LA PROMESA
DEL CAMBIO
Mi columna HOJA DE TIEMPO publicada en Correo el 23 01 16
En el 2006
la demanda de cambio social fue mayoritaria y la encarnaron en su versión
radical Ollanta Humala y en la moderada responsable, Alan García, quien ganó la
contienda por temor al chavismo.
La palabra
cambio sigue convocando ilusiones y exigencias pero -a pesar de la nube de
candidatos- pocos se atreven a ir más allá de la mejora conservadora del modelo
liberal que ha signado el post fujimorismo. La conflictividad social no amaina,
por el contrario los peores momentos de los gobernantes García y Humala los
sufrieron por señaladas urgencias sociales desatendidas.
Y no será
diferente para el que será elegido. Después de que la Gran Transformación pasó
a ser la olvidada Hoja de Ruta, la mayoría de los candidatos se blindan con
ambigüedades sin prometer demasiado ni comprometerse en exceso. Alan García, en
su presentación en el estadio Chamochumbi, presentó ofertas adecuadas a las
demandas populares sectoriales, en amplia gama tocó desde la salud hasta las
tarjetas de crédito pasando por el Canon Comunal y las AFPs con sus políticas abusivas.
Sin duda puso la agenda del momento.
Ahora llega otro
candidato con discurso certero para abordar el cambio. Alfredo Barnechea, aún perdido
entre los pequeños, comienza a levantar perfil de la mano de la reforma del actual
modelo al que considera generador de desigualdad. Barnechea tiene claro que el crecimiento no puede anclarse solo
en la venta de materias primas y que debe significar desarrollo para todos.
Después
de un viaje por todo el país logró vencer las primarias de Acción Popular y
aunque tarde comienza a divulgar eficazmente su proyecto político. Su exitoso periplo
personal, de famoso periodista a funcionario internacional y a político
vehemente, es una ventaja.
Además, es el único que no se amedrenta con las cifras
de Keiko Fujimori y critica con valentía el modelo aplicado por Alberto
Fujimori en sociedad con Vladimiro Montesinos, lo señala como indeseable,
vinculado al narcotráfico, con aristas políticas y antiéticas que no deberían
volver al gobierno nacional. Claridad y honestidad de alguien de reconocida
capacidad intelectual que de seguro hablará fuerte en estos meses de ardorosa campaña.