¿GABINETE DE CONSENSO?
Publicado en Correo el 28.03.2015
Ana Jara
parece estar en capilla. No es su primer momento difícil, su investidura la
pasó raspando y ya enfrentó un primer escándalo de la DINI. Pero el más
reciente, no sabemos si el último, desbordó su capacidad de respuesta. La
indignación social reclama al responsable político que en este caso es ella y
no el Presidente en ejercicio. La caída de un gabinete es una medida extrema y no
se sabe si la oposición logrará los votos. Pero con censura o sin ella la
renovación política debe darse. La desconfianza aumenta cuando se ve que el
gobierno se cree todo permitido. La necesidad de detener la prepotencia alienta
el cambio de ministros. Junto a ello la debilidad de un gobierno aferrado a
absurdos argumentos para justificar el espionaje masivo como si fuera una
práctica banal.
No lo es. La
DINI tiene el antecedente de la inteligencia de Montesinos para la perpetuación
fujimorista en el poder. Y podría seguir en esa onda con la diferencia de que
la presente masificación del espionaje ha sido conseguida vía el mayor presupuesto
que habría permitido la tercerización de los servicios de inteligencia con agencias
particulares que podrían quedar fuera de control de los mentores del operativo.
¿Estamos ante la privatización de la DINI? ¿Podríamos esperar más miles de búsquedas
en Lima y en provincias? ¿Cómo hacer entender a los personajes de Palacio que
poder no significa subordinar a los políticos por el amedrentamiento o el
chantaje?
Si se
produce la censura debería darse con madurez y sin desestabilización, es un mecanismo
constitucional que podría dar paso a un gabinete renovado que asegure lo que queda
del gobierno de Ollanta Humala sin desorden ni desconfianza.
Estamos ante
una crisis severa -aunque el gobierno no lo quiera aceptar así- y la respuesta
debería ser de unidad nacional, con un premier independiente que pueda trabajar
los consensos para reconducir el barco que se entregará en julio del 2016. La
responsabilidad es del gobierno pero también de la oposición, es interés de
todos enfrentar racionalmente la deslegitimación, la inversión privada disminuida,
los conflictos sociales que se exacerban, la lucha contra la corrupción y la
inseguridad más un gran etcétera en el cual pueden estar las dramáticas catástrofes
naturales que estamos viendo y las que se anuncian. Esperemos.