sábado, 27 de febrero de 2016


EL REBAÑO 

DESCONCERTADO



Mi columna HOJA DE TIEMPO en Correo el 27 02 16

La frase es del norteamericano Noam Chomsky pero es aplicable a la gente cuando es guiada hacia un camino incierto. La campaña para elegir al gobernante y a los representantes al Congreso gira hacia el absurdo, la deslegitimación y la ilegalidad. 

La población está sorprendida de lo que está sucediendo y lo que es peor no ve que las autoridades opten por la vía legal e institucional. El Jurado Nacional de Elecciones muestra desacuerdo en sus dos instancias y es el epítome de la ineficiencia en la forma y el criterio de aplicar o no la ley. 

La admisión a trámite de la candidatura de Julio Guzmán “privilegiando” -como ha dicho el Presidente del Jurado Electoral Especial- el derecho a la participación electoral no puede implicar renuncia a leyes o procedimientos. Con ese criterio todos podríamos ir a votar sin DNI porque lo importante es participar. 

El incumplimiento de los plazos, por ejemplo, es insubsanable, el tiempo en que debió cumplirse un trámite de Ley no tiene retorno. Principios o valores superiores no son argumento para eximir a nadie de cumplir la Ley. 

Y es lo que está sucediendo burdamente con Julio Guzmán que, según las encuestas, viene creciendo y su porcentaje parece ser patente de corso para exigir privilegios. Y su campaña avanza con el martirologio y victimización que le significan publicidad gratuita a un candidato que hasta hace poco nadie conocía. Cuyo anonimato estaba sólidamente respaldado por su irrelevancia, ausencia de reconocimiento profesional o político, de propuestas, de publicidad, de pronunciamientos, de partido, de institucionalidad y de presencia. 

A Julio Guzmán nunca se le conoció palabra propia, demostración de pensamiento, artículo o idea pública o publicada, representa al desconocido aparecido, a la incógnita, la improvisación, la astucia oportunista. Un candidato surgido de la nada, sin ley ni lógica, sin exposición de propuestas ni ideas, estaría avanzando hacia Palacio. 

¿Así de fácil se lleva al ciudadano a lo que podría ser un salto al vacío?


¡NO HABLES 

DE FRAUDE!


Político.pe el 27 02 16

Francisco Távara, presidente del Jurado Nacional de Elecciones no quiere que se hable de fraude electoral. No entiende que usar o no esta palabra es irrelevante. Más importante es el mal concepto que tiene la población sobre el ente llamado a conducir las elecciones en el país. Una institución máxima que viene incumpliendo su misión y con ello arriesga el destino nacional. Le corresponde salvaguardar la transparencia, la legalidad y la institucionalidad para que el gobernante que salga de las urnas sea elegido con la mayor legitimidad. Pero no lo está haciendo. 

La excepcionalidad y los privilegios aplicados al candidato Julio Guzmán por el Jurado Electoral Especial no tienen ni justificación ni precedentes. “Privilegiar” la participación para permitir que se incumpla la ley y aceptar a trámite la inscripción de un partido que no observó procedimientos ni plazos es una inconsistencia jurídica inadmisible que afecta a todo el proceso electoral. 

El Estado de Derecho es la base de la democracia y violentarlo vicia la contienda. La Ley está para cumplirla sin excepciones ni privilegios. Sin vigilias en las calles que impliquen presiones para que el JNE decida en uno u otro sentido. Y la indecisión se prolonga indefinidamente por magistrados que no se atreven a dejar fuera a un candidato y un partido que no observaron los plazos y los procedimientos que otros sí cumplieron.


Por cuerda separada camina el incentivo perverso de la publicidad gratuita, del martirologio buscado, de la victimización que gana simpatías y hace avanzar en porcentajes a alguien que hasta hace poco era un real desconocido, para nada notable ni política ni profesionalmente, sin reconocimiento ganado por méritos propios, menos aún por ideas o propuestas. Que podría llegar a Palacio de Gobierno montado en artificios, privilegios y exigencias. Si no es fraude es algo peor, estamos ante una inercia suicida que afecta los reflejos de la ciudadanía. 

