

Obra en síntesis oportuna, versátil, que trasluce el entusiasmo con el que María del Pilar Tello ha tomado la ruta de la revolución cibernética y con ello la de la globalización, que comporta igualmente, como lo quería Thomas Friedman, el mayor salto de la civilización humana en pos de una nueva era. Para este gran periodista en la historia sólo ha habido tres grandes eras de globalización. La primera abarcó desde 1492 (es decir, desde el descubrimiento de América y el comercio entre el nuevo y viejo mundo) hasta 1800.” “Que hizo encoger la tierra desde la tallas grande hasta la talla mediana”. La segunda era se prolongó del 1800 hasta el 2000 y es la que encoge la tierra de una dimensión media a otra pequeña. La tercera era apenas ha comenzado hace once años y está marcada por la globalización, obra de la digitalización, que ha empezado a aplanar la tierra haciendo que el mundo sea más pequeño e intercomunicado.

¿Eso  hace que las sociedades sean mejores, que la condición  humana sea mejor, que la libertad y la democracia hegemonicen las relaciones sociales e internacionales?

Responder a todo ello es mucho pedir. Pero vaya que María del Pilar ha puesto a prueba todas sus innegables capacidades y, como todo empezar, ha comenzado a preguntarse e intentar respuestas.

Lima, junio 2011
Raúl Vargas Vega

lunes, 20 de junio de 2011

LA ETICA NO ES EVENTUAL,



UNA LARGA LUCHA

Las banderas con las que Ollanta Humala logró convencer a la mitad del Perú de que sería un presidente para el cambio son sobre todo éticas en función de la gran transformación que predicó y predica. Porque tan ético es luchar contra los corruptos que se llevan gran parte de los recursos que pertenecen a todos los peruanos como lograr que los marginados del sistema accedan, poco a poco, al progreso y se inserten en la sociedad con las mismas oportunidades.

Estas banderas no son ideológicas, no representan ni al capitalismo ni al socialismo, son compartidas por ese vasto sector que desea el progreso igualitario. Que espera un tiempo nuevo con justicia social y sin corrupción, que guarda las mayores expectativas que colocan a Ollanta Humala en el partidor, listo a recibir el apoyo de los peruanos capaces, honestos y de buena voluntad.

Y es su imagen de peruano de buena voluntad, sencillo y sin soberbias, la que Ollanta Humala ha paseado por Brasil y el cono sur, logrando que se disipen los irracionales temores creados a mansalva por los grandes medios escritos y por la televisión, con saludables excepciones. Un Mea Culpa fuerte y extendido debería escucharse. Fueron ellos los que perdieron la batalla en la que se empeñaron sin tregua ni merced buscando demoler a Ollanta Humala y Gana Perú en el proceso electoral.

Y ahora deberían asumir que, reconviniendo su campaña, un 70%  de encuestados aprueba la actuación del presidente electo y que sólo 6% opina que hará un mal gobierno contra un 78% que piensa en un buen o regular gobierno. ¿Dónde quedaron su influencia y sus malas artes de manipulación que con tanto impacto y oportunidad denunció Mario Vargas Llosa?. La opinión pública les dio la espalda. Una encuesta de la PUCP les concede sólo el 48% de credibilidad lo que es un exceso para una caída tan estrepitosa. Deberían recordar que medios sin confianza son empresas descapitalizadas. Trabajan con la confianza al igual que los bancos pero no parecen querer asumir su derrota.

Ollanta Humala no podría ni arriar ni declinar sus banderas éticas pues son las que hicieron la diferencia. Bien lo ha dicho Vargas
Llosa en reciente columna. El triunfo de Ollanta Humala ha mostrado que todavía queda una mayoría “no maleada por tantos años de iniquidad y perversión de los valores cívicos”. Y la diferencia es de apenas tres puntos lo que apuntala la necesidad de que la gente honesta y capaz deba poner el hombro a la manera de una cruzada ética.

