sábado, 27 de septiembre de 2014

CUENTAS Y CUENTOS


EL CIRCO ELECTORAL


Publicado en Correo el 27 de setiembre del 204

El Pacto Ético promovido por el Jurado Nacional de Elecciones quiso asegurar la limpieza de esta campaña electoral que felizmente llega a su fin convertida en indeseable circo que reduce la política a espectáculo y diatriba. Con adversarios tratados como enemigos, con un cargamontón que reemplaza a los argumentos, apelando a todo para descalificar a los opositores en especial si están a la cabeza de las encuestas.
 
 
Para un 66% de los votantes de Lima y provincias la actual campaña electoral es sucia o muy sucia, destructiva y difamadora, que no respeta la trayectoria ni la especialización. Como dice Luis Benavente, de Vox Populi, "El tema de la guerra sucia no solo tiene que ver con la elección en Lima, donde hay un nivel de enfrentamiento muy fuerte, sino también en todas las regiones y distritos del país". Nivel "bárbaro" que incrementa la confusión y el desconcierto ciudadano. Bien afirma Lourdes Flores que estamos ante el triunfo de la antipolítica. Lamentable.

Ha quedado claro que los valores y la moral no derivan de un acuerdo ni se aseguran con firmas. Nada más antiético que esta campaña en que la diferencia de más de 40 puntos que Luis Castañeda lleva a sus competidores ha hecho saltar todos los demonios y desesperaciones y al decir de Víctor Andrés Ponce no han dudado en teñirla de un peligroso contenido clasista, agraviante para los votantes que son presentados como permisivos con la corrupción. No es solo intolerancia, es ninguneo o choleo -como dice Ponce- temeroso de que se abran más abismos entre la Lima popular y la mesocrática. Algo garrafal, además de peligroso e injusto. Manipulación o no, ninguna sociedad merece tal descalificación moral casi generalizada.

Lo que viene sucediendo convoca a la reforma política urgente, a que el Congreso precise nuevas reglas sobre campañas electorales con límites claros para las donaciones y cuentas transparentes exigidas. Con publicación de gastos de campaña con cantidad límite autorizada e igualdad de oportunidades para los candidatos en el uso de los espacios en radio, prensa y televisión, con la impresión de carteles con tamaño y cantidades fijas, con regulación de paneles, restricción de la contribución de particulares y prohibición de donaciones de grupos de presión. Y por último, no lo menos importante, asegurar que las propuestas reemplacen a las fáciles y deprimentes injurias que nadie desea escuchar.

 

 

CUENTAS Y CUENTOS


 


EL CIRCO ELECTORAL


 


MARIA DEL PILAR TELLO


 


El Pacto Ético promovido por el Jurado Nacional de Elecciones quiso asegurar la limpieza de esta campaña electoral que felizmente llega a su fin convertida en indeseable circo que reduce la política a espectáculo y diatriba. Con adversarios tratados como enemigos, con un cargamontón que reemplaza a los argumentos, apelando a todo para descalificar a los opositores en especial si están a la cabeza de las encuestas.

 

Para un 66% de los votantes de Lima y provincias la actual campaña electoral es sucia o muy sucia, destructiva y difamadora, que no respeta la trayectoria ni la especialización. Como dice Luis Benavente, de Vox Populi, "El tema de la guerra sucia no solo tiene que ver con la elección en Lima, donde hay un nivel de enfrentamiento muy fuerte, sino también en todas las regiones y distritos del país". Nivel "bárbaro" que incrementa la confusión y el desconcierto ciudadano. Bien afirma Lourdes Flores que estamos ante el triunfo de la antipolítica. Lamentable.

 

Ha quedado claro que los valores y la moral no derivan de un acuerdo ni se aseguran con firmas. Nada más antiético que esta campaña en que la diferencia de más de 40 puntos que Luis Castañeda lleva a sus competidores ha hecho saltar todos los demonios y desesperaciones y al decir de Víctor Andrés Ponce no han dudado en teñirla de un peligroso contenido clasista, agraviante para los votantes que son presentados como permisivos con la corrupción. No es solo intolerancia, es ninguneo o choleo -como dice Ponce- temeroso de que se abran más abismos entre la Lima popular y la mesocrática. Algo garrafal, además de peligroso e injusto. Manipulación o no, ninguna sociedad merece tal descalificación moral casi generalizada.

 

Lo que viene sucediendo convoca a la reforma política urgente, a que el Congreso precise nuevas reglas sobre campañas electorales con límites claros para las donaciones y cuentas transparentes exigidas. Con publicación de gastos de campaña con cantidad límite autorizada e igualdad de oportunidades para los candidatos en el uso de los espacios en radio, prensa y televisión, con la impresión de carteles con tamaño y cantidades fijas, con regulación de paneles, restricción de la contribución de particulares y prohibición de donaciones de grupos de presión. Y por último, no lo menos importante, asegurar que las propuestas reemplacen a las fáciles y deprimentes injurias que nadie desea escuchar.