Cuando deberíamos estar discutiendo equipos de gobierno, propuestas y soluciones para los graves problemas que nos aquejan aparecemos entrampados en una situación kafkiana con candidatos que no deberían seguir pero siguen. Nos lamentamos de que el Perú está mal gobernado pero no vacilamos en consagrar la improvisación y la ilegalidad a futuro en medida tal que lesiona sin remedio el Estado de Derecho y la democracia. De mal en peor.

sábado, 20 de febrero de 2016



TIO VLADY 

¿ESTAS AHÍ?


Mi columna HOJA DE TIEMPO para Correo 20 02 16

Vladimiro Montesinos mantuvo un prolongado poder omnímodo desde las sombras. Nadie lo eligió, lo designó ni lo nombró pero su reconocida inteligencia y habilidad tuvieron influencia absoluta sobre el presidente Alberto Fujimori con las consecuencias que conocemos. Unos más que otros porque la juventud hoy puede ignorar muchas de las idas, venidas, acciones y omisiones que sufrimos durante esa década de oprobio. 

Montesinos protagonizó fugas y retornos, presentaciones mediáticas y sonados procesos antes de ser apresado y recluido en la Base Naval junto al jefe máximo de Sendero Abimael Guzmán. Pero 15 años después de la caída del fujimorato sigue en la política como un espectro. Su nombre vuelve una y otra vez, presente para arropar o desacreditar candidaturas que tratan febrilmente de eliminar el pasado para inventarse mejores futuros. 

La más tocada por el fantasma del Tio Vlady es, cómo no, Keiko Fujimori la hija del autócrata que en los alfombrados recintos del SIN recibió directamente sus enseñanzas nada santas. Que ahora pretenda ignorar lo que fue esa familiaridad y ascendencia demuestra que su apellido Fujimori le abre muchas puertas pero le cierra otras tantas, bendición y maldición en simultáneo. 

También está Ollanta Humala llegado a la política por el gesto de Locumba, una presunta gesta que el coronel Oswaldo Zapata documenta, en su reciente libro El Bastón Negado, como un pedido del propio Montesinos para cubrir su precipitada fuga en el velero Karisma ya que ambos actos coincidieron en fecha y hora. 

Y también está Julio Guzmán, presunta novedad electoral antifujimorista, a quien Hildebrandt descubre trabajos realizados para el publicista Oscar Dufour, el preferido del asesor y para el canal 10 aguerrido medio defensor de ese régimen bajo órdenes del SIN. 

Y para adornar el pastel aparece documentadamente que César Acuña pasó por la salita del SIN, pretendió exigir un Ministerio, recibió dinero y se convirtió en topo del fujimontesinismo en un Congreso adonde llegó por la oposición. 

Vivito y coleando, encerrado pero con pensamiento y acción libres, Montesinos digita destinos y suertes, no sabemos si acciones, propuestas y programas.   




FUE AYER 

Y NO ME ACUERDO


Político.pe el 20 02 16

La memoria suele ser frágil y mucho más cuando la amnesia esconde intereses, ambiciones y pretensiones. La década fujimorista de vergüenza y oprobio es muy bien recordada por quienes la sufrimos y mucho más por quienes en las calles recibimos represión, palos y agresiones de los defensores de la autocracia que pretendió perpetuarse en el poder con todos los recursos posibles. 

Esa lucha tuvo momentos cumbres y acciones políticas que debemos difundir para que la historia no se repita.  Y en especial para que los jóvenes que no vivieron ese funesto periodo sepan claramente por quién votar, sin atender historias prefabricadas que distorsionen lo que aconteció. 

