UIF:
DEL
DICHO AL HECHO
Publicado en Politico.pe el 23 de setiembre 2016
El discurso electoral de campaña puso énfasis en la inseguridad
y en la lucha contra la corrupción. Y no podía ser de otra manera pues son
asuntos que concentran la indignación de la gente. Keiko Fujimori se vio
obligada a incluirse en la corriente y señaló que estaba de acuerdo con el fortalecimiento
de la Unidad de Inteligencia Financiera a fin de que tuviera la capacidad de
levantar el secreto bancario y la reserva tributaria.
Varios meses después vemos la reprobable distancia entre
el discurso y la práctica política. Entre lo que se dice y ofrece y lo que se
hace. Por supuesto que el secreto bancario es una garantía a proteger tan
importante que solo puede ponerse en cuestión por causa superior como lo es
combatir a los corruptos y a los lavadores de dinero que tanto daño hacen a la
sociedad. Cuando eso sucede no hay duda de que debe impulsarse un consenso que
unifique éticamente a la nación en contra de estos flagelos.
Y esto no
apareció en los debates de la Comisión de Justicia. Los congresistas
fujimoristas le hicieron flaco favor a su lideresa, exhibieron los temores y los
recelos que dejan entrever sus intereses y preocupaciones individuales y de
grupo: "mañana te pueden levantar el secreto bancario y eso va contra un
derecho fundamental".
¿Cuál es el
verdadero temor? ¿Por qué se permiten aparecer como incoherentes o débiles al
afirmar que darle la facultad o el poder a la UIF para que pueda levantar el
secreto bancario de cualquier ciudadano requiere orden judicial? Por supuesto
que es así y la propuesta del Ejecutivo lo contempla de manera precisa, recoge la
necesidad de una resolución fiscal previa para proceder al levantamiento.
Los fujimoristas no usaron su aplastante mayoría para
convencer con lógica y contundencia, la usaron para votar unánimemente en
contra del pedido. Los investigados por el posible origen ilícito de sus fondos
(narcotráfico, lavado de activos o corrupción) deben estar aliviados. Si las
facultades se descartan no hay riesgo de que la UIF los moleste ya que mal
podrá hacer inteligencia financiera sin esta autorización.
El gobierno no está pidiendo nada extraño ni ajeno a
nuestra práctica institucional. La Dirección Nacional de Inteligencia, DINI, que
ha protagonizado tantos eventos censurables de persecución a ciudadanos, sí puede
levantar el secreto de las comunicaciones al igual que lo hace Indecopi. La UIF,
respetando las garantías, podrá levantar el secreto bancario y la reserva
tributaria siempre que solicite autorización judicial para cumplir su tarea y acceder
a la información como ya sucede en Argentina, Colombia, Chile, México y Estados
Unidos.
¿Para qué tanto salto si el suelo está parejo? Los
fujimoristas no tienen razón, su actitud revela afán de proteger a gente de su
entorno que ya está siendo investigada por lavado de activos como el recordado
ex secretario general de Fuerza Popular, Joaquín Ramírez.
Finalmente el fujimorismo debe recordar que su mayoría
absoluta en el Congreso no es un cheque en blanco para la arbitrariedad o para la
obstrucción. La lucha contra la corrupción y el narcotráfico es demasiado importante
para el país y es central para la ética ciudadana. Concita todas las
adhesiones. Mostrar el doble rasero de ofrecer electoralmente para incumplir groseramente,
debilita al poder político y a la democracia. Lo más grave es que abre el
camino a las protestas en las calles para exigir coherencia y compromiso. Hay
tiempo para rectificar en el pleno.
La rendición de cuentas ya no espera a que termine el
periodo congresal, se va haciendo día a día. La vigilancia ciudadana está unida
a la protesta y a la indignación por la burla y el incumplimiento. No provocarla.
Deben rectificar.
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