sábado, 25 de julio de 2015


ENTRE EL MIEDO
Y EL REPUDIO

Publicado en Correo el 25 de julio del 2015
 
Mañana domingo 26 de julio habrá elecciones de la Mesa Directiva del Congreso. Los reflectores alumbran al Legislativo porque por primera vez en estos cuatro años su control pasaría a la oposición. Y porque siendo el último tramo de Ollanta Humala, de alicaído poder, esperamos un Parlamento independiente para cerrar democráticamente el ciclo. No habrá mucha diferencia ni mucha ilusión pero algo debería cambiar para que los congresistas escuchen al electorado que se debate entre el miedo y el repudio. 

Porque las últimas encuestas definen como las grandes preocupaciones de los electores, no las sociales ni las del desarrollo. Los electores aparecen atenazados por dos flagelos invivibles, que de coyunturales han pasado a ser estructurales, que son la violencia criminal multiforme y la corrupción ubicua e impune. La primera nos deja sin sueño y sin respiro, con temores inmensos por nuestras vidas y familias, por proteger lo poco o mucho que tenemos. La segunda nos deja sin ilusión y sin esperanza por su dimensión liquidadora de las instituciones y de los prestigios que deberían hacerle frente.

La inseguridad y la corrupción son nuestros problemas esenciales, hemos dejado atrás la desigualdad, el desempleo, la pobreza, el costo de vida más un gran etc. Ahora nos unimos en torno a la repulsión, a la pena y al desconcierto, con el corazón en un puño sin acertar adonde mirar mientras abrazamos a los nuestros. Este es el vulnerable Perú del 2015, cuando comienza una nueva etapa oficial al final de la cual tendremos nuevos gobernantes y nuevo congreso. Un inmenso signo de interrogación nos paraliza. Y doce meses pueden ser demasiados cuando la urgencia y la intranquilidad se unen sin que los políticos atinen con la respuesta.

La ubicuidad de la inseguridad/corrupción no pide, exige, demanda, grita, clama y reclama por acción no de los aspirantes presidenciales sino de las autoridades actuales, las que están entregando poder y armas. Pero es cierto que en plena campaña electoral este terreno así abonado puede propiciar aventurerismos, populismos, demagogias. Estamos en un momento en que queremos creer, en que necesitamos creer. Para darnos ese respiro Ollanta Humala deberá cuidar mucho su forma de gobernar y hacerlo solo, no con la ilegal cogobernante al lado, bien rodeado de gente capaz, dejando atrás ese gobierno familiar para convertirlo en técnico, autorizado, confiable y dialogante. Y el Legislativo debería dejar de ser irrelevante comparsa, un poder sin poder, para representar el equilibrio constitucional, el contrapoder independiente y autónomo con voluntad de soluciones. Deberán entregarnos oportunamente la reforma electoral para que votemos con esperanza por el cambio del país. Simplemente, deberán ejercer cabalmente la representación y la fiscalización sin someterse al poder político y sin proteger impunidades.

 

sábado, 18 de julio de 2015


 
MELODRAMA


Publicado en Político.pe el 18 de julio del 2015
 
El guión efectista vino de Palacio de Gobierno para ser proclamado en Palacio del Congreso. Un melodrama fabricado para descalificar a la Comisión Belaunde Lossio que incluyó y convocó a Nadine Heredia como investigada por “su posible intervención directa o indirecta para favorecer a Martín Belaunde en la obtención de contratos con el Estado”. La primera dama indignada generó más de una confusión y dio que hablar a los mentideros y corrillos que no paran de comentar sobre la famosa pregunta que le hiciera Marisol Pérez Tello a Rodrigo Arosemena hace más de dos meses en sesión reservada: ¿En qué oportunidades y cuántas veces ha tenido una reunión o una actividad en común con la Primera Dama? Arosemena respondió correctamente en su condición de ex gerente de Antalsis, la empresa de Martín Belaunde Lossio.
 
Y la pregunta no fue acerca de una supuesta relación sentimental ni tampoco fue dirigida a Heredia como muchos creyeron. Y es pertinente porque hace hincapié en reuniones y coincidencias sin maltrato alguno para nadie. Porque es evidente que Arosemena puede ser el hombre puente entre el investigado MBL y Palacio de Gobierno.