Vladimiro Montesinos sigue planeando en la política y esta semana tuvimos sonadas demostraciones de ello. El coronel Oswaldo Zapata, compañero de promoción castrense de Ollanta Humala, documenta en su libro El Bastón Negado, lo que sucedió la madrugada del 29 de octubre de 2000 en Locumba y el porqué de la coincidencia en fecha y hora con la fuga de Montesinos en el Karisma, rumbo a Panamá. El régimen ya estaba agónico pero el gesto sirvió para cubrir mediáticamente la huida y para convertirse en posterior plataforma de los Humala Heredia para llegar al poder. 

Pero las mentiras tienen patas cortas y los presuntos liderazgos antifujimoristas se caen ante las precisiones que afectan a los “nuevos” Julio Guzmán y César Acuña. El primero trabajó, según Hildebrandt, para el publicista preferido de Montesinos Oscar Dufour y para el canal 10 de noticias aguerrido ultradefensor del régimen bajo órdenes del SIN. Y el segundo fue topo del montesinismo en el Congreso después de asistir al SIN a pedir un Ministerio y recibir dinero. Lo prueban las actas de la comisión anticorrupción que presidió Anel Townsend, paradójicamente hoy principal gonfalonera de Acuña con desmemoria digna de mejor causa. Acuña fue el único congresista elegido por la oposición que se quedó en el recinto para arropar la tercera e ilegal juramentación de Fujimori mientras los otros, junto a la real oposición, protestaban con nosotros en las calles. 

Pero quien podría dudar que la más amnésica sigue siendo Keiko Fujimori, la hija del autócrata, que hoy afirma que cualquier video en la salita del SIN sería nefasto para otros candidatos. No para ella que no tiene un video pero sí todo un largo metraje, con múltiples imágenes de familiaridad y cercanía desde que convivió en esos alfombrados recintos con el mismísimo asesor, amigo y protector de toda la familia palaciega. 

Cuán fácil puede ser dejar de recordar la bonhomía del Tio Vlady, peligroso e inteligente factótum de los peores tiempos del siglo pasado, junto a su padre, claro está.

sábado, 13 de febrero de 2016

 

¿SU PASADO 

LO CONDENA?


Publicado en Político.pe el 12 02 16

 

No es una telenovela más pero la frase de marras vuelve una y otra vez. Más allá de cuestiones legales los aspectos éticos permiten evaluar candidatos que creen que algunos momentos de su trayectoria vital no saldrán a luz. 


Cuando el pasado es frondoso, los buscadores son útiles para ampliar la información y de ello salen contactos, vinculaciones, trabajos y hasta negociados que pueden no venir a cuento en la actividad política actual pero definen la personalidad ignorada del líder que podría tomar las decisiones que nos afectarán a todos y que tendrá en sus manos los fondos del Estado. 


Es el caso del novísimo Julio Guzmán cuya estrella ascendente en las encuestas podría apagarse si el pleno del JNE, en puridad jurídica, decide ratificar lo dispuesto por su primera instancia. 


Pero más allá de este impasse que podría ser definitivo está lo que nos trae la revista de César Hildebrandt sobre el candidato de Todos por el Perú. Su acuciosidad periodística descubre contactos laborales con el fujimontesinismo antes de que Guzmán partiera al extranjero y con el actual nacionalismo ahora que como gobierno compite electoralmente. 


Hay quienes vinculan a Ollanta Humala con Vladimiro Montesinos y precisan que el levantamiento de Locumba coincidió en tiempo matemáticamente con la fuga del superasesor en el velero Karisma. Habría sido para cubrirlo. 


Y si así fuera a nadie extrañaría el cordón umbilical entre Guzmán y los adeptos al régimen autocrático de Fujimori. Para muestra están sus trabajos con el publicista Oscar Dufour, conocido peón publicitario y periodístico del montesinismo y para el canal 10 de cable que alojó a los principales defensores del gobierno autocrático. 