 

 

 


EL CIRCO ELECTORAL


 


MARIA DEL PILAR TELLO


 


El Pacto Ético promovido por el Jurado Nacional de Elecciones quiso asegurar la limpieza de esta campaña electoral que felizmente llega a su fin convertida en indeseable circo que reduce la política a espectáculo y diatriba. Con adversarios tratados como enemigos, con un cargamontón que reemplaza a los argumentos, apelando a todo para descalificar a los opositores en especial si están a la cabeza de las encuestas.

 

Para un 66% de los votantes de Lima y provincias la actual campaña electoral es sucia o muy sucia, destructiva y difamadora, que no respeta la trayectoria ni la especialización. Como dice Luis Benavente, de Vox Populi, "El tema de la guerra sucia no solo tiene que ver con la elección en Lima, donde hay un nivel de enfrentamiento muy fuerte, sino también en todas las regiones y distritos del país". Nivel "bárbaro" que incrementa la confusión y el desconcierto ciudadano. Bien afirma Lourdes Flores que estamos ante el triunfo de la antipolítica. Lamentable.

 

Ha quedado claro que los valores y la moral no derivan de un acuerdo ni se aseguran con firmas. Nada más antiético que esta campaña en que la diferencia de más de 40 puntos que Luis Castañeda lleva a sus competidores ha hecho saltar todos los demonios y desesperaciones y al decir de Víctor Andrés Ponce no han dudado en teñirla de un peligroso contenido clasista, agraviante para los votantes que son presentados como permisivos con la corrupción. No es solo intolerancia, es ninguneo o choleo -como dice Ponce- temeroso de que se abran más abismos entre la Lima popular y la mesocrática. Algo garrafal, además de peligroso e injusto. Manipulación o no, ninguna sociedad merece tal descalificación moral casi generalizada.

 

Lo que viene sucediendo convoca a la reforma política urgente, a que el Congreso precise nuevas reglas sobre campañas electorales con límites claros para las donaciones y cuentas transparentes exigidas. Con publicación de gastos de campaña con cantidad límite autorizada e igualdad de oportunidades para los candidatos en el uso de los espacios en radio, prensa y televisión, con la impresión de carteles con tamaño y cantidades fijas, con regulación de paneles, restricción de la contribución de particulares y prohibición de donaciones de grupos de presión. Y por último, no lo menos importante, asegurar que las propuestas reemplacen a las fáciles y deprimentes injurias que nadie desea escuchar.

 

 

domingo, 21 de septiembre de 2014

CAMBIO CLIMATICO


 
TALA ILEGAL, MUERTE Y DESTRUCCION
 
Publicado en Diario 1 el 20 de septiembre 2014
 
Todos escuchamos hablar del cambio climático pero a nadie parece interesarle. No es con nosotros, creemos que vendrá en un futuro en el que ya no estaremos. No imaginamos vivirlo o sufrirlo y da la impresión de que las amenazas son discurso puro. Pero hay quienes son capaces de dar su vida por defender sus comunidades, sus tierras, por evitar sus terribles consecuencias. Luchan como héroes solitarios contra un calentamiento global que ya está aquí con todos sus peligros.

Entre estos luchadores estaban los dirigentes ashaninkas Edwin Chota Valera, Leoncio Quincima Meléndez, Jorge Ríos Pérez y Francisco Pinedo, de la Comunidad Nativa de Alto Tamaya Saweto. Defendían sus tierras, su gente y su comunidad acusando públicamente, desde hace varios años, la ausencia del Estado en la zona, temiendo por su vulnerabilidad, por las reiteradas amenazas de la gente dedicada a la tala ilegal dentro de sus territorios, con graves impactos en nuestros ecosistemas y en la propia vida de los pueblos indígenas.

Pero daba la impresión de que estos dirigentes gritaban en el desierto. Llegados a Lima se reunieron con altas autoridades pero nada de lo prometido pudo evitar su muerte que ocurrió cuando se encontraron con un grupo de madereros mientras se dirigían a una reunión de líderes de esa etnia de Perú y Brasil para reconsiderar su estrategia de revisión de fronteras para hacer frente a la deforestación de sus territorios.

¿Qué hay detrás del asesinato de estos héroes populares que se atrevieron a evidenciar el millonario e impune tráfico de madera, que está acabando con nuestra Amazonía? Estas muertes han puesto los reflectores –momentáneamente- sobre las peligrosas mafias de tala ilegal que operan desde hace mucho en las zonas más alejadas y desprotegidas de nuestra selva. Es cierto que ha habido conmoción en los principales medios de información del mundo y por supuesto en la selva pero no tanto en nuestros medios copados por la campaña electoral municipal y regional.

El cambio climático es la peor espada de Damocles que enfrenta la humanidad y todos deberíamos estar unidos antes de que sea demasiado tarde. No nos sensibilizan ni las catástrofes que estamos viendo ni la acidificación de los océanos ni las inundaciones masivas ni las destrucciones de los ecosistemas.

Cercanos a la próxima cumbre climática mundial -que se celebrará en Lima del 1 al 12 de diciembre- ojalá el holocausto de estos líderes indígenas sirva para reconocer el valor de nuestros recursos y que no sean declaraciones de un día o solo las investigaciones para poner tras las rejas a los responsables de estos asesinatos. Se requiere más, que el gobierno sea interlocutor permanente de organizaciones como la Central Asháninka del Río Ene que representa a 17 comunidades e intenta atender las demandas y aspiraciones de los pobladores asháninkas del Ene, resguardando y potenciando sus derechos. Más aún cuando los mismos TLCs se refieren, entre sus cláusulas ecológicas, a la tala ilegal de maderas amenazadas con la desaparición.

No se trata de un caso aislado ni solo de un tema criminal policial. No podemos estar tan lejanos y tan indiferentes a la vida de peruanos que habitan otros espacios tan nacionales como Lima y más aún a sus clamores contra ese calentamiento global que nos afectará a todos. La ONU sabe que esta es una de las tremendas amenazas climáticas que nos acechan, por eso ha decidido reunir a los líderes mundiales en Nueva York en una cumbre que trate esta emergencia global. Que el gobierno haga llegar el mensaje de los ashaninkas inmolados, que repercuta en las conciencias de esos líderes, es una deuda a su martirio.


LA MUY PODEROSA PRIMERA DAMA


 
EL PODER DEBE TENERLO EL ELEGIDO
 
Correo, 20 de setiembre 2014
 
Dice la Constitución "El poder del Estado emana del pueblo. Quienes lo ejercen lo hacen con las limitaciones y responsabilidades que la Constitución y las leyes establecen” El poder está encuadrado en el Derecho y es esencialmente acción y percepción. La encuesta sobre el poder en el Perú, realizada por Semana Económica, pone en los primeros lugares a la pareja presidencial y la de Datum señala que la persona más poderosa en el Perú no es el Presidente elegido sino su esposa Nadine Heredia de Humala, presidenta del Partido Nacionalista que ha desplazado al presidente a un segundo plano lo que es grave y traerá consecuencias. Algo que pocos se atreven a decir por no chocar con el poder instalado.

Puede ser que el Presidente -como ha dicho un conocido sicólogo- tenga inhibiciones que lo mantienen lejos de pasadizos y salones. Y también que se sienta cómodo delegando poder a su cónyuge. Pero esa situación no la contempla la ley, el elegido recibe el mandato a ser cumplido de acuerdo a la Carta Magna. Nadine Heredia es lideresa partidaria, no ha sido elegida para gobernar ni es funcionaria del gobierno. Puede ser la persona más cercana y confiable para el Presidente pero ello no le otorga investidura. Puede que su juventud y carisma le ganen un espacio y que su determinación y audacia la impulsen a interferir en el Ejecutivo y en el Legislativo pero ese ejercicio está fuera de la Ley y de las instituciones.

Estamos ante un poder fáctico y sabemos bien lo que significa. Un poder de hecho, impuesto sin norma que lo avale ni institución que lo regule y controle. No interesa que el mandatario se sienta feliz por cederle todas las potestades, simplemente ella no está en su lugar ni puede tomarlo por asalto porque configura usurpación que ninguna buena voluntad o amor podrían convalidar. Porque el poder político no es un juego ni un capricho menos aún un adorno, su ejercicio compromete destinos colectivos y su obligada contraparte es la responsabilidad ante los electores. El Perú es un país complejo y altamente informal pero la precariedad no puede llegar al más alto nivel de gobierno. No necesitamos un presidente disminuido ni relegado. No puede haber gobierno familiar ni en pareja. La usurpación no es un error cualquiera, es una violación constitucional y un acto ilegal.

martes, 16 de septiembre de 2014

FICCION Y POLITICA


EN EL MEJOR DE LOS MUNDOS

 
Publicado en Diario 1 el 06 de septiembre del 2014
 
 
Ana Jara pasó la investidura raspando, mejor dicho no la recibió y gracias a una ficción, voto de los ministros congresistas y voto dirimente de la presidencia del Congreso, pudo salir sonriente del recinto. Se dieron a sí mismos la confianza y sin más se decidieron a continuar una trocha llena de dificultades y contradicciones.

