sábado, 2 de marzo de 2019


RIO REVUELTO

En diario Exitosa, domingo 24 de Febrero 2019

El acuerdo con Odebrecht está funcionando. Ha generado un sismo de proporciones progresivamente más fuerte mientras surjan más revelaciones. Y aunque las confesiones premiadas están limitadas a cuatro casos en los que los brasileños han aceptado culpabilidad, las puertas se han abierto para abordar otros casos que ya están en la puerta del horno.

La lucha contra el fujimorismo y contra la corrupción rindió frutos políticos a Martín Vizcarra pero su popularidad ha comenzado a decrecer. Su negación o su voluntad de ocultar relaciones empresariales y comerciales con Odebrecht le han mermado puntos. Sus posibles nexos con el Club de la Construcción han generado cuestionamientos que lo obligan a replantear estrategias y a dar respuestas políticas eficientes a fin de consolidar su liderazgo en riesgo.

La ciudadanía está cansada de confrontación y preocupada por los desastres naturales que obligan al gobierno a responder con acciones concretas. Como promesas fallidas esperan la reconstrucción del norte y la inseguridad ciudadana que se agrava. Vizcarra debe sostener su aprobación y desterrar la desconfianza que ha determinado la pérdida de ocho puntos en pocas semanas.

Martín Vizcarra cumplirá dentro de un mes su primer año en el poder y las buenas voluntades reflejadas en buenas frases no bastan. Deberá dar respuestas oportunas y transparentes ante las imputaciones o sospechas de vínculos con personajes involucrados en Lava Jato en especial con los del club de la construcción. 

A lo que se agrega la situación de Peruanos por el Kambio, el partido que llevó a PPK, Martín Vizcarra y Mercedes Araoz al poder, sostenidos por una bancada legislativa con algunas personalidades. Hoy no hay armonía en la otrora plancha presidencial ni entre los parlamentarios que debieron mantener la unidad y no pudieron. El liderazgo se esfumó, se impusieron las ambiciones personales y los resentimientos por exclusiones y el desbande se ha producido. Una manzana de la discordia parece ser Mercedes Araoz y otra el propio Vizcarra que administra el poder que le tocó en suerte proyectándose para mantenerse en él sin solicitar ni aceptar apoyos de los integrantes del partido presuntamente oficialista.
El resultado es una presidencia sostenida solo por la aprobación popular, sin partido ni bancada y un Congreso fraccionado e ingobernable donde grupos parlamentarios insisten en el transfuguismo o en el cálculo político para rescatar proyectos personales que ya no pasan por la reelección vedada por el referéndum de diciembre. Según el Tribunal Constitucional las renuncias no están prohibidas y son  aceptables por razones de conciencia que previsiblemente podrían aumentar por la contaminación multiforme del caso Lava Jato.
Este Febrero 2019 quema por el calor y por las muchas dudas, sospechas, preocupaciones y temores desde las sombras. Investigaciones y revelaciones llenan de incertidumbre el escenario. Continúa el protagonismo de la corrupción y proliferan las luchas defensivas y de poder. Se incrementan los desastres, no solo naturales, las altas temperaturas mandan, ponen en problemas a la democracia y de seguro dejarán a muchos fuera de juego.



¿QUERELLA 
O AMEDRENTAMIENTO?
En Político.pe el 26 de Febrero 2019
En nuestro portal Político.pe se puede discrepar analíticamente y con argumentos respecto de las posiciones expuestas en este caso por nuestro director Ricardo Vásquez Kunze quien en torno a las querellas presentadas por el Arzobispo de Piura y Tumbes, José Antonio Eguren Anselmi, contra los periodistas Pedro Salinas y Paola Ugaz se pregunta sobre cuál es el mejor espacio legal para su procesamiento a sabiendas que ellos viven y laboran en Lima y atender el juicio les significa un gran costo económico y personal para ir a la cálida ciudad de monseñor Eguren de cuyo poder fáctico pocos podrían dudar.[1]

Lo que es dudoso es comparar dicho poder fáctico con el que estos periodistas pueden tener en Lima. Es evidente que una consultora de relaciones públicas y comunicaciones no permite un poder similar al que ostenta Eguren. Tampoco parecen tan visibles sus conexiones en medios ya que de tenerlas tendría todo el apoyo mediático y no es así. Y en cuanto al Poder Judicial que permite esta barbaridad de existir influencias el juicio ya estaría en Lima.