No conocemos a Julio Guzmán, es un recién llegado a la política pero si esas son sus idas y venidas no se condicen con ninguna alegada independencia o pulcritud. A lo que se agrega la denuncia de copia de las estrategias, tácticas, frases y demás signos creados por Podemos un exitoso partido español instalado en el espacio social de la indignación y la protesta de izquierda mayoritaria. ¿En qué quedamos? Cuál es el espacio que permitirá a Guzmán construir su hegemonía política y ganar las elecciones? 


Necesitamos saber más del outsider para no afirmar que su pasado lo condena. Tampoco para elegir en el vacío generado por el desencanto. Ya sabemos dónde nos llevan las emociones con pocas razones.



 

                                     

EL PLAGIO ES UN DELITO



Mi columna HOJA DE TIEMPO en Correo el 12 02 16


La poca calidad política de esta campaña electoral es patética. Para un país que pretende entrar al círculo de los desarrollados de la OCDE, hay poco avance cívico y casi nada de madurez democrática. No solo el carnaval de 18 candidaturas presidenciales y más de 2 mil congresales. La argumentación es escasa y hay poco o nada de ideas y propuestas para llegar al pacto social que legitime al gobernante que salga de las urnas. 


La debilidad conceptual llega al delito con personajes que roban ideas y las usan públicamente sin temores ni escrúpulos. Lo de César Acuña es dramático pero también jocoso por el extremo, bien o mal  asesorado por un supermarketero que solo vende el producto aunque sea tan imposible como una kola salada. 


El plagio de la tesis no resiste razones pero el del libro de Otoniel Alvarado no tiene límites, la coautoría de un libro ya publicado por otro autor está dentro del absurdo. ¿Su raza distinta lo pone por encima de la inteligencia colectiva o por debajo? Pero sus “hazañas” de copista irredento comprometen también a personajes que lo apoyan y los dejan como simples subalternos con dignidad comprada por el dinero del que tanto presume Acuña. 


Otro caso de plagio es Julio Guzmán, para algunos el outsider que avanzará a la segunda vuelta. Tendrá que pasar la valla del pleno del JNE que en puridad de derecho debería ratificar la primera instancia porque la Ley es la Ley y está para cumplirse. Y la calle es la calle para manifestar. No deberían mezclarse para exigir privilegios ni amenazar. La sorpresa, entre otras que también vienen, es que su red morada y su campaña electoral está pirateando ideas, frases, estrategias del español Podemos, nacido de la indignación española del 15M y de la búsqueda de una opción rupturista del bipartidismo desde la izquierda. 


De esta ideología no tiene nada Guzmán aunque no vacila en calcar a Pablo Iglesias, líder del que está muy lejos en talla, ideas, programa, capacidad y brillo. Simplemente nos creen tontos.

domingo, 7 de febrero de 2016



PRENSA 

BAJO REFLECTORES


Mi columna HOJA DE TIEMPO publicada en Correo el 06 02 16

Los periodistas acostumbrados a colocar reflectores sobre otros  nunca lo hacemos sobre nosotros. Nos falta autocrítica, tenemos el monopolio de la verdad y muchos se creen dueños de vidas y honras. Por prestigio y credibilidad, asumen un aura indiscutible para ejercer facultades que incluso pueden llegar a ser taumatúrgicas, vale decir, pueden crear realidades. 

Nuestro periodismo no es ajeno a excesos ni acepta debatir problemas o presiones que pueden venir de los propietarios de los medios, de los gobiernos, de los publicistas o de los políticos. Más allá de la época nefasta en que el fujimontesinismo compró líneas editoriales de canales de TV y de diarios, poco o nada se discute sobre posible distorsión o manipulación de la información. Este tabú ha sido saludablemente roto por el Congreso de la República a través de Luis Iberico Nuñez, primer periodista presidente de un poder del Estado en este siglo.


