LA CRISIS
QUE ESTAMOS VIVIENDO
Mi columna HOJA DE TIEMPO en el diario Correo del 2 de diciembre 2017
La gran
crisis política que estamos viviendo extiende mantos de sospecha sobre todos
los que han desempeñado cargos de gobierno o de representatividad en el
presente siglo. Nadie se salva ni a la derecha ni a la izquierda. Parece muy lejano
el gobierno de transición de Valentín Paniagua cuando todas las ilusiones de
saneamiento moral se activaron. Y se justificaron las esperanzas puesto que sin
Fujimori ni Montesinos, la dupla que con su corte de obsecuentes sinvergüenzas pretendió
llevarse al país en peso, se podía refundar moralmente al Perú después de diez
años de latrocinio organizado.
Hoy vivimos el escándalo de corrupción más
grave del presente siglo. Con la colaboración eficaz de Jorge Barata, la cabeza
visible de Odebrecht en el Perú, conoceremos todas las maniobras siniestras con
que compraron conciencias al más alto nivel para obtener sus millonarias
ganancias. El Lava Jato está en su momento cumbre y amenaza con un terremoto
político y social que destruirá a políticos, partidos e instituciones. Al
abordar el tema emerge la indignación, la rabia y la humillación por la
traición a la confianza. Y también la duda respecto de fiscales y jueces que
deberán portarse a la altura del desafío para desterrar la impunidad y castigar
la corrupción de Odebrecht, OAS y compañías consorciadas.
La economía se puede
descontrolar cuando el barco de la democracia está inestable y hasta el
Presidente es tocado por las denuncias. Las actividades están paralizadas,
jaqueadas por la incertidumbre.
Necesitamos una respuesta social que no se
vislumbra todavía mientras el Gobierno y el parlamento siguen atacándose. No
ven la marea negra que se cierne con posibilidades reales de deslegitimar a
quienes representan el sistema político y la democracia. Nada bueno se anuncia porque
a la espera de lo que diga Barata estarán los pescadores antisistema que
querrán pescar en este río tan revuelto.