MANTENER EL DIALOGO
En Correo el 15 de Junio 2019
La
confianza ya fue dada y estamos en pleno debate de los proyectos de ley de
reforma política que permitirán el levantamiento de la inmunidad parlamentaria por
la Corte Suprema, la prohibición de candidatear al Congreso de los condenados
con sentencia de primera instancia, la participación ciudadana en la selección
de los candidatos de los partidos, la eliminación del voto preferencial y la penalización
del financiamiento ilegal de las campañas electorales.
Todos
aspectos que parecen plausibles al ser mencionados genéricamente pero con un
mayor acercamiento revelan bemoles y consecuencias no todas positivas. Si bien
necesitamos las reformas política y judicial impulsadas por el Ejecutivo para
la lucha anticorrupción lo que no necesitamos es el choque de poderes.
El
precedente inmediato fue el debate y aprobación de los cuatro proyectos de ley
de reforma constitucional que, bajo presión del Ejecutivo, fueron sometidos a
referéndum en diciembre pasado, evento que lamentablemente nos dejó sin la
necesaria bicameralidad.
Ahora
estamos en otro escenario. La confianza parlamentaria concedida significa un contrato
político que los congresistas deberán honrar, pero hay incertidumbre sobre los resultados
debido al condicionamiento y a los plazos que se pretenden imponer. Entre
poderes autónomos ninguno le dice al otro lo que debe hacer. Y menos si uno de
ellos considera que la imposición perjudicará la institucionalidad política y
partidaria c
on,
por ejemplo, las elecciones internas abiertas o con la paridad y alternancia en
las listas.
Si
el Ejecutivo considera que los proyectos han sido ‘desnaturalizados’ y
procede con excesos, o de modo arbitrario, también se estaría desnaturalizando el
equilibrio de poderes principio inherente a la democracia que se pretende
consolidar. Solo queda mantener el diálogo con respeto recíproco -como felizmente
se está dando- y esperar que en el camino ambos poderes tomen conciencia de los
aspectos y principios esenciales que no pueden ser sacrificados en aras de la
popularidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario