LA CONECTIVIDAD DIGITAL
NO ES UN LUJO
En Correo el 06 de Junio 2020
Miles de compatriotas están muriendo y otros tantos
lloran sus pérdidas, la ansiada meseta anunciada hace dos semanas no llega. No
hay educación presencial, escuelas y universidades apuestan por clases
virtuales. En pleno confinamiento la única socialización es por internet vía Whatsup o
Skype y los debates académicos, sociales y políticos se refugian en las videoconferencias
y zooms como espacios rescatados al monólogo gubernamental y mediático.
Estamos
unidos digitalmente para comunicarnos y ejercer nuestro derecho a la
información. Pero la conectividad no existe para millones de peruanos en
la capital y por supuesto en los lejanos pueblos, sin acceso a Internet. Éste no
es un lujo, es un derecho humano, que sin supervisión ni censura debería ser
proporcionado gratuitamente para los que no pueden pagarlo, convertirlo en servicio
público.
Martín Vizcarra ofrece tablets y Kits tecnológicos para la educación digital de
los más pobres pero la reguladora OSIPTEL anuncia el corte por falta de pago del
servicio telefónico que incluye a Internet. Contradicción que linda con la esquizofrenia
dado que las deudas responden a la aguda crisis económica y el Estado gasta sus
ahorros distribuyendo millones en ayuda social. Y ese mismo gobierno desarticula
al país impidiendo la comunicación, debilitando la estrategia fundamental en la
guerra sanitaria como en la económica.
Sin internet no se hace nada. Es un derecho social, sin ella eres un marginal
aislado de los esfuerzos colectivos. OSIPTEL permitirá los cortes en perjuicio
de la sociedad mientras que las grandes empresas telefónicas tienen trato
especial y privilegios tributarios. Para la ONU cortar el acceso a Internet es una violación de los
derechos humanos. La red es esencial para
la vida y en especial para la educación y la economía. Lo dijo Barak
Obama en 2015 “la banda ancha no es un
lujo, es una necesidad”. ¿Qué parte de esto no entiende Vizcarra?