jueves, 7 de abril de 2016


¡CUIDADO ESTE CINCO DE ABRIL!

Publicado el 3 de abril del 2014 en Político.pe 
Este martes habrá una gran movilización contra el fujimorismo. En memoria del cinco de abril de 1992 fecha en que con nocturnidad el presidente Alberto Fujimori disolvió el parlamento para entronizar el autoritarismo despótico que luego trató de paliar con el Congreso Constituyente Democrático.
Han pasado 24 años pero las heridas siguen abiertas y el antifujimorismo resurge, revitalizado y fuerte, a través de las voces y las rebeldías de jóvenes que ni siquiera habían nacido en esa fecha. De estudiantes y trabajadores que han escuchado de sus padres y han leído de los atropellos y abusos que signaron una década en que el expresidente Alberto Fujimori con su socio Vladimiro Montesinos entronizó el avasallamiento y la destrucción de las instituciones para mejor gobernar y manipular en favor de intereses de corrupción y malos manejos.
No queremos que se repita esa historia vivida, cercana e indeseable. Por eso los jóvenes salen a las calles a proclamar ética, principios y verdades que no quieren escuchar quienes piden olvido y perdón.
Pero no hay perdón ni puede haber olvido, tampoco reflexión desapasionada sobre una etapa de abusos, de compra de medios, de destrucción de derechos e instituciones, que fue funesta para el país. Que todo se quiera cubrir con pragmatismo no significa que no existió. Que la manipulación sea exitosa no implica que las metodologías funestas no puedan volver.
Hay pasión y defensa del país en el rechazo al fujimorismo y hay oportunismo y hasta maquiavelismo en quienes quisieran que regrese. Quienes organizamos la gran marcha nacional de los cuatro suyos tuvimos una noche del 27 de julio del 2000 pacífica y sin violencia pero un despertar amargo del día siguiente. Un 28 de julio, día de la innoble tercera juramentación de AFF, con incendios, represión y crímenes. Pusimos todos los cuidados y previsiones para que el 27 fuera de alegría, celebración, música, jóvenes y desfiles  pero al día siguiente Montesinos orquestó la sangre y dolor que nos envolvió.
Este dramático antecedente nos hace pensar en el cinco de abril que se anuncia, con tantos jóvenes ilusionados con la democracia posible en las calles, que rechazan el símbolo de lo que no debe repetirse. Tampoco debe repetirse una jornada luctuosa de violencia y represión como la del 28 de julio del 2000. Sabemos que los sabuesos montesinistas todavía están sueltos y que nuestros jóvenes marchan solo con el escudo de la ilusión y la decencia. No queremos más dolor. ¡Mucho cuidado!