¿Quién gana o quién pierde con convertir este tema en escándalo como lo ha hecho la supuesta agraviada Nadine Heredia? Para algunos es vencedora y para otros se hunde más en la opacidad y la resistencia a la investigación. Pero con melodrama o sin él, el mango de la sartén lo sigue teniendo la Comisión que a fines de agosto pondrá en escena su propio libreto después de que se levante el secreto bancario de la poderosa investigada que se pretende ciudadana de a pie.  Nadine Heredia dejó sentada su voluntad de descalificar a la Comisión y a su presidenta para victimizarse en un acto para el cual deseaba sesión pública que no consiguió por lo que lo puso en escena a su salida. Y su argumento sobre la notificación es absurdo porque en ese documento la Comisión no puede acusar ni adelantar opinión. Queda esperar que Pérez Tello avance responsablemente sin amilanarse y nos entregue a buen tiempo la verdad que al parecer se trataría de ocultar.

COMO ESCÁNDALO

 
Para Portal Punto de Encuentro 18 de julio 2015
 
La política es esencialmente mediática y en mimetización indeseable puede adoptar el lenguaje mediático caracterizado por la lógica del entretenimiento y el escándalo. De esta manera se personaliza la política, se denigra o se liquida al adversario sin detenerse ante el creciente desprestigio de la clase política y de los medios cuando sostienen posiciones contrarias a verdades evidentes. Así se socava la confianza de los ciudadanos en los mediadores, por un lado en sus representantes que son los políticos, por otro lado en los periodistas que activan los escándalos usando a los propios políticos mientras éstos usan a los medios para sus fines. La connivencia es recíproca pues los intereses de ambos están en ganar audiencia y electores.
 
Esto que parece complejo o confuso está sucediendo con el despliegue informativo concedido a la primera dama que dio una conferencia de prensa a la salida de la sesión del Congreso adonde acudió en calidad de investigada por la Comisión Belaunde Lossio. En un ejercicio de victimización, con un guión bien elaborado, Nadine Heredia hizo gala de medias verdades para confundir al punto tal que hasta los más reputados analistas han aceptado la especie de que la congresista Marisol Pérez Tello le formuló una pregunta sobre una presunta relación sentimental con Rodolfo Arosemena que la ofendió y la denigró como mujer. Pero la verdad va por otro lado. La famosa pregunta la formuló Marisol Pérez Tello pero no a ella sino a Arosemena, hace más de dos meses en sesión reservada y fue “¿En qué oportunidades y cuántas veces ha tenido una reunión o una actividad en común con la Primera Dama?”

Pertinente pues Arosemena la respondió en su condición de ex Gerente de Antalsis la empresa de Martín Belaunde Lossio con el fin de descartar si el funcionario puede ser el hombre puente entre el investigado MBL y Palacio de Gobierno.
 
Algunos han considerado este acto como un gran triunfo de Heredia, como el inicio de su campaña electoral para presidir la lista nacionalista en el Congreso o como la descalificación total del serio trabajo que venía cumpliendo como congresista solvente y responsable doña Marisol Pérez Tello. Es decir que se puede acallar o detener una investigación con una victimización eficaz a contracorriente de la transparencia que se reclama. Y en el extremo un diario tituló en primera plana la frase “Callejón Oscuro” dando a entender que la citación fue una trampa para la primera dama convertida en víctima ofendida.

Cómo esperar en estas condiciones que el Congreso cumpla con fiscalizar las relaciones de la corrupción con el poder y menos aún con desarrollar un contra-poder con autonomía si se permite que se ataque impunemente a una congresista como Pérez Tello,  eficiente, ponderada y responsable. Con el “éxito” del acto protagonizado por Nadine Heredia las ideas, argumentos y proyectos pueden pasar a segundo plano, desaparecer todo debate y banalizar agendas políticas. Lo sucedido es una maniobra de prestidigitación política convenientemente levantada apelando al sentimentalismo. En definitiva, publicidad y mercadotecnia, saturación pero no para debatir, sino para entretener con una saga a la que electores y lectores se hacen adictos. En tanto eso sucede la democracia representativa se lesiona por la desconfianza y la falta de credibilidad. Así no es posible ejercer nuestros derechos democráticos, informarnos, argumentar, crearnos una opinión en los temas que nos interesan. Las tribunas se llenan de escandaletes. Lamentable.
 

