DE MAL EN PEOR
Político.pe el 27.11.15
Lejanos parecen los tiempos en que Ollanta y Nadine
aparecían juntos en medio de las luces y oropeles de la campaña para ofrecer la
“Honestidad, para hacer la diferencia”. Esa imagen ha sido reemplazada y
desdibujada por la de una dama que miente al país y por un mandatario que
privilegia su rol de cónyuge para
defenderla y protegerla a capa y espada. Pero ni estamos en el Medioevo ni vivimos
desinformados, por el contrario la vigilancia ciudadana y el despliegue de noticias
acrecientan la decepción política ante la falsedad pertinaz.
A la mentira se le agrega la certidumbre de una
estrategia legal que se impone con inconsistencias, maniobras dilatorias,
imprecisiones y hasta ficciones evidentes que colisionan con los valores sociales.
A la clase política se le atribuye poca o ninguna afinidad con valores y
principios morales pero demasiado es demasiado, todo tiene un límite y el que presenciamos
es un exceso. Tanto más que la mentira se acompaña de soberbia, prepotencia y
absurdo. Y hasta se pretende censurar al presidente de la Comisión de
Fiscalización Gustavo Rondón por haber señalado que ahora sí se conocerá de
donde vienen los dineros y adonde fueron.
Nada es simple. Nadine Heredia se enfrenta a fuertes sanciones
posibles. Nada menos que a la imputación por lavado de activos, un delito mayor
pasible de prisión preventiva. Mentir sobre el origen y uso de dineros no
declarados es por sí mismo muy grave. Nadie hubiera querido que fuera así pero la
opinión pública quiere saber, la mayoría del Congreso sabe, los únicos que pretenden
no saber son los inquilinos de Palacio. Y nada pueden hacer que sea peor que lo
ya hecho y lo que están haciendo. Pretenden un blindaje parlamentario que agrava
el caso. Van de mal en peor porque la confianza tiene como límite el suelo aunque
el daño a la democracia ya está al igual que a la estabilidad política y económica
del país. Lamentable desenlace cuando estamos en el partidor de una campaña que
se anuncia implacable. Y el futuro no se presenta esperanzador para quienes prometieron
honestidad pero han hecho de la política una aventura y del discurso una apuesta
que no les está resultando para nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario