DINERO, VOTOS Y
VACANCIA
Diario Correo 25 10 14
Ganar las
elecciones es cada vez más costoso, la política es un ring en que el dinero decide.
La ley exige una clara rendición de cuentas, el Jurado Nacional de Elecciones demanda
cifras pero partidos y organizaciones que presentaron candidatos son renuentes
y remolones y al final presentan las del gran capitán. Ni soles ni dólares son
democráticos ni democratizadores pero definen quien tendrá el poder. Para
felicidad de publicistas, marketeros y medios de comunicación y no tanto para
los ciudadanos que sienten que no son ellos los que soberanamente eligen a sus
representantes sino que es el dinero el que hace conocido el número y el nombre y nos deja congresistas sin
calidad. Muchos con hipotecas y compromisos que deberán pagar y cumplir desde
su curul.
Mientras la reforma política hace su camino -para
que el financiamiento de las campañas sea público y se elimine el voto
preferencial- el asunto hace crisis. Los mineros ilegales han acusado al oficialismo de haber
recibido sus apoyos en metálico para llegar al poder y una vez llegados desoyen
sus reclamos. El partido de gobierno debe responder pero no lo hace y el Congreso
se ve obligado a pedir a la ONPE informes del financiamiento de la campaña electoral de Ollanta Humala
en el 2010. La cosa pasa a mayores cuando el dirigente minero Víctor Chanduví y su vocero, Jorge Paredes, presentan ante el
Congreso un desubicado e irrisorio pedido de vacancia del presidente señalando
que no ejerce la jefatura de Estado y que su esposa es la que gobierna,
agregando que no ha cumplido sus promesas. Todo esto tiene de verdad y de circo
pero el asunto de fondo es que el Congreso debe legislar prontamente sobre el
financiamiento de partidos y campañas si no queremos que la informalidad actual
nos haga más vulnerables a dineros mal habidos entre los cuales los más temibles
seguirán siendo los que vienen de la delincuencia organizada y del
narcotráfico. Avisados estamos.