LA PREGUNTA
 
Publicado en Correo el 18 de julio del 2015
 
La reacción de Nadine Heredia en el Congreso es vista por algunos como un triunfo político y por otros como un montaje de un libreto que hizo de mentira verdad. Se mostró indignada por una pregunta -supuestamente de índole personal y sentimental- que hace más de dos meses formuló Marisol Pérez Tello a Rodrigo Arosemena. Su confusa intervención dejó la idea de que la pregunta había sido para ella y en esta sesión por lo que se sentía denigrada como mujer.

Lo que  Heredia relató no fue la pregunta sino el preámbulo que Pérez Tello le hizo a Arosemena, ex gerente de Antalsis, la empresa de Martín Belaunde Lossio, quien en su momento respondió correctamente y sin problemas sobre el número de veces que había visitado Palacio o a la primera dama.

La pregunta es pertinente porque Arosemena puede ser el hombre puente entre el investigado MBL y Palacio de Gobierno. Si Pérez Tello se excedió en el preámbulo no interesaba porque nadie lo conoció desde que se formuló en sesión reservada. Nadine Heredia lo publicitó con palabras pensadas para el escándalo que logró con medias verdades, distorsión y victimización efectista. Su condición de mujer es respetable pero no implica que no se le pueda investigar, más aún cuando está en la cumbre del poder aunque se pretenda ciudadana de a pie, condición desmentida por su larga corte de vigilancia, protección y adulación.

Reclamó también Heredia por la notificación que le informó su paso de invitada a investigada la cual no siendo una sentencia no puede contener imputaciones que corresponden al informe final. La primera dama, secundada, defendida y apoyada por el presidente de la República ha dado una señal de imposición de opacidad. Su libreto pudo haberle significado un triunfo pero podría ser pírrico. Porque si exigimos un mejor Congreso que fiscalice para sancionar la relación entre poder y corrupción no lo tendremos impidiendo el trabajo, inculpando o satanizando a congresistas correctos y responsables como Pérez Tello. Así solo se garantiza la mediocridad de la política que desciende a niveles de escándalo o se ofrece sumisa y obediente a los dictados del gobierno de turno.

domingo, 12 de julio de 2015


 
LOS MEDIOS
Y LOS MIEDOS
 
Publicado en Político.pe el 10 de julio del 2015
 
No es nueva la guerra entre gobernantes y medios de comunicación. Se viene dando en varios países del continente siempre con resultados negativos. Pelear entre actores políticos y medios no beneficia a nadie, menos a la sociedad pues ambos mediadores se deslegitiman en el camino. La opción es el equilibrio.

Que los medios cumplan su función de informar críticamente que los gobernantes lo acepten sin presiones publicitarias ni oficiales. Que los medios se autorregulen para no caer en la difamación ni en la liquidación de personajes. Que los gobiernos no usen sus recursos para alinearlos ni controlarlos. La llamada colonización mediática de la política no es para nada recomendable pero será siempre la tolerancia democrática y la racionalidad la que permitirá llevar la fiesta en paz sin lesionar el derecho a la información.

Ollanta Humala se ha abierto demasiados frentes y desde España abrió el de los medios que es uno más pero muy importante. Porque una cosa es la saludable distancia entre gobierno y prensa y otra el antagonismo o la confrontación destemplada.

Ollanta desestabiliza su gobierno con sus malas decisiones, su temperamento duro e infranqueable y la anuencia para que su esposa cogobierne, para que usurpe y provoque crisis políticas que han mellado la estabilidad indispensable para el progreso económico y la confianza.

Los medios privados seguirán denunciando e investigando los oscuros manejos nacionalistas de los dineros  de Venezuela mientras los medios gubernamentales continuarán alineándose con las temperamentales indicaciones del gobernante de poner todo en la defensa e imagen de su esposa.

Una vez más Humala debió mostrarse ponderado durante una visita de Estado pero no lo logró. Ganaron su temperamento y sus temores. Sin perspectiva ni altura se impuso el marido ofendido por las denuncias y ataques a su mujer y el estadista desapareció. Lamentable.