Es evidente que las querellas admitidas en Piura no son por excesos de libertad de expresión y de opinión sino por la investigación que realizaron en su libro Mitad monjes, mitad soldados, donde señalan responsabilidades de Figari y de Eguren en el Sodalicio, institución de la que Salinas fue víctima de maltratos psicológicos y físicos. Tiene todo el derecho de exigir justicia y de usar su pluma para ello. Y por supuesto de enfrentar a Eguren, que ocupó altos cargos y maltrató psicológicamente a varios jóvenes como parte del círculo más cercano a Figari ya penalizado por el Vaticano.

No creo que el término difamación sea el más apropiado para calificar los testimonios que se insertan en el libro respecto de los abusos en el Sodalicio que integraba Eguren. El fondo del asunto lo verá el Poder Judicial pero militar en la evasión frente a los abusos del clero es incurrir en daño social. 
Estoy de acuerdo con que los periodistas no podemos difamar gratuitamente a nadie y como abogada convencida del derecho de recurrir a los tribunales cuando hay agravio personal. Pero este caso va más allá. Más que querella es amedrentamiento para imponer el silencio sobre los abusos.
Y la causa es tan grande y tan profunda que en estos mismos momentos está siendo analizada por una conferencia mundial convocada por el Papa Francisco que inéditamente reúne a lo más representativo de la Iglesia universal. Del 21 al 24 de febrero debatirán las revelaciones de décadas de abusos que han sacudido a la iglesia, que han profundizado la desconfianza hacia los líderes eclesiásticos y han ahuyentado fieles.
Y en cuanto a la sede judicial parece un exceso afirmar que llevar el juicio a Lima sería “justo” para Salinas y Ugaz pero no para el Arzobispo Eguren. Lo injusto es poner en el mismo nivel a la víctima y al victimario porque al final de eso se trata. Ojalá Salinas y Ugaz tuvieran el gran poder que nuestro director les atribuye porque su causa es social y ética. Defender a menores y jóvenes de abusos del clero que pudieran producirse en silencio debido al negacionismo es demasiado importante para banalizarla reduciéndola a una querella por difamación. Tampoco la justicia frente a este escándalo se reducirá a que un juez de Piura apoye o no al poderoso prelado norteño.

Francisco afronta la polémica universal alrededor de este oprobioso escándalo y plantea un conjunto uniforme de leyes y políticas de tolerancia cero en todo el mundo. Para lograrlo exige combatir la negación sobre el abuso y también las barreras legales y culturales para identificar a los abusadores que hacen imposible que la iglesia pueda conformar un estándar mundial contra la pedofilia y otras prácticas vedadas. En esta corriente nos insertamos.



[1] http://politico.pe/piura-o-lima/


LA IGLESIA CONTRA 
LOS ABUSOS SEXUALES

En diario Correo el sábado 24 de Febrero 2019
Francisco está hoy reunido con importantes líderes de la Iglesia en inédita conferencia mundial sobre el abuso sexual clerical. Entienden que es urgente un conjunto uniforme de leyes y de política de tolerancia cero. Pero enfrentan la negación del abuso y el rechazo a identificar a los abusadores que lo consideran un pecado y no un delito.
El abuso sexual clerical es un tema ignominioso y la lucha eclesial para erradicarlo es revolucionaria. La cita pretende que se maneje con responsabilidad, rendición de cuentas y transparencia a partir del convencimiento de que es un problema real agravado por la  negación o el encubrimiento.
En el Perú estamos cerca de este lamentable enfoque negacionista. La investigación y la denuncia de los periodistas Pedro Salinas y Paola Ugaz, respecto del Sodalicio y sus prácticas vedadas, en lugar de merecer el apoyo de toda la sociedad -en consonancia con los esfuerzos de la Iglesia para su penalización y enmienda- ha movilizado contra ellos el inmenso poder del Arzobispo de Piura y Tumbes, Jose Antonio Eguren Anselmi, connotado partícipe de la organización fundada por Luis Fernando Figari hoy sancionado por el Vaticano.

El abuso en el Sodalicio se ve claro en el libro de Salinas y Ugaz Mitad monjes, mitad soldados, donde señalan responsabilidades que Eguren no puede evadir. Pero lejos del cristiano propósito de enmienda responde con sendas querellas por difamación para amedrentarlos e impedir que continúen con su misión ética.  

Judith Cueva y Esthela Alva son las juezas que aceptaron abusivamente las querellas y los obligan a litigar en Piura violando derechos y libertades. ¿Por qué el Poder Judicial permite esta  barbaridad? 

La solidaridad con Salinas y Ugáz es un deber, respaldarlos es proteger a menores y jóvenes. Ellos resisten con enorme desgaste económico, emocional y laboral. Dejarlos solos es aceptar el silencio y rechazar la valentía de su denuncia. Cuidado.