DEFENDER LA DEMOCRACIA
En Opinión diario Exitosa del domingo 23 de Junio 2019
Representantes de las bancadas de FP, APRA, AP y APP en la Comisión de Constitución del Congreso acordaron un pronunciamiento en defensa del Parlamento, que llame al
presidente Martín Vizcarra a la reflexión luego de la amenaza de que si no se
aprueban sus proyectos de reforma política, respetando su esencia, interpretará
como denegada la confianza al gabinete y podrá cerrar el Congreso, pero
respetando “lo estipulado en la Constitución”.
Esta argumentación no tiene asidero ni legal ni
político. No hay forma constitucional de cerrar el Congreso si el Ejecutivo
insiste en que el mismo Presidente mismo la confianza parlamentaria a
posteriori. El equilibrio de poderes se rompería en desmedro de la institucionalidad
democrática convirtiendo ese gesto en golpismo puro y duro, sin atenuantes. Ningún
constitucionalista serio e independiente aceptaría que el Presidente pueda
disolver el Congreso en función de su personal y acomodaticia interpretación después
de otorgada la confianza.
Bien ha dicho Luis Iberico, el Presidente se equivoca
pues el Congreso no se ha negado a legislar la reforma política lo está
haciendo en uso de sus facultades legislativas y conforme al debate inherente a
sus funciones. Y a pesar de que el presidente en lugar de fomentar el diálogo y
la reconciliación con el Parlamento alienta la confrontación a diferencia del
premier Salvador del Solar.
Es cierto que el Congreso no es el mejor que podríamos
tener pero es el que tenemos y aunque está bajo fuego mediático para alentar a
las calles a que exijan su cierre, la realidad política debe ir por otro
camino. Es entendible que los congresistas que pertenecen a un partido político
rechacen que ciudadanos ajenos participen en las primarias internas. Que la
gente de fuera intervenga sin conocer los problemas partidarios podría ser negativo.
Estaríamos pasando de la exagerada cantidad de firmas para la inscripción al
involucramiento exagerado de ciudadanos no militantes que podrían hacer
implosión en una organización política.
Los juristas coinciden en que un cierre del Parlamento, luego de aceptado
el pedido presidencial de confianza por el pleno, sería inconstitucional dado
que el proceso de esa cuestión de confianza ya habría concluido y
tendrían que presentar una nueva en torno a lo que el Ejecutivo considere
indispensable.
Si no lo hace la disolución del Parlamento sería inconstitucional, un claro rompimiento del
Estado de Derecho. Pero además como
disolución sería causal de vacancia presidencial, según el artículo 134 de la
Carta Magna.
Las pugnas entre el Ejecutivo y el Congreso escalan
irresponsablemente. No solo Martín Vizcarra debe tener mesura también los
congresistas deben poner de su parte para defender proactivamente su institución.
Si bien no es aceptable que se limite o menoscabe el debate político inherente
al Parlamento, toda relación tirante y revanchista, como la que tienen con el
Ejecutivo les da mala imagen ante la ciudadanía que ve como soslayan las
urgencias sociales. Entretenidos como están con la reforma política bajo
presión no responden a sus electores que exigen mejoras ante la violencia
urbana y la salud pública.
Y el telón de fondo es el crecimiento cero en economía.
Complacidos con el ascenso del gobernante en las encuestas y en su apuesta por la
reforma política el gobierno descuida las finanzas que presentan cifras de recesión
no vistas desde hace muchos años, muy lejanas del 9% del segundo gobierno de
Alan García. Solo estas cifras justificarían el cambio de un gabinete cuyo
perfil bajo no va con las urgencias nacionales. Con la economía en esos niveles
de parálisis los inversionistas se van y más aún si se agrega la inestabilidad
política y jurídica Las señales de un país en plena incertidumbre las ha
recibido bien una lideresa como Beatriz Merino que con claridad y sentido común
formula recomendaciones para superar la situación de confrontaciones y pugnas
inútiles poniendo por delante el respeto a las formas democráticas.