Y debemos comenzar por mostrar claramente cómo y por qué las  bases de sustentación de la democracia son actualmente tan débiles. Cuanta responsabilidad nos cabe en no haber sabido o querido informar y esclarecer respecto del inmenso daño que el fujimorismo propinó a la moral colectiva, infectando a más de la mitad de la población de cinismo activo y permisivo con la corrupción. Dejamos crecer el monstruo. Con mucha razón Vargas Llosa nos habla de la “regeneración moral y política de una nación a la que, el terrorismo de un lado y, del otro, una dictadura integral, han conducido a tal extravío ideológico”. Entenderlo implica una tarea larga, extensa y amplia que no sólo compete a Gana Perú y sus aliados.

La opinión pública acoge con serenidad y aceptación la propuesta de un gobierno de concertación nacional que involucre a Gana Perú y vaya más allá de quienes lo apoyaron en segunda vuelta, cerrando el paso al retorno del fujimorismo. Este precoz 70% así lo indica. Al igual que el deseo de un Gabinete que reúna a diferentes partidos de centro y centro izquierda, a independientes junto a dirigentes nacionalistas.

Todo ello sin olvidar que quienes ganaron las elecciones son nítidamente los convocantes. Que nadie pretenda imponerles o sustraerles banderas. Son los titulares del gran cambio y deberán buscar aliados sin perder sus signos de identidad. Lo más importante: la atención a los marginados y pobres y el combate a la corrupción. Unir fuerzas sin arriar ni modificar banderas éticas que inspiran una verdadera larga lucha para que siga ganando el Perú.

lunes, 13 de junio de 2011

MIENTRAS NOS ENTRETIENEN CON SICOSOCIALES


APRUEBAN LEY DE IMPUNIDAD
El Ejecutivo acaba de aprobar la Ley 29703 que establece que los funcionarios públicos solo podrán ser sancionados penalmente cuando sus irregularidades hubieran producido un daño económico contra el Estado. La norma elimina la inhabilitación para ejercer cargos públicos a los acusados por el delito de enriquecimiento ilícito y blinda a los funcionarios procesados por corrupción pues si bien ha endurecido las penas también ha hecho más difícil el camino para llegar a ellas.
   
Genaro Matute, el Zar Anticorrupción, nombrado por el presente gobierno, acaba de denunciar la aprobación de la Ley 29703 como favorable a la corrupción. La califica severamente como un retroceso en una lucha por la cual acaba de votar más de medio país.

Lo más triste es que mientras los corruptos mueven lobbies y dinero, el país se entretiene discutiendo el tamaño del Cristo del Morro Solar y los kilos de menos de Alberto Fujimori por cuya preocupación el Presidente Alan García deberá indultarlo. Sicosociales con los cuales los grandes medios desvían nuestra atención.

Las modificaciones que efectuó el Congreso al proyecto enviado por el Poder Judicial, gestión de Javier Villa Stein, favorecen a los funcionarios de este gobierno y de gobiernos anteriores actualmente procesados por corrupción y a los que vendrán. Algo muy grave si recordamos que, además, las facultades sancionadoras que le fueron otorgadas a la Contraloría sólo entrarán en vigencia desde el 2012 hacia adelante y no para acciones anteriores.

Eliminar la inhabilitación para ejercer cargos públicos por delitos de corrupción implicará que los sentenciados podrán cumplir sus penas reducidas gracias a beneficios penitenciarios y que les será posible retornar al Estado a seguir depredando. 

Eliminar la obligación del funcionario de demostrar patrimonio bien habido significa que se le facilita la evasión de responsabilidad. Haber incluido en el artículo 384 del Código Penal la precisión de que un acto de colusión se produce sólo cuando hay daño económico al Estado pone la carga de la prueba en la Fiscalía la cual mientras investiga ve pasar el tiempo hasta que cumplidos los plazos, muy rígidos en temas anticorrupción, se termina la posibilidad de sancionar. Si la Colusión solo se produce cuando hay daño patrimonial al Estado, el daño hay que probarlo y demostrarlo lo cual no es fácil pues bien sabemos que por las comisiones no se entrega recibo. Y si no se llega a probar la colusión no hay sentencia sino una simple llamada de atención o cualquier sanción administrativa inferior.

