LAS SIETE VIDAS
DE PPK
Mi columna Hoja de Tiempo de los sábados en Correo. 24 02 18
El
presidente quiere quedarse en su Palacio a como dé lugar. No considera los
cuestionamientos sobre su ejecutoria como Primer Ministro o Ministro de
Economía durante el gobierno de Alejandro Toledo, tampoco los beneficios
personales que obtuvo con su poco cuidado o su negligencia. Desprolijo en sus
cuentas y en su separación entre el interés público y el privado, esas cuentas ahora
le pasan factura. Pero él sigue sin ver el problema, acusa a un grupo de
comunistas de desestabilizar su gobierno. Ni vacancia ni renuncia a la vista. Se
defenderá como gato panza arriba confiando en las vidas que todavía le quedan. Es
evidente que su terquedad está poniendo en peligro la democracia y la economía
del país lamentablemente paralizada por desconfianza. PPK no quiere entender
que no es cuestión de opinólogos más o menos ni de la prensa adversa, la calle
está en un 54% a favor de que deje el cargo al primer vicepresidente para que
las turbulencias dejen de mover el avión en el que todos viajamos.
El asunto de
los vicepresidentes es cuestión aparte. Martín Vizcarra sigue siendo la mejor
opción y lo sabe. Estuvo por estos lares pero no dijo nada ante el aquelarre
que podría ubicarlo en Palacio. Pero el cuento de Mercedes Araoz es otro, le
sigue la cuerda a PPK que le ha permitido todo el poder posible. No quiere
escuchar hablar de vacancia ni de renuncia, solo del relevo que podría dejarle todo
el poder. Ahora como primera ministra tiene más fuerza que Vizcarra pero las
jerarquías cambian. Su influencia está ligada a la de PPK por lo cual le
proclama lealtad. Pero la única lealtad que toda la plancha presidencial debe es
a sus electores y a la democracia que queremos sostener en nuestro país. Que se
bajen de la nube que el cielo anuncia tormenta.