sábado, 2 de julio de 2016


PPK, 

EL REVOLUCIONARIO

Mi columna HOJA DE TIEMPO en Correo del 02 07 16

Le entregaron las credenciales como presidente electo y él nos entregó un mensaje de unión nacional y de revolución social: “Todavía nos falta un cambio adicional, que es la revolución social que necesitamos en el país”. Estas frases no vienen de la izquierda moderada ni de la radical sino de un líder considerado conservador y de derecha que no dudó en precisar su significado “Igualar a los que viven en los Andes y la Amazonía con la Costa; igualar la educación de los que van a los mejores colegios privados con los que van a los colegios públicos, que son la gran mayoría; igualar los servicios sociales básicos que debe tener todo ciudadano”.

Muy bien expresados los sueños que conectan con el ideal de desarrollo humano que une a todos por un país más justo sin bolsones de desigualdad y pobreza extrema. PPK comienza a construir su legitimidad. Por edad, experiencia e inspiración familiar tiene el sentido de la trascendencia, de lograr algo importante desde el poder al que no volverá. Si bien no tiene el gran partido que lo pueda secundar ojalá sus conocidos operadores políticos asuman su ambición transformadora. 

Una revolución social se origina en el reclamo de satisfacción de las necesidades básicas de alimentación, educación, salud y vivienda. Los ejemplos más comunes son la Revolución Rusa y el Movimiento de los Derechos Civiles en EEUU. No suelen incluir la participación significativa de las élites que más bien se dedican a defender el "status quo" y el sistema. Por eso sorprende e impresiona este comienzo socialmente sensible. PPK está logrando traducir sentimientos y esperanzas, sintonizar con el corazón colectivo. Bienvenidas las ilusiones sociales y los compromisos públicos que deberán jalonar, ojalá, el mandato que asumirá dentro de un mes. Mucha suerte!


Solidaridad con Rosana Cueva y Karina Novoa.


LA REVOLUCION SOCIAL 

DE PPK

En Político.pe el 01 07 16

Pedro Pablo Kuczynski nos sorprendió con su discurso de recepción de credenciales. No fue la clásica alocución sobre la unión nacional, no solo limó las asperezas de la campaña. Fue más allá y nos entregó palabras de esperanza por una verdadera transformación. “Todavía nos falta un cambio adicional, que es la revolución social que necesitamos en el país”. 

PPK definió la gran tarea del gobierno entrante de igualar las provincias con la capital. “Igualar a los que viven en los Andes y la Amazonía con la Costa; igualar la educación de los que van a los mejores colegios privados con los que van a los colegios públicos, que son la gran mayoría; igualar los servicios sociales básicos que debe tener todo ciudadano”. Y dio en el clavo pues el gran tema de la desigualdad convoca la atención del mundo. “El gran reto es que estas esperanzas no sean defraudadas, que miremos siempre hacia adelante, cuál es el objetivo que queremos. Queremos un país moderno, justo, igualitario, que pueda caminar con la frente en alto en el concierto mundial del cual somos parte”.

Hermosas, sensibles e inteligentes palabras pronunciadas en el primer acto del gobernante elegido. Que conectan con millones de peruanos a los que promete una revolución que atienda las necesidades de educación, salud y agua. Cumplir con las reformas políticas y sociales indispensables, a partir del reconocimiento de los derechos ciudadanos, sería histórico y convertiría a PPK en el agente del cambio que las mayorías exigen.

Agregando a lo dicho en el teatro Municipal en la cumbre de la Alianza del Pacífico, en Chile, el presidente electo afirmó que el Estado peruano no ha invertido lo suficiente para que el país sea más igualitario. “El Perú, que tiene un desempeño económico bueno desde hace 20 o 25 años, tiene un grave problema y es que no hemos invertido suficientemente en hacer que sea un país más igual, más socialmente desarrollado”.

A PPK considerado el líder conservador y de derecha le preocupan los “inmensos contrastes” entre Lima y el resto de ciudades del país. Viene exhibiendo una gran vocación de trascendencia haciendo honor a la conmovedora frase de su madre, que mencionó en el debate presidencial. “Sirve a tu país y busca la excelencia”. Aparece inspirado en ella y si esto es así no necesita definiciones ideológicas que separen, requiere de movilizar esos grandes objetivos que den forma a la revolución social que está prometiendo. No son frases de líderes izquierdistas, vienen de un hombre sensible ante la injusticia, que quisiera dejar algo importante tras su paso por el poder. A lo que agrega como otro objetivo la industrialización a partir de la promoción de la inversión privada. Todo esto enmarcado en un gran apoyo a la integración continental.

PPK expresa sus grandes sueños sociales y políticos cuya concreción requiere de un gran apoyo nacional. No tiene el gran partido que lo secunde pero si logra conectar con las esperanzas colectivas tendrá en el pragmatismo desideologizado un gran recurso de transformación. PPK se proclama un revolucionario pero deberá demostrar capacidades y habilidades en el camino que comenzará dentro de un mes. Bienvenidas las ilusiones, los compromisos públicos y las esperanzas. Mucha suerte para aterrizar y comenzar su misión.


Solidaridad con Rosana Cueva y Karina Novoa.