Es el momento de demostrar la voluntad política para luchar contra la corrupción. Corresponde a la bancada del Presidente electo Ollanta Humala lograr que se derogue la Ley 29703 y aprovechar la oportunidad para establecer la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción. Caso contrario estaríamos aceptando una sensible ineficiencia en el marco jurídico aplicable a esta tan reclamada lucha ética.

viernes, 10 de junio de 2011

LO QUE SE VIENE


DESTERRAR LOS MIEDOS
E IMPONER LA ÉTICA

Ya tenemos Presidente de la República aunque a muchos no les guste. Ollanta Humala está ante un gran reto, no ideológico, porque en ningún momento se ha hablado de imponer el socialismo, principalmente ético desde que sus banderas ganadoras son la lucha contra la pobreza y contra la corrupción.

Hemos tenido la campaña más dramática jamás vista en nuestro país, polarizada al infinito con mucha pasión, rabia, miedos y maledicencia. Con intereses en juego demasiado fuertes, tanto que prefirieron asustar a los votantes antes que hacerlos razonar. Con temores que circularon, absurdos e irracionales pero que pegaron por el inmenso poder mediático detrás del fujimorismo. Pero ya instalados en el terreno emocional primó el temor al retorno de los noventa con su terrible mezcla de dictadura, corrupción, violaciones de derechos humanos y populismo asistencialista.

Lo que no sucedió en la primera vuelta apareció en la segunda. El factor ético tan menospreciado por los políticos les jugó una mala pasada. Y fue sin duda Mario Vargas Llosa un gran líder de opinión que pudo él solo contra casi todo el universo mediático del lado del fujimorismo. Y consiguió convencer a más de medio país de las razones morales para votar por Humala. Como consecuencia quienes hasta hacía poco se peleaban la lisonja por nuestro Nobel, lo llenaron de ataques y recriminaciones. No le perdonaron su impecable agudeza ética que prontamente convirtieron en “traición”.

Tan importante es esta batalla ética ganada como esencial es la sensación de la población de haber logrado una victoria sobre los ricos y corruptos, sobre el racismo y la utilización asistencialista de los pobres. El mensaje que nos queda es que sí es posible unir la ética con la política. Un mensaje que ha calado hondo al punto que no dudamos que impregnará las evaluaciones del régimen que comienza. Por ello el compromiso es aún más significativo en este terreno.

¿Cómo logrará Humala reunificar al país dividido en dos mitades? Sus primeras declaraciones estuvieron orientadas a tranquilizar a quienes provocaron, vía especuladores, la caída de la Bolsa de Lima en 12%. Pero el terrorismo económico tiene demasiadas aristas y no puede mantenerse indefinidamente. La Bolsa se recuperó casi inmediatamente en los días siguientes y el cuco se acabó. Los empresarios que apoyaron y financiaron a Fujimori se adecuaron pronto a la nueva situación. No hay empresarios en la oposición.

Estamos ante un tiempo nuevo y Humala está en vías de demostrar que está a la altura de la esperanza. En este camino que recién empieza la amplitud concertadora del Presidente electo para convocar a los mejores debe concretarse como ofreció, previo filtro eficaz para que no se cuelen corruptos que nunca faltan en busca de acomodo.

Humala se ha puesto por encima de la demolición mediática que sufrió y ha dicho que respetará a los medios y su libertad de expresión que les permite decir lo que sus dueños quieren decir. Incluso su ánimo de concertación lo llevará hasta la vereda de enfrente, sólo se autoexiliarán la derecha racista, fóbica, oscurantista e ignorante.

Va quedando claro que Ollanta Humala no pondrá freno al crecimiento económico ni dispondrá estatizaciones inútiles ni le quitará los niños a las familias ni los puestos a los comerciantes. Que se empeñará en la necesaria reforma tributaria, poniendo más impuestos a quienes deben pagar más y tal vez en frenar o regular los capitales golondrinos y las burbujas especulativas.

Estas elecciones presidenciales en segunda vuelta nos han dado un triunfo de la política sobre la economía. El liderazgo de Humala se ha ido afirmando pero deberá ser resistente a las emboscadas en las que muchos desean que caiga. Y ser suficientemente firme y propositivo sobre aquellos aspectos fundamentales que definirán esa gran transformación ofrecida. Una ambición nada fácil de transmitir y menos de concretar. Todos estaríamos de acuerdo que ella comienza por la confianza, avanza hacia la equidad y la progresividad especialmente sobre trabajo, educación, salud, servicios sociales y llega a la protección frente al desempleo y jubilación. Aspectos sentidos que permitirían movilizar la fuerza principal de toda democracia, aquella que reside en la voluntad de los ciudadanos para actuar de manera responsable en la vida pública.

