viernes, 6 de marzo de 2020


PÉREZ DE CUÉLLAR: EL PERUANO
DEL SIGLO XX

En diario Correo el 7 de Febrero 2020

Se ha ido don Javier Pérez de Cuéllar, un líder mundial, el peruano más notable del siglo XX. Como Secretario General de la ONU, renovador y enérgico, fue el peregrino de la paz como se autodenominaba. Su aspiración era un "mundo mucho mejor" para todos. Su larga experiencia llena de éxitos y su naturaleza bondadosa, humana y amable lo hizo ciudadano del mundo, ostensiblemente comprometido con los pueblos sufrientes afectados por las guerras, la desigualdad y la pobreza. 

Gran concertador y dialogante, sabía escuchar con mirada inteligente. Lo frecuentamos mucho cuando nos convocó junto a varios peruanos que buscábamos el fin del fujimorismo y nos reunió en Unión por el Perú. Entendía la perpetuación en el poder como grave para el país, demócrata cabal, conocía de las trampas y los designios de Montesinos empeñado en prolongar el régimen y a pesar de ello se arriesgó. 

Gustavo Mohme Llona le dedicó un masivo homenaje popular y le entregó, en acto multipartidario, las Bases para la Concertación que elaboramos en el Comité Cívico por la Democracia. 

Recordamos su sonrisa serena, su finísimo sentido del humor y su inalienable tolerancia de líder espiritual y político. Durante su campaña electoral, motivado y esperanzado, activaba con equilibrio admirable, junto a su esposa Marcela que dejó todo para estar con él en ese desafío tan complejo, frente a un adversario poco o nada honesto. 

"Fue un hombre de Estado, un diplomático comprometido y su inspiración personal dejó un profundo impacto en Naciones Unidas y en el mundo", ha dicho en la ONU Antonio Guterres. Y es cierto, desde 1946 lideró la independencia de Namibia, el fin de la guerra Irán- Irak, la liberación de rehenes en el Líbano, los acuerdos de paz en Camboya y en El Salvador, entre otros éxitos. Perdimos la oportunidad de tenerlo como gobernante. Honor al Honor.




¿ES POSIBLE IMPRIMIR VIDA?


En diario Correo el 28 de Febrero 2020

La bioimpresión 3D forma parte de la innovación médica que busca novísimas respuestas para los problemas de salud. Células y biomateriales se combinan para crear desarrollos biomédicos con propiedades similares a los tejidos vivos, con aplicaciones en ingeniería médica. Ahora es posible imprimir vida y obtener un órgano humano funcional para la gran demanda de trasplantes, para la gente que espera con urgencia un órgano con tan pocos donantes.

En la Universidad de Tel-Aviv se imprimió en el 2019 un corazón en 3D totalmente adecuado a un paciente usando células humanas. Ya en el 2002 el profesor norteamericano de origen peruano Anthony Atala en la Universidad de Wake Forest, abrió la trocha creando el primer órgano por bioimpresión, un riñón a pequeña escala. 

Y ahora en el Perú un grupo humano ha reunido al Estado, a las universidades Ricardo Palma y UTEC y a las empresas privadas interesadas en este inmenso avance. Será en el I Simposio Internacional Bioprint 2020,  impresión 3d en salud y bioimpresión 3D que se realizará en Lima los próximos 13, 14 y 15 de marzo. Walter Navarro Murgueytio dirige este esfuerzo con su experiencia de haber organizado el año pasado el importante Simposio Internacional de Medicina Regenerativa y Células Madre en Lima. Reunirá nuevamente a expertos internacionales para abordar esta vez la tecnología basada en inyección de tinta con impresoras 3D desde una perspectiva biológica con un sistema de calefacción que crea burbujas de aire que proporcionan presión para expulsar las gotas de biotinta. 

El evento incluye clases prácticas y exposiciones especializadas para empresarios, médicos, ingenieros, odontólogos, biólogos, veterinarios, investigadores y estudiantes interesados en este paso al primer mundo que facilita el estudio y tratamiento de los problemas de cáncer entre muchos otros. Incluso será posible la bioimpresión de folículos pilosos para acabar con la calvicie. Felicitaciones, gracias por la invitación, estaremos.    