 

 

sábado, 11 de julio de 2015


 

NO TOQUEN
A OLLANTA NI A NADINE

Publicado en Correo el 11 07 15
 
¿Qué pasaría si escuchando a Ollanta Humala los medios de comunicación hacen mutis por el foro y dejan de informar sobre la pareja y su gobierno? ¿Se tornaría automáticamente en muy estable? ¿El silencio mediático le prestaría sabiduría, ponderación, honestidad y experiencia política para este último trecho? ¿Nadine Heredia dejaría de perturbarlo y de meterse en las decisiones para las que nadie la eligió? ¿El país superaría inmediatamente la desaceleración económica y la crisis de confianza y credibilidad? ¿Desaparecería la imagen de aventurerismo político irrigado con los dineros foráneos de su amigo bolivariano? Etc.etc.

Desde los predios de la ficción con cero noticias sobre la pareja palaciega, dejarían de alimentar titulares y se enclaustrarían para mejor gobernar sin interferencias ni mediadores. Solo los medios gubernamentales les darían tribuna, seguirían sus indicaciones, sin denuncias, sin fiscalización, sin control ciudadano. Como en las quimeras dictatoriales ganaría la quietud de los sigilos, reservas y prudencias, de los arreglos informativos y de la opacidad. Y las audiencias asistirían tranquilas a esa sensatez convertida en automordaza mediática.

Fantasía imposible que demuestra que la exigencia de Ollanta Humala desde Madrid está fuera de la realidad. Que ataque a los medios por desestabilizar su gobierno cuando sus problemas no son ni invención ni mala voluntad. Que ha incurrido en tantos errores y se ha abierto tantos frentes que uno más, aún tan importante como el mediático, solo indica cuánto ha perdido de perspectiva. Si la prensa hubiera querido hace tiempo que su aprobación se hubiera pulverizado por sus errores que van desde el mal uso de la DINI hasta la manipulación de su bancada parlamentaria pasando por el afán de pelearse, su desconocimiento de pactos y alianzas y la sistemática usurpación del poder por la esposa cogobernante de facto.
 
Ollanta Humala es y seguirá siendo el protagonista de la política nacional, el eje natural de la información. Su esposa gana titulares por su impericia y manejos oscuros y él por sus malas decisiones y sus gestos temperamentales. Lo deseable es que el presidente culmine su mandato constitucional, para que entregue el poder al sucesor elegido, con la mayor estabilidad posible. Pero debe saber que lo hará con la prensa vigilante y fiscalizadora, honrando el derecho a la información, ante lo cual solo le queda el respeto a las libertades y la tolerancia democrática.

miércoles, 8 de julio de 2015


 
ALAN GARCIA:
SEGURIDAD E IGUALDAD.
Para Portal Punto de Encuentro. 09 07 15

La campaña electoral ya está en marcha aunque para la oficial habrá que esperar a las inscripciones de enero y a los calurosos idus de febrero. Los que saben afirman que no se puede dejar nada al azar cuando tenemos un país en plena crisis de credibilidad y confianza. Y cuando el presidente y su esposa no alcanzan a asegurarse políticamente después de julio del 2016 y se debaten entre las denuncias que se renuevan y las investigaciones que avanzan a trompicones. Todo puede suceder pues estamos ante un año final que se inicia con la pérdida del nacionalismo de su control congresal vía una nueva mesa directiva en manos de la oposición.

El elenco estable de la política nacional comienza a actuar y debe hacerlo con mucha prudencia y responsabilidad pensando en un acuerdo implícito por la estabilidad democrática sin la cual ninguna alternancia legítima será posible. Ollanta Humala debe terminar su mandato y entregar el poder como previsto dentro de un año a su sucesor, elegido en una contienda transparente y libre.

Esta transcurrirá con un presidente acosado que pierde poder a pasos agigantados, que ingresa al llamado periodo del “pato cojo” durante el cual mandará cada vez menos -y cogobernará con su inexperta cónyuge cada vez más- por lo cual las oportunidades para los errores políticos estarán a la vuelta de la esquina. La receta de la oposición sin dejar de serlo será ponderación y equilibrio.