Se necesita forjar una conciencia colectiva positiva para el cambio. Y ello se puede hacer a partir de ese gran logro de la campaña de Humala que ha sido colocar en el centro del debate, urgente y necesario, la desigual distribución de la riqueza. La inequidad y la escasa solidaridad son fuente de una alta conflictividad social que amenaza toda estabilidad política y económica. No hay mercados con pobreza extrema ni democracia con desesperación exacerbada. Esperemos que así lo entiendan.


jueves, 9 de junio de 2011

MARIA DEL PILAR TELLO; UN TIEMPO NUEVO CON JUSTICIA SOCIAL Y SIN CORRUPCION


Modelo chavista no es aplicable al Perú
En la siguiente entrevista realizada por el Portal Multimedia GENERACCION se incluyen mis apreciaciones sobre la coyuntura post electoral además de algunas aclaraciones personales, necesarias sobre aspectos que en su momento aparecieron controversiales. La incluimos  por ello. MPT

María del Pilar Tello, politóloga, periodista, abogada y docente de las universidades San Martín de Porres y Federico Villarreal donde es jefa del Departamento de Ciencia Política, tiene gran experiencia en el campo de la comunicación y, como no podía ser de otra manera, de la política. Hasta hace ocho meses fue presidenta del Directorio de Editora Perú que edita El Peruano y dirige la agencia de noticias Andina. Antes estuvo en el Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú (IRTP). Entusiasta de las redes sociales y de Internet, desarrolló una intensa campaña por el candidato de Gana Perú.

09 de junio del 2011  |  Autor: Redacción Generacción 

-Ganó su candidato Ollanta Humala, ¿cuál es el sentimiento ahora?
De esperanza, de un tiempo nuevo con justicia social y sin corrupción. Nosotros luchamos contra el fujimorismo durante una larga década desde La República, el Foro Democrático y el Comité Cívico por la Democracia que presidió Gustavo Mohme Llona. No íbamos a bajar los brazos para aceptar el retorno de quienes significaron el avasallamiento democrático, la sistemática violación de derechos humanos y depredaron el presupuesto público. Felizmente el 5 de junio nuestro país se salvó por escasos puntos y ahora estamos en otro momento, los puentes deben tenderse para que el gobierno de Ollanta Humala sea de diálogo y concertación. Su apertura y equilibrio han sido la clave de su triunfo.

-Lo criticaron mucho por estos cambios.
Los que criticaron a Humala lo hicieron por interés electoral y porque desconocen la dinámica de la segunda vuelta que el Perú copió del régimen francés. El candidato siempre ofrece cambios en su programa en aras de la amplitud que requiere para ganar. Sabe que primero debe convencer para que las alianzas se produzcan y ello solo se logra concediendo y sumando gente al proyecto, gente valiosa no solo por los votos, especialmente para la gobernabilidad del régimen que emergerá del proceso electoral.

-¿Qué viene ahora para el Perú? Los temores respecto de la economía persisten y se reclaman señales claras.
No hay lugar para temores. La campaña electoral terminó y entre los perdedores están los grandes medios que manipularon la opinión pública tratando de amedrentar. No les funcionó, la gente se da cuenta cuando la demolición del candidato está en marcha. Fue un búmeran.

La centro izquierda está de moda en el continente con gobiernos social demócratas que lo han hecho muy bien. Ahí están Lula, Lagos, Bachelet, Tabaré Vázquez. En esa línea se consolida la gobernabilidad, con una mejor distribución de la riqueza se puede contener la conflictividad social y dar mayor estabilidad política y económica.

-¿Cómo se puede estar seguro de que no se aplicará el modelo chavista en el Perú?
Simplemente porque ese modelo no es aplicable al Perú. En mi libro El Nuevo Progresismo en América Latina, que publicó la Universidad San Martín en el 2009, analicé el llamado giro a la izquierda en el continente y los exitosos gobiernos socialdemócratas. Chávez es un caso especial no replicable, ningún otro país tiene la riqueza petrolera de Venezuela. Los temores no vienen por ese lado, la línea divisoria es ética más que ideológica. Hasta los liberales han votado por Humala en el afán de desterrar la corrupción. Más claro no puede ser, hemos visto el liderazgo moral de Vargas Llosa.

