viernes, 14 de diciembre de 2018




DESCONCIERTO 
PREELECTORAL
En Correo el 08 de diciembre 2018
Mañana cambiaremos la Constitución vía referéndum con cuatro preguntas que muy pocos han comprendido. El espectro es amplio, los cambios van desde el reemplazo del cuestionado Consejo Nacional de la Magistratura a la no reelección de congresistas pasando por la regulación del financiamiento electoral y el muy importante retorno de la bicameralidad que traería más racionalidad y reflexión a la política peruana. Demasiadas cuestiones de importancia para definirlas en un ambiente en el que prima el desconcierto, el desconocimiento y la falta de entusiasmo.  No se trata de falta de criterio si no de ausencia de campaña plural, el gobierno con los viajes del presidente Vizcarra ha difundido su consigna del SI SI SI NO para obtener la mayoría que lo plebiscitará. No es así como se concibe la participación ciudadana para reformas constitucionales sobre sistemas jurídicos y políticos. Sin debate y con escándalos de crónica política policial y una víspera de detención del mayor directivo del futbol Edwin Oviedo más la presunta interferencia telefónica o espionaje a Alan García hay convulsión y preocupación. Primará la obligación de votar para no pagar la multa. Pero anteponer consigna o capricho es  propio de regímenes populistas que buscan mantener popularidad por encima de la necesidad de gobernar.
Martín Vizcarra vive una etapa de ratificación de su aprobación pero también de desafío del buen manejo de las muchas expectativas que él mismo ha creado para el futuro inmediato. Pero lo que podría desembalsar es la decepción ya que muchos ignoran lo que vendrá. Un equivocado dilema se está procesando. O apoyamos al Gobierno y su lucha contra la corrupción, o apoyamos a los corruptos si no votamos por la consigna gubernamental. Tal maniqueísmo negativo insiste en la polarización entre buenos y malos cuando lo que se requiere es gobierno y gobernabilidad, consensos efectivos más allá del buen discurso y del cambio constitucional. SI SI NO SI.
  
¿Y DESPUÉS DEL 
REFERENDUM QUÉ?
Para Político. pe TELLO
Martín Vizcarra ganó largamente su apuesta sobre el referéndum realizado con mucha desinformación y sin debate sobre las reformas votadas. Vizcarra que entró por la puerta chica del reemplazo y buscaba consagración plebiscitaria, la logró.
Lamentamos que la oportunidad de tener un Senado tan necesario se haya malgastado tan caprichosamente porque la cuestión de confianza por la cual Vizcarra la descartó ya había recibido la descalificación del Tribunal Constitucional. La consigna presidencial debió ser modificada pero eso no se produjo.
La no reelección parlamentaria inmediata conectó con  el rechazo al Congreso. Las nuevas reglas para el financiamiento de los partidos políticos aparecen indispensables para el adecentamiento de la política y marcarán la contienda del 2021.
Pero terminada la euforia ahora toca gobernar y demostrar capacidad de conducir el barco a buen puerto sin demagogia, dejando de lado la búsqueda de popularidad.
Hoy toca defender las instituciones y ratificar la autonomía de los poderes del Estado. Cesar los ataques a los partidos políticos para cerrar el paso a los improvisados que hacen antipolítica, sea porque quieren perseguir a los partidos como organizaciones criminales o porque los consideren innecesarios.
No es así. La política es el arte de consensuar y construir para el servicio a la comunidad. En lugar de eso tenemos la desmedida violencia y la agresividad social con medios de comunicación que se alinean con estos ánimos poniéndose de lado del gobierno que los defendió ante la Ley Mulder. La relación medios gobierno ha quedado distorsionada. Y se ha visto con el espionaje a Alan García bajo el pretexto de la protección. Las explicaciones del Ministro del Interior, Carlos Morán, no han sido convincentes. Y ahora toca al gobierno proteger a su ministro interpelado en un peligroso ambiente de odios y circo romano ni democrático ni positivo.
En democracia se procesa con pruebas. Y eso vale para todos. Las persecuciones, la inquina, el odio significan poner por delante el estímulo de las pasiones y dejar de lado la racionalidad.
Ya no gobiernan las turbas. Hace tiempo que dejamos esa etapa en la historia de la humanidad. Después del referéndum y del asilo negado al líder aprista los reflectores siguen sobre su persona y sobre la justicia peruana que deberá aplicarse de acuerdo a las garantías, especialmente la presunción de inocencia. Mucho más si se ha pregonado que en el Perú existe división de poderes. Toca detener la judicialización de la política para que la lucha contra la corrupción no sea sinónimo de encarcelamiento sin pruebas. No queremos que nadie escape ni tampoco que se victimicen los culpables como si fueran perseguidos.
El equilibro viene de la misma Carta Magna que establece impartición de justicia pero con garantías como la presunción de inocencia que no se respeta cuando la prisión preventiva es la norma debiendo ser la excepción como lo ha dicho claramente el TC.