sábado, 3 de diciembre de 2016




GOBIERNO: TENDENCIA
 A LA BAJA

Publicado en Politico. pe el 03 12 16
La gobernabilidad comienza a percibirse en riesgo. El conflicto de poderes está tomando cuerpo. El fujimorismo ampliamente dominante en el Parlamento choca con un Ejecutivo frágil, impolítico, sin partido de gobierno. Y la opinión pública se da por enterada. La excelente actuación de PPK como líder en la APEC en Lima, no le alcanzó para frenar su tendencia a la baja en las encuestas. Datum lo exhibe cayendo seis puntos en la aprobación y 13 puntos en popularidad. Desde setiembre, son 12 puntos en la caída de la aprobación presidencial y 33 puntos en la popularidad.
Todos apostamos al éxito de este régimen, el país lo necesita pero las urgencias se reproducen, los conflictos se reflotan, las frustraciones cobran precios altos, el cambio prometido no llega. Preocupante y difícil coyuntura con solo cinco meses de gobierno. La tendencia a la baja manda y será complicado revertirla. La esperanza puede perderse ineluctablemente
¿Qué nos espera? El desgaste es mayor y más acelerado que el que afrontaron sus antecesores que duraron un poco más antes de entrar en caída libre para ir de mal en peor. Toledo y Humala vivieron como patos rengos mucho antes de que las elecciones que los dejarían sin poder estuvieran cerca.
Son pocos los que conservan el entusiasmo y menos los que se instalan con realismo en la situación política y social. Algunos discursos en la CADE de Paracas dan cuenta de que algunos empresarios parecen vivir en otro país. Pero no solo ellos, algunos políticos también, como los ministros y los defensores del oficialismo que se baten como cruzados fuera de la milicia que va desapareciendo. La confianza se esfuma y la crítica negativa se instala.
Mantener y defender al Ministro de Educación Jaime Saavedra en el cargo, sin dejar paso a las investigaciones y atribuyendo la interpelación a una supuesta campaña contra la Ley Universitaria, es un grave síntoma de daltonismo. No están viendo los colores como deberían.
No solo hemos tenido un Ministro de Defensa peligrosamente enamorado también tenemos un Ministro del Interior que resbala con afirmaciones apresuradas y un Directorio de Petroperú que cae por aceptar gerencialmente a un candidato top del fujimorismo. Más un largo etcétera.
El conflicto de poderes unido a la tendencia a la baja en las encuestas es una mala suma. Hay angustia, preocupación y en el extremo un pesimismo que se extiende. No puede ser que el oficialismo solo vea aciertos y la oposición solo errores, la voluntad de entendimiento comienza a flaquear. Y la primera responsabilidad está en el gobierno. Algunos de sus tecnócratas fallan por no saber hacer política para jugar en las grandes ligas. Y la gente se está dando cuenta. PPK está ante una primera etapa en la que deberá evaluar resultados y posibles cambios en su gabinete. Que acierte con ellos.



VIVEZA CRIOLLA

Mi columna HOJA DE TIEMPO en Correo el 03 12 16
Nadine Heredia no debió viajar al extranjero pues tiene una investigación por presunto lavado de activos y su primer deber es afrontarla en el Perú. Tampoco debió gestionar un alto cargo internacional que le daría inmunidad. Ambos hechos configuran voluntad de burlar la justicia. No hubo transparencia en su accionar. El presunto lavado de activos por los aportes que recibió el Partido Nacionalista para las campañas presidenciales de Ollanta Humala del 2006 y 2011, es un cargo grave. Ninguno de ellos puede eludir la justicia. Pueden exigir su derecho al trabajo, el debido proceso y la presunción de inocencia pero no pueden alegar persecución política para encubrir artimañas ni privilegios.
Si Heredia  se proclama inocente debió actuar en consecuencia, sin subterfugios ni actitudes de doble fondo. El país entero se indignó, y con razón, ante la posibilidad de una fuga para evadir la justicia. El Estado Peruano apareció burlado ante la comunidad nacional e internacional, en lo diplomático, judicial y político. La contratación fue consumada y el papelón también.

La reacción oficial de darle un plazo para regresar a Lima y afrontar el proceso pareció tardía y con propósito de enmienda por la negligencia. Movida por la presión de la indignación pública, hija de largos años de sobreexposición, mentiras y contradicciones que justifican dudas y sospechas. Heredia de Humala tiene antecedentes. No judiciales sino políticos que la mantienen en el centro de la tormenta. Nadie olvida la negación de sus agendas cuya propiedad admitió posteriormente sin mucha sangre en la cara.


Bien que haya regresado y mejor aún que afronte su proceso. Mal que se pinte como inocente, su figura es política y la inteligencia y la memoria de los peruanos está todavía activa para recordar la forma en que usó y dañó la institucionalidad presidencial y constitucional del país. Su viveza no pasa.