-Dicen que usted ha abandonado las filas del Apra.
No abandoné ninguna fila, pues nunca he sido aprista. Siempre digo que soy amiga del Apra por su filiación social demócrata. Quienes me conocen lo saben. Fui invitada, lo que agradezco, por el gobierno de Alan García, para aplicar lo que sé hacer: periodismo, política no partidaria. Lo hice en el IRTP al cual renuncié porque me acusaron absurdamente de imponer la propaganda del gobierno por encima de la información y por haber despedido a una periodista, algo que no fue cierto. Nada de eso tuvo sentido.

-¿Y se fue a Editora Perú?
El presidente García generosamente me dio a elegir y le pedí volver a un medio del Estado. Quise demostrar que los medios de comunicación del Estado se pueden manejar de manera amplia y plural para ganar y mantener credibilidad. Durante los casi cuatro años en que estuve al mando de Editora, la agencia Andina creció y se consolidó con base en la pluralidad. El Peruano difundió la noticia oficial con mesura y profesionalismo.

La propaganda gubernamental es legítima pero hay que saber diferenciarla de la información, caso contrario nadie cree en los medios del Estado siendo su presencia muy importante para representar los intereses de la nación y no del gobierno de turno.

-Se han conocido denuncias de corrupción en Editora...
Ese tema en Editora es muy complicado. Yo estuve casi cuatro años como presidenta del Directorio, no ejecutiva, vale decir que nunca manejé ni administración ni dinero. Renuncié cuando me enteré de las irregularidades en el manejo de la Gerencia General a cargo de César Inga Ballón. Solicité su alejamiento al Directorio pero la mayoría prefirió apoyarlo a él y por tanto fui yo la que renuncié, no sin antes denunciar lo que sucedía ante el Fonafe, la Contraloría y la Comisión de Fiscalización del Congreso de la República.

-¿Hicieron algo?
No mucho en realidad, aunque en este momento el asunto está siendo investigado de oficio por la Primera Fiscalía Anticorrupción, lo que toca a los principales directivos de la empresa. Espero que ahí se aclaren las cosas y se definan las responsabilidades. La lucha contra la corrupción es una bandera de todos los peruanos de bien.

-Y usted se enteró de las irregularidades después de casi cuatro años de Presidencia, ¿no le parece mucho tiempo?
Me parece demasiado tiempo pero así fue. Me enteré por un informe que solicité a la Gerencia de Control Institucional a comienzos del 2010 sobre cómo se venía realizando la compra del papel para imprimir El Peruano.

-¿Y por qué lo pidió en ese momento?
Porque una comunicación del congresista Falla La Madrid me puso en alerta de un sobregasto presupuestal de 3.5 millones de soles en el 2008. Entonces pedí a través del Directorio un informe sobre cómo se venían realizando las compras de papel. Ahí supe, entre otras cosas, que en el año 2008 habíamos aprobado una exoneración de licitación para la compra de papel por un supuesto desabastecimiento inminente que nunca existió.

-¿Y la investigación sobre eso ya concluyó?
No. Está en pleno proceso y lo importante es que se está haciendo con el nuevo Código Procesal Penal que esclarece en plazos más cortos y de manera transparente mediante audiencias públicas. Yo ya cumplí con formular mi declaración y entiendo que el comandante PNP Percy Guizado también ha citado a los directores, al Gerente General y al Jefe de Logística. También ha declarado la directora Nilda Rojas, actual secretaria nacional de Gestión Pública de la Presidencia del Consejo de Ministros, quien renunció conmigo. Asimismo los ex gerentes Javier Ramos, Martín Navarro Loayza y Eduardo Polleri, todos excelentes funcionarios que trabajaron conmigo, que me dieron la información para formalizar mi denuncia ante el Directorio y que por ello fueron despedidos por Inga Ballón en represalia apenas yo dejé la empresa.