La primera ofrecer una reforma de la salud manteniendo a los médicos en las calles y sin ser atendidos. La huelga médica que lleva más de 115 días es un demérito clamoroso para este régimen y para el ya no tan flamante gabinete. Miles de pacientes dejados de atender, problemas severos de infraestructura y violenta represión policial para los que protestan. Como diría el poeta nunca la salud fue más mortal, pero no se oye padre aunque, como siempre los más afectados sean los más pobres. Como si la salud pública no fuera un servicio esencial, el gobierno sigue adelante sin escuchar las demandas, haciendo de la sordera de la inefable ministra de salud una práctica política que vuelve inexpugnable el muro construido para aislar a los médicos y desgastarlos. Como el avestruz, creen que ignorando las demandas no existen. Y les hacen el amen todos esos funcionarios que han visto incrementados sus sueldos hasta el absurdo de que ministras que no han pasado por la universidad ganen diez veces más que quienes han estudiado más de 12 años una carrera médica. Ministros y viceministros bien pagados voltean a otro lado cuando profesionales de la salud exigen con toda justicia que se les escuche y se les atienda.

Otro punto es el sistema pensionario de las AFPs que requiere una revisión total. No solo la incoherencia de exigir a trabajadores independientes -que se mantienen con las justas- que ahorren para una futura pensión cuando en el presente les falta todo. Y además bajo un sistema rígido y casi monopólico. Especialmente que todos los trabajadores acepten el absurdo límite temporal de los 110 años para cobrar la pensión completa. ¿En qué mundo estamos?  El gobierno convencido que en el mejor nos pide que creamos en su precaria aprobación de la cual es puntal el ministro Daniel Urresti, histriónico, voluntarista, que piensa derrotar la ‘percepción de inseguridad’ con un show político unipersonal. Ante la angustia de los ataques y el avance de la delincuencia la población le da el beneficio de la duda y los medios de comunicación se regocijan con sus operativos y sus desplantes. Su posición en las encuestas es engañosa y va mostrando sus límites.

Por último en plena campaña electoral, a menos de un mes del encuentro con las urnas, el escenario está más que convulso, incierto y con turbulencias generadas por el propio Jurado Nacional de Elecciones, llamado a ser el garante de la expresión de la voluntad popular. La decisión del JEE- Lima, de excluir al favorito en las encuestas, Luis Castañeda Lossio, por la omisión de una información no relevante que en el formulario no se solicitó, es un error monumental. Y la demora en la rectificación hace que -en el poco tiempo que falta- cunda la indecisión y la incertidumbre hasta alcanzar cumbres de irracionalidad. Lamentable.

 

¿ESPERANDO LA CENSURA?


MAYORGA Y LA PUERTA GIRATORIA

Publicado en Correo el 12 de septiembre del 2014

El Poder Judicial sepultó el pedido de $47.5 millones que el Estado reclama a la firma Interoil. La Corte Superior archivó la parte de los "daños y perjuicios" de la demanda peruana por explotación indebida de los lotes petroleros III y IV. Su concesión había caducado pero el resarcimiento económico no fue requerido durante el proceso por lo que la Cámara de Comercio Internacional no ordenó la indemnización. Y tampoco ésta se estableció como condición para renovar el contrato a Interoil suscrito el mismo día que se conoció el laudo arbitral. Eleodoro Mayorga, no se inhibió, firmó los decretos supremos que extendieron los contratos de licencia temporal por un año más.

Hasta para el más ingenuo esto es más que despreocupación o desinterés por los derechos del Estado, es favoritismo para Interoil, de la que el ministro Mayorga fue asesor. De ahí la interpelación -cuyo resultado desconocemos- que podrá terminar en censura como llamada de atención al Gobierno que no lo quiso cambiar y al mismo Mayorga que no quiso renunciar.

La puerta giratoria se da cuando un alto cargo público se va a trabajar a una empresa privada, con la información que tiene, generando conflictos de interés entre la esfera pública y la privada, generalmente en beneficio privado. Y cuando un privado pasa a ocupar un alto cargo como un Ministerio por ejemplo sin olvidar los intereses a los que sirvió. No extraña a nadie que se nombren ministros a personas vinculadas a grandes empresas privadas mineras y petroleras ni que organizaciones financieras utilicen sus altísimos contactos para cobrar sus acreencias. No solo en el Perú, en Europa, en EEUU y en el mundo, los ministros dejan la política y se embarcan en actividades privadas, representación, lobby, dirección, generando una cadena de favores entre política y empresa.  Y si esto es así no hay forma de conciliar la ética con la función pública, ni de erradicar los conflictos de interés en decisiones indebidamente influidas por intereses económicos o personales. No en vano el primer presidente de la II República española, Niceto Alcalá Zamora dijo: "El que sale de una actividad privada y entra en la política, deja la puerta privada entornada".