HORA DE FISCALIZAR
El Congreso ha recuperado su independencia con la presidencia de
Luis Iberico. La democracia se lesiona cuando no hay equilibrio de poderes. Y
la subordinación ha durado demasiado. La hemos visto grosera y claramente evidenciada
cuando los cuatro ex presidentes provenientes de la bancada oficialista: Daniel Abugattás, Víctor Isla, Freddy
Otárola y Ana María Solórzano, temiendo que la mayoría les fuera adversa, perdiendo
toda dignidad, golpeaban sonora e infantilmente sus escaños cuando se discutían
las comisiones que investigarán a Nadine Heredia y al caso Lava Jato. Lo que
está en juego es la facultad esencial del Parlamento de fiscalizar y responder
al clamor de la ciudadanía que exige que ninguna corrupción pueda quedar
impune.
La obediente bancada de Gana Perú se sigue desgranando y esta
vez por decisión palaciega fueron separados Omar Chehade y Cenaida Uribe por no
guardar disciplina en el blindaje a la esposa del Presidente cuya defensa parece
ser una causa nacional que debería ser asumida y alinear a todas las instancias
posibles, a comenzar por el primer cónyuge de la nación y su Primer Ministro. Durante cuatro años el Congreso no
ha sido para nada la bisagra que debió
ser respecto del Ejecutivo, ha constituido un apéndice vasallo, con presidentes
obsecuentes rendidos no ante el
Presidente de la República sino ante la esposa, posteriormente designada
jefa política del nacionalismo.
Nadine Heredia omnipotente factótum política es ahora denunciada
por usurpación de poder. Y lo hace nada menos que Omar Chehade, elegido primer
vicepresidente de la República en la plancha con Ollanta Humala, con quien, a
pesar de haber renunciado al cargo, comparte su legitimidad de origen. Chehade afirma
que Heredia ha secuestrado sicológicamente al presidente y por tanto asumido el
poder fuera de los márgenes constitucionales. Grave, muy grave denuncia ante la
cual los políticos no deberían mostrarse sordos. Inexperiencia y soberbia dan
forma a una receta con consecuencias impredecibles. Y si se agrega la audacia
la cosa puede pasar a mayores. Y Nadine Heredia debe saberlo bien.