-¿No hay garantías para el trabajador que denuncia?, ¿está condenado a perder el trabajo?
Lamentablemente no hay garantías para el trabajador denunciante, cualquiera sea su nivel. Cuando hay afán de encubrimiento la pita se rompe por lo más delgado. El que puede, puede.

-¿La Contraloría no hace nada?
Fuad Khoury tiene en estos momentos una comisión de investigación en Editora Perú, la cual deberá concluir con plazos muy estrictos por tratarse de presuntos delitos de corrupción. Esperamos.

-¿Y los auditores externos tampoco detectaron nada?
Para el año 2008, principalmente en cuestión, el auditor externo fue Víctor Piscoya quien no descubrió irregularidad alguna en la adquisición de papel. Pero ese año fue contratada para la Oficina de Imagen de Editora Perú, su hija María del Pilar Piscoya Rodríguez, del 5 de diciembre del 2008 al 31 de marzo del 2010. Esto está absolutamente prohibido por las normas de control. Los auditores no pueden generar lazos con los auditados.

-¿Continúa usted trabajando en la Universidad Villarreal pese a que le iniciaron proceso administrativo?
Sigo trabajando sin problemas y con gran aceptación de mis alumnos que están felices con mi retorno pues después de mi licencia me reincorporé en enero de este año. Es cierto lo del proceso administrativo pero no fue solo contra mí sino contra varios docentes de la Facultad de Derecho que impugnamos una gestión corrupta. El tiempo nos dio la razón y la funcionaria que nos acusó y difamó ya ha sido separada. Una Comisión de Orden nombrada por la Asamblea de Rectores reemplazó a los malos funcionarios que nosotros denunciamos. El proceso al que se refiere está en vías de ser anulado.

-¿Qué nuevo libro está preparando?
Soy entusiasta de la potencialidad de Internet y sobre ella es mi reciente libro Internet, un lugar sin límites, que pronto aparecerá.

lunes, 6 de junio de 2011

OLLANTA HUMALA DE LOCUMBA A PALACIO



LA REBELIÓN DE LOS HONESTOS


El 31 de octubre del 2000 escribí en La República un artículo que titulé “Ollanta contra el oprobio”. Comenzaba con la pregunta. “Cuándo sabré que estoy muerto?. Cuando no pueda cerrar mi mano en un puño”. La alusión era al significado del levantamiento de Locumba que Ollanta Humala condujo y que muchos recibimos con la alegría del gesto nuevo. Una incipiente rebelión militar de un desconocido comandante nos anunciaba tiempos mejores de los cuales estábamos ávidos. Nos indicaba que como nación podíamos reaccionar contra el avasallamiento corruptor, que sí podíamos cerrar el puño, que estábamos vivos para defendernos.

Más de diez años después el círculo se cierra. El voto de ayer, 5 de junio del 2011, fue una manifestación de autodefensa, levantando las mismas banderas de democracia y anticorrupción. La diferencia la hace una década en la que pensamos el monstruo fujimorista había muerto y no era tal. En la que pensamos que la corrupción estaría desterrada por el repudio que generaron los vladivideos y no fue el caso. Recuperando el reflejo este domingo dimos un voto de rechazo y de conciencia, un voto que unió diversas vertientes ideológicas con un sentimiento de urgencia para evitar el retorno de los mafiosos y el colapso moral del país.

Nos enfrentamos a la manipulación de los grandes medios y al poder económico que enmascaró la defensa de los corruptos en la defensa del modelo. Que amenazaron, aterrorizaron, manipularon, difamaron y mintieron. Una campaña modelo de lo que nunca debería repetirse en nuestro país. Y vencimos.

El voto del 5 de junio pasará a la historia como el voto rebelde ante la corrupción poderosa e ilegal. No fue un voto ideológico pero si concertado contra la corrupción, con la levadura poderosa de la indignación. Detuvimos los poderes fácticos que buscaban el retorno del fujimorismo, pusimos la ética por encima de la ideología, superamos los temores y poco más de la mitad del país se unió en un solo puño.