En este contexto Alan García seguirá siendo el candidato más temible, a despecho de los porcentajes que hoy le asignan las encuestas. Desgastado como podría estar por las denuncias e investigaciones en su contra nadie duda, sin embargo, de su capacidad, de su oratoria y de su experiencia. Ese 10% de intención de voto que le están dando es mucho mayor que otros puntos de partida a los que se enfrentó con convicción y armas personales y partidarias para llegar al éxito.

En política se disputa la hegemonía del mensaje y de las ideas, se convence, se persuade, la lucha es palmo a palmo en la mente de la gente. No será fácil, la ciudadanía se muestra escarmentada y  temerosa, con desconfianza, hastiada de promesas, afligida por la corrupción y la deshonestidad, sumergida en realidades que los candidatos no abordan adecuadamente para recuperar la ilusión. El discurso político se ha devaluado y la crisis de fe flagela con razón o sin ella a quienes tienen el poder y hacen mal uso de él y a quienes quisieran tenerlo o volver a él como es el caso de AGP.

A García le favorece el oficio y la intuición de político de raza iniciado en su infancia y juventud, conoce el terreno y ha demostrado que sabe adelantarse a contendores y enemigos. Duro de roer, duro de eliminar, duro de vencer. Ni Montesinos con su inmenso poder pudo sacarlo de la cancha a la que retornó después del largo exilio posterior al cinco de abril con un discurso eficaz y hasta poético. La plaza San Martín del 2001 multitudinaria y entusiasta fue y seguirá siendo el símbolo de su retorno. Quince años después podrá enseñorearse en ella si se convierte en la nueva esperanza y enfrenta como debe ser los cuestionamientos morales que lo afectan y se rodea de gente confiable, que ofrezcan aval de honestidad y de lucha contra la corrupción. Difícil pero no imposible

Y sobre todo voluntad de cambio. No habrá victoria electoral sin cambio ético, social, político y económico posible. Con la ley “Pulpín” AGP demostró que puede sintonizar con los jóvenes mientras PPK y Keiko aparecieron desbordados y sin reflejos ante los ímpetus y energía de las calles. La política ha cambiado, las redes y la Internet facilitan conexiones y mensajes para difundir promesas ante una situación nacional que hace agua en temas sociales y de seguridad.

Por eso el lema elegido por Alan García para el 2016 es acertado: seguridad e igualdad. Lo primero no necesita explicación, la inseguridad y los temores nos asaltan literalmente. Pero la igualdad sí requiere precisión de contenidos y de modalidades, para sintonizar con la gente que se indigna, conectar con la que se reclama afectada por las discriminaciones y por esa ofensa permanente que son la pobreza y la corrupción.

Y en la lucha contra la desigualdad podría estar la clave de su éxito, si la desagrega para ubicarse pragmáticamente en el centro, de ser posible escorado a la izquierda democrática y social que el patriarca Armando Villanueva tuvo como estandarte hasta su muerte.

García sabe que en la derecha se agolpan todos sus adversarios ambicionando el abrazo de la CONFIEP. Entiende que su oferta de cambio responsable lo llevó a Palacio por segunda vez cuando tenía todo en contra. Cuenta con la experiencia que le permitirá la hegemonía, poner la agenda política y mediática electoral.

Aunque es difícil ubicarse en el centro como espacio intermedio entre la izquierda y la derecha desde que ambos polos casi se han mimetizado es necesario que ante los nuevos desafíos trate de diferenciarse. Nuestro pueblo es más pragmático que ideológico. Se fija en la ejecutoria y en la experiencia que contrasta con la ineficiencia. AGP tiene miles de obras en su buen segundo gobierno pero no serán suficientes. En tiempos en que la derecha de Estados Unidos nacionaliza bancos, en que la izquierda aprueba ayudas millonarias para salvarlos y que hasta un ex presidente francés como Sarkozy propone "refundar el capitalismo" es imposible ser simplemente conservador o progresista.

Dice bien George Lakoff que los electores toman su decisión basándose "en los valores, en la capacidad de transmitir, la autenticidad y la confianza". Frente a la razón priman las cuestiones simbólicas, morales y emocionales. Y en ello García sigue siendo, además de político temible, intelectual cultivado con mucha experiencia política y de gobierno lo que le permitirá tocar fibras con su lema seguridad e igualdad. Veremos el partido que logra.