Esperamos que vengan más como Iberico que rescaten su perspectiva de comunicador distinguido para abrir compuertas sobre el equilibrio, indispensable para la democracia, entre el poder político y el mediático. Iberico organizó con el PNUD, el Instituto Demócrata y el Colegio de Periodistas, entre el 2 y 3 de febrero, el Seminario Internacional Medios de Comunicación, Derecho a la Información y Autorregulación. 

Reconocidos académicos y periodistas abordaron con franqueza estos tópicos de interés  público que ostensiblemente deben ser iluminados y debatidos. La invitación virtual tuvo abrumadora respuesta. La emblemática Sala Porras, ex Senado y además cinco salas del Congreso recibieron a más de 800 asistentes, en especial jóvenes estudiantes, que siguieron las dos jornadas en circuito cerrado. Muchos más se conectaron al Canal del Congreso. 

Un hito de convocatoria, comunicación y participación. Éxito total de asistencia y de calidad de ponentes y panelistas decididos a aprovechar la apertura para decir verdades poco escuchadas. Charlas magistrales de Jose Ugaz Sánchez Moreno, Aldo Vasquez, José Perla, Hector Vanolli, Enrique Obando, Roberto Mejía, Johan Leuridan entre otros y de periodistas como Juan de la Puente, Max Obregón, Juan Paredes, Pedro Tenorio, Patricia del Río, Ricardo Uceda, Umberto Jara, Augusto Alvarez Rodrich, Rolando Toledo, Alfonso Baella, Daniel Chappell, Denis Vargas y el factótum que coordinó la cita, César Campos. 

Un honor contarme entre ellos. Mil gracias y felicitaciones.     


DOS ELEFANTES 
PELEAN


La discusión electoral oscila entre plagios y eliminaciones. Las defensas de los políticos pasean los medios dejando ver ambiciones e intereses, las tribunas se llenan de pasiones, angustias y cinismos, las caretas caen, se revelan personalidades y temperamentos. Estamos a solo dos meses de llegar a las urnas pero el escenario no puede ser más incierto y expectante.

Haciendo un alto en el barullo externo, Luis Iberico, primer periodista presidente del Legislativo en este siglo, organizó junto al PNUD, al Instituto Demócrata y al Colegio de Periodistas, el Seminario Internacional Medios de Comunicación, Derecho a la Información y Autorregulación cumplido entre el 2 y 3 de febrero.

Distinguidos académicos y periodistas llegaron a la cita para hablar con toda franqueza sobre aspectos de la prensa y del derecho a la información que poco o nunca se tratan públicamente. La gente abarrotó el Congreso. Fue una invitación virtual con límite establecido pero se desbordó y muchos quedaron fuera. Llegaron más de 800, en especial jóvenes estudiantes, que tomaron las instalaciones de la emblemática Sala Porras, ex Senado y de cinco salas más. Algo nunca visto pero siempre deseable para que los políticos, en especial los congresistas -que lamentablemente estuvieron ausentes- conecten con los ciudadanos. Fue un hito de convocatoria, comunicación y participación. También un éxito total de calidad de ponentes y panelistas que aprovecharon para decir verdades poco escuchadas. Lo mejor de lo mejor.

Uno de los invitados, el argentino Héctor Vanolli, representante en Venezuela del Centro Carter, al hablar de la indeseable situación en ese país, graficó la lucha entre los gobiernos y los medios de comunicación con la frase “Cuando dos elefantes pelean el pasto es el que sufre”, sabio adagio de una tribu australiana. Y en estos casos el pasto es la sociedad que debe intervenir siempre para defender libertades, derechos y valores. Algo que en plena era de la Internet y las redes sociales resulta mucho más fácil.


Fue un honor ser parte y quedamos atentos a la segunda cita que Luis Iberico ha señalado para el próximo mes de junio. Un ejemplo de lo que es posible hacer cuando hay sensibilidad para iluminar temas de interés público que sin embargo han sido silenciados por mucho tiempo como tabú. Y cuando hay asesores como César Campos que dio lección de impecable organización y amistad para con todos. Gracias y felicitaciones.