El mérito es de Ollanta Humala que, retrotrayéndose a Locumba, puso sus banderas de democracia y anticorrupción en alto mientras activaba, acompañado de un gran equipo humano, el diálogo y la concertación para ampliar su apoyo yendo al encuentro del centro político. Encarnó ese nuevo progresismo con la base ética que el Perú necesita, despejando dudas  sobre el modelo económico y un eventual cambio en la Constitución. Por eso KFujimori atacó tanto su cambio, sabía que era la clave del éxito de su contendor.

Mientras tanto los fujmoristas continuaban siendo los mismos. Cambiaron de cara y de sonrisa pero el lastre moral seguía ahí. Muchos quisieron disfrazarlo pero persistía el mal olor de un entorno que no supo administrar sus máscaras y su fascismo.

La dinastía siniestra, y quienes se mimetizaron con ella, nos deja una gran lección. Si la contienda no hubiera sido Ollanta Humala contra Keiko Fujimori la mafia hubiera retornado con los rostros de PPK o de Luis Castañeda quienes, con parte del voto ciudadano en la primera vuelta, dieron sus apoyos de última hora. Y con ello expresaron la candidatura de la hija del dictador con la textura propia de una alianza fáctica, de una mafia defensiva que con los grandes medios y la televisión quiso vender su mejor rostro. La oportuna carta de Mario Vargas Llosa a El Comercio los desenmascaró en cabeza del Grupo ECO e hizo ver claramente la guerra sucia y la manipulación mediática.

Párrafo aparte merecen los Vargas Llosa que hicieron una inmensa contribución ética al país que la historia sabrá reconocer. Otro hubiera sido el resultado si nuestro dignísimo Nobel no se hubiera empeñado en la advertencia y el combate de las ideas y los valores. Lideró además, la suma de pronunciamientos ante el gran peligro que venía aceleradamente y sin frenos.

El país ético y decente ganó. Cerramos el puño con los jóvenes movilizados, con las redes sociales que libraron su propio combate por el derecho a la información y la dignidad. Con sólo tres órganos escritos que representaron la verdadera defensa de la democracia. Con banderas que son vitales pero no por ello fáciles. La corrupción se disfraza, busca sus propios refugios y sus alianzas. Puede acechar incluso filtrándose en Gana Perú. Por ello la vigilancia es indispensable. El Perú necesita de ese gobierno de fuerte inspiración social que Ollanta nos promete y del equipo más capaz y honesto posible. La esperanza de democracia con justicia e inclusión social no puede ser vana.

Que el crecimiento económico alcance a todos, que desterremos la delincuencia y la corrupción oprobiosa. Que sigamos cerrando el puño y levantándolo en alto como lo hemos hecho este 5 de junio. Que siga ganando el Perú.

jueves, 2 de junio de 2011

EN LA RECTA FINAL


MI VOTO POR EL PERU

Como escribe Gustavo Gutiérrez el voto del domingo debemos dar un voto de conciencia. Algo que parecía difícil por la manipulación de los grandes medios, que dieron densidad a la campaña. Con ‘ciencia’, nos recuerda Gutierrez, es con conocimiento y saber. Y es justamente lo que no querían los medios, que la ciudadanía tuviera el conocimiento de lo que significa el retorno del fujimorismo para la sociedad y para el país.

“Un voto de conciencia significa votar por la construcción de una sociedad en la que la dignidad humana y la libertad de todos sean respetadas; y que incluya, prioritariamente, a aquellos a los que no se reconoce “el derecho a tener derechos”, según la conocida y aguda expresión de H. Arendt. Sin justicia no hay paz permanente” dice Gustavo Gutierrez.

Y transcribimos sus líneas por su significado. No son ideológicas, son profundamente éticas y es éste uno de los aspectos que ha ido definiendo la presente situación electoral. La ética por encima de la ideología. Superando el terrorismo blanco de los grandes medios tradicionales destinado a enterrar la memoria sobre el fujimorato, asfixiar la indignación, activar las amenazas de que podían perder el empleo, las propiedades, los hijos. Risible sino fuera dramático.

Humala no se detuvo a desactivar las bombas sicológicas, se empeñó en el diálogo y la concertación, en ampliar su apoyo y lo consiguió yendo al encuentro del centro político, encarnando ese nuevo progresismo con base ética que el Perú necesita, despejando dudas  sobre el modelo económico y un eventual cambio en la Constitución.