 

sábado, 4 de julio de 2015


NO SE GOBIERNA
SOLO CON LA FUERZA
Portal Político.pe
 
Demasiado pocos sostienen al gobierno de Ollanta Humala. Ha perdido la confianza y la credibilidad, se ha deslegitimado cuando todavía le falta más de un año para entregar el poder. Y nadie sabe cuánto más podrá caer. Su desaprobación crece al tiempo que la ciudadanía le exige elecciones limpias y transparentes.

Y no es excusa comparar a Humala con los dos gobernantes anteriores. Toledo estuvo muy bajo pero fue cuando ya terminaba su mandato y la gestión opositora de Antero Flores Araoz en la presidencia del Congreso lo ayudó. Diez por ciento a la baja junto a la desaprobación y desprestigio de su mujer Nadine Heredia, cogobernante ilegal, ha dado lugar a una crisis de gobernabilidad que requiere de un diálogo de fin de fiesta con la oposición que se apresta a tomar el desgastador control del congreso vía una lista unitaria. Y ojalá sean eficaces en este periodo del pato cojo que encuentra a nuestra democracia a contramano, con instituciones frágiles y líderes cuestionados.

Ollanta Humala ya debería haber entendido que no se gobierna solo con la fuerza. Que requiere de ese apoyo que lamentablemente no tiene, el que podría reverdecer si deja de ser ese militar infranqueable y autoritario. La situación económica reclama a gritos cambios y apuntalamiento para recuperar a los inversionistas que desalentados podrían sentarse a esperar al nuevo gobierno sin apuntalar al pato cojo. No nos podemos dar ese lujo. La confianza es el desafío del gobierno y de la oposición. Atrincherarse sin conversar no es una opción. Menos aún continuar con los ataques. La inmadurez ya no tiene espacio y la ciudadanía la rechaza. Que Humala se ponga las pilas y cambie de actitud, que converse con la oposición para avanzar juntos en la difícil etapa que comienza. 

 

 

EL “PATO COJO”

Publicado en Correo el 3 de julio 2015
 
Casi es un hecho que la mesa directiva del Congreso estará a partir del 28 de julio en manos de la oposición. Y también que la exigua aprobación de Ollanta Humala habrá caído hasta orillar la deslegitimación casi absoluta. Entonces ingresaremos a un periodo en que será imposible la disolución del Parlamento y el gobernante habrá llegado en muy malas condiciones a la etapa del "pato cojo", expresión norteamericana que se refiere a los Presidentes que, como Obama, están en la última parte de su mandato y saben que no serán reelegidos. Un “pato cojo” es el que no puede seguir al grupo y cae víctima de los depredadores o alguien que no paga sus deudas. Un síndrome bien conocido signado por la pérdida del poder antes de su entrega formal. 

No parecería ser el caso del gobierno a estar por las iniciativas para las que han obtenido delegación de facultades en economía y en seguridad. La primera padece de franca desaceleración y necesita incentivos para la inversión. La segunda enfrenta una situación límite. Un testigo inadvertido pensaría que les quedan un par de años de gestión pero en sólo un año deberán entregar el poder y antes de ese tiempo tendremos el sucesor. Escenario de por sí espinoso con un militar infranqueable y autoritario que comparte ilegalmente con su esposa el gobierno y demasiados cuestionamientos por opacidad y corrupción. Que es poco amigo del diálogo pero sí de la confrontación que cae muy mal en tiempos de convulsiones propias de toda campaña. Le será muy duro seguir gobernando. Y aquí viene la responsabilidad de la oposición que asumirá el presente griego de conducir el Congreso. Un Parlamento desprestigiado deberá buscar el equilibrio y facilitar el diálogo, precisar la mejor agenda en armonía forzada para que la labor opositora signifique un beneficio y no un agregado al caos. Complicado pues en campaña, la figura del Presidente se disuelve en el tráfago de actividades de los aspirantes y resulta improbable que los políticos se abstraigan para conversar sobre proyectos de ley. Mientras el pato sigue cojeando el país continúa viviendo y espera la mayor responsabilidad política para preservar la estabilidad y el avance. Ardua tarea.