sábado, 27 de diciembre de 2014


 
LAS NUBES DEL FIN DEL AÑO
 
CORREO 27 12 14
 
El 2014 va finalizando. En tres días comenzará el 2015, año electoral en que las acusaciones y protestas se exacerbarán para sacar partido y convencer. Pero el balance de este año no es positivo para el gobierno de Ollanta Humala que exhibe un crecimiento económico menor al esperado y además se ha visto desbordado por una espiral de corrupción que todavía no sabemos dónde termina y si afectará al presidente y a su cónyuge. Tampoco es positivo para la democracia. Nos queda esperar más confusiones, cortinas de humo, distracciones con personajes como Daniel Urresti, el divertido Ministro del Interior que se mantiene a punta de show mediático dando consuelo ante el flagelo de la creciente delincuencia. No se sabe si Humala lo mantendrá en el candelero aunque los rumores señalan que saldría con los cambios en el gabinete, justamente por su excesivo protagonismo. Veremos.

Pero cuando la política pasa de las cúpulas a las calles ni el gobierno ni las instituciones pueden estar demasiado tranquilas. Las protestas se hacen masivas por la indeseable ley Pulpín, agraviante para el sector más vulnerable de la sociedad, también el más rebelde que sostendrá su indignación alentado por la torpe decisión del Tribunal Constitucional de postergar su dictamen hasta marzo. Como dirían los jóvenes el Estado tiene todo para gustar, desde el anodino Poder Judicial pasando por el culposo Ministerio Público para llegar a un Congreso sospechosamente cupular, que solo ofrece ineficacia y silencios orgánicos. A ello se agrega el inesperado cambio de los altos mandos militares que podría estar ocultando cierto descontento de las FFAA que nadie quisiera ver. ¿No eran esos mandos de la confianza del comandante Ollanta Humala hoy comandante supremo castrense?

Toca al gobierno tranquilizar los ambientes en turbulencia con una mayor transparencia en la lucha contra la corrupción, con una bancada oficial que exhiba mayor coherencia con los principios que dicen defender, con la derogatoria del régimen juvenil de trabajo -que en la práctica ha nacido muerto- entre otros aspectos pendientes. Es el momento de recuperar la confianza en la democracia. Que el 2015 traiga lo mejor para todos. Que se despejen las nubes políticas y sociales. Para todos un Feliz Año Nuevo!!