Keiko Fujimori tiene el lastre moral del fujimorismo. No sólo como la hija del dictador, como su heredera política, con un entorno que no admite dudas. Es el mismo de su padre como consigna la BBC de Londres por su corresponsal en Lima "Si no hay más gente de la época de su padre en el entorno de Keiko, es que porque están presos".

La hija del dictador es buena candidata, hábil para su edad, pero su dinastía es siniestra para el Perú. Ni las mejores sonrisas ni los apoyos vacuos de Mercedes Araoz o de Juliana Reymer conseguirán movilizar los votos que necesita. Sus voceros oficiales se han encargado de hacer el trabajo a favor de Humala, con errores garrafales como la ya emblemática frase de Jorge Trelles, ex ministro de Educación: “Nosotros matamos menos”. Ningún apoyo podrá borrar el impacto fatídico de esas palabras.

Por ello para la BBC el 30% de los peruanos no votaría por ella: Las personas que la rodean tuvieron un papel que muy pocos podrían olvidar. Ahí están las ligadas a las dolorosas esterilizaciones forzadas, sistemáticas como política no atribuible a errores personales o casos esporádicos. Ahí está Martha Chávez, ex presidenta del Congreso, habituada a la prepotencia fujimorista de los noventa, que se apresuró a amenazar al presidente del Poder Judicial, César San Martín, que deberá "rendir cuentas" por haber condenado al ex presidente Fujimori.

Y es que el irrespeto al estado de derecho está en el ADN fujimorista. Por eso se han atrevido a usar el local de la Diroes, centro de reclusión de Fujimori, como cuartel de campaña. Y pocos dudan de que dará libertad a su padre y si mucho apura a Vladimiro Montesinos, el crucial ex asesor que tiene gran parte de los dineros y de los secretos del fujimorismo. Razones humanitarias o de salud no faltarán.

En esta crucial semana, en plena recta final, el ánimo electoral parece haberse definido. Humala, controlado sereno y con nivel de estadista, disipó temores en el debate mientras desde el otro lado la personalidad de la candidata hizo recordar la prepotencia e insolencia del fujimorismo.

Tenemos veda de encuestas pero no hacen falta si recordamos que en la primera vuelta todas se equivocaron en sus resultados finales. El indicador que manejamos todos es el sentimiento en las calles, universidades, centros de trabajo, taxis, ómnibus y mercados.

Lima, plaza difícil para Humala, está cambiando favorablemente como resultado de varios factores: además del debate, la Marcha del 26M,  multitudinaria y replicada en las principales ciudades, que desembalsó gran parte del voto escondido. Por la carta de Mario Vargas Llosa que desenmascaró al Grupo El Comercio con argumentos imbatibles y terminó de convencer de la guerra sucia y la manipulación mediática. Y por último el doloroso tema de las esterilizaciones forzadas que ha puesto al voto femenino en alerta. A ello se agrega como bien dijo el  conservador ABC de Madrid la suma de apoyos, los pronunciamientos, en cadena de lo mejor de nuestras organizaciones sociales y nuestra intelectualidad.

Siempre se da una avalancha de última hora y esta vez pocos dudarían que le favorece a Ollanta Humala que ha entrado a la recta final llenando plazas y recorriendo el Perú con mitines multitudinarios. Los jóvenes movilizados dan fuerza al eslogan NO A KEIKO. Los hemos visto en Lima como en Paris o Nueva York. Las redes sociales han librado su propio combate por el derecho a la información y la dignidad. Junto a ellas tres órganos escritos representan la verdadera defensa de la democracia. Pero los grandes medios, prensa, radio y TV, llevarán la peor parte, asimilarán su propia derrota y merma de credibilidad.

No habrá impunidad. Que tiemblen los corruptos, este domingo ganará el Perú. Con un gobierno de fuerte inspiración social, encargado a un equipo capaz y honesto que piense en el país y no en llenarse los bolsillos impúdicamente. Estamos ante la esperanza de construir democracia con justicia. Ningún modelo económico se sostiene en medio de la conflictividad social de la pobreza y del hambre. Que el crecimiento económico alcance a todos, que desterremos la delincuencia y la corrupción oprobiosa de este gran país decidido a librar este combate. Esta es la bandera y con ella vamos todos este 5 de junio.