DE BOMBEROS 

Y QUEMADOS

En Correo el 21 de Febrero 2020

El drama de Villa El Salvador sigue contando víctimas. Su enorme impacto social y político ha desnudado clamorosas carencias sobre el tratamiento médico de los quemados y también de la situación de los bomberos que tratan de evitar que los incendios dejen tanto dolor como el de las familias que vivían en el camino de un camión irresponsablemente autorizado para trasladar gas de manera riesgosa. Este drama provocó una cadena de renuncias desde el presidente de OSINERMING hasta el Ministro de Energía y Minas y fue punto de partida de la mayor crisis ministerial de este gobierno.

Los quemados son los enfermos más terribles y más aún si son pobres. Su vida corre peligro y si sobreviven será con horribles secuelas físicas y sicológicas. Los gobiernos se preocupan por su tratamiento, los avances médicos y sobre todo por la adecuación de hospitales y clínicas. En este caso los más de 30 muertos necesitaron sangre y medicación especializada  sin encontrarlas. Los Bancos de Sangre desabastecidos y las Emergencias sin las condiciones especiales para no contaminarse y morir. Por esto la urgencia de la Unidad de Quemados en el Hospital Loayza del MINSA, que recibió varios de los grandes quemados sin brindarles el aislamiento indispensable ya que la pérdida de piel los expone a enormes riesgos. Desde el desastre de Mesa Redonda han venido exigiendo la Unidad sin obtener respuesta. El virtual congresista Omar Chehade comenzó su gestión con una visita a las víctimas y encontró un cuadro dramático de carencias que se ha comprometido a ayudar a superar. Ojalá.

Y quienes también claman por ayuda son los Bomberos que dependen del Ministerio del Interior que nos les brinda mayor atención ni presupuestal ni de equipos. Los bomberos profesionales, no voluntarios, están malamente pagados desde hace mucho tiempo a pesar de que arriesgan permanentemente la vida por la sociedad. Alarmante negligencia y deshumanización. 








LA INMUNIDAD 

NO ES IMPUNIDAD

En Correo el 14 de Febrero 2020

Semana muy dura para el gobierno de Vizcarra con cambio parcial de gabinete. Ello no obsta para que el libreto oficial siga su curso y en el nuevo Congreso se discuta la eliminación de la inmunidad parlamentaria. La inmunidad existe desde la Revolución Francesa como protección de altos funcionarios debido a la falta de independencia de la administración de justicia ante posibles persecuciones. La parlamentaria nació por temor a abusos del Ejecutivo, nunca se justificó solo en la soberanía y en la representación. 

La doctrina la estima necesaria para la consolidación del Estado de Derecho y la legitimidad democrática con base en el control del poder incluyendo al Judicial, posible fuente autónoma de excesos. Desde este ángulo las consecuencias de su eliminación para la libertad de los congresistas y la salvaguarda de la institución, en especial para los grupos minoritarios incómodos, podrían ser significativas. La lucha contra la corrupción exige protección ante las mafias que neutralizan grandes esfuerzos con amenazas. 

Y es que los atropellos pueden venir de cualquier lado, la inmunidad no es impunidad pero tampoco es privilegio, se entiende como autodefensa y preservación funcional ante la politización del orden judicial. Que funcione solo para el periodo parlamentario es una buena propuesta y que la intervención se produzca después de que la autoridad judicial complete el proceso de persecución de los delitos, otra. Así el Congreso podrá decidir en votación pública y con mayoría calificada levantar la inmunidad o suspender los procesos judiciales en caso de injusticia flagrante. 

El proceso judicial completo permitiría la mejor decisión del Parlamento que sólo debería ser competente para levantar un arresto o impedir un proceso ante indicios claros y racionales de arbitrariedad, falseamiento y manipulación de los hechos. Y quienes quieren eliminarla, el Presidente Vizcarra a la cabeza, no deberían poder hacerlo solo porque las encuestas dicen que “El Pueblo lo pide”.