EN EL MEJOR DE LOS MUNDOS
Publicado en Diario 1 el 06 de septiembre del 2014
Ana Jara pasó la investidura
raspando, mejor dicho no la recibió y gracias a una ficción, voto de los
ministros congresistas y voto dirimente de la presidencia del Congreso, pudo
salir sonriente del recinto. Se dieron a sí mismos la confianza y sin más se
decidieron a continuar una trocha llena de dificultades y contradicciones.
La primera ofrecer una reforma
de la salud manteniendo a los médicos en las calles y sin ser atendidos. La
huelga médica que lleva más de 115 días es un demérito clamoroso para este
régimen y para el ya no tan flamante gabinete. Miles de pacientes dejados de
atender, problemas severos de infraestructura y violenta represión policial
para los que protestan. Como diría el poeta nunca la salud fue más mortal, pero
no se oye padre aunque, como siempre los más afectados sean los más pobres. Como
si la salud pública no fuera un servicio esencial, el gobierno sigue adelante
sin escuchar las demandas, haciendo de la sordera de la inefable ministra de
salud una práctica política que vuelve inexpugnable el muro construido para
aislar a los médicos y desgastarlos. Como el avestruz, creen que ignorando las
demandas no existen. Y les hacen el amen todos esos funcionarios que han visto
incrementados sus sueldos hasta el absurdo de que ministras que no han pasado
por la universidad ganen diez veces más que quienes han estudiado más de 12
años una carrera médica. Ministros y viceministros bien pagados voltean a otro
lado cuando profesionales de la salud exigen con toda justicia que se les
escuche y se les atienda.
Otro punto es el sistema
pensionario de las AFPs que requiere una revisión total. No solo la incoherencia
de exigir a trabajadores independientes -que se mantienen con las justas- que ahorren
para una futura pensión cuando en el presente les falta todo. Y además bajo un
sistema rígido y casi monopólico. Especialmente que todos los trabajadores
acepten el absurdo límite temporal de los 110 años para cobrar la pensión
completa. ¿En qué mundo estamos? El
gobierno convencido que en el mejor nos pide que creamos en su precaria
aprobación de la cual es puntal el ministro Daniel Urresti, histriónico,
voluntarista, que piensa derrotar la ‘percepción de inseguridad’ con un show político unipersonal.
Ante la angustia de los ataques y el avance de
la delincuencia la población le da el beneficio de la duda y los medios de
comunicación se regocijan con sus operativos y sus desplantes. Su posición en
las encuestas es engañosa y va mostrando sus límites.
Por último en plena campaña
electoral, a menos de un mes del encuentro con las urnas, el escenario está más
que convulso, incierto y con turbulencias generadas por el propio Jurado Nacional
de Elecciones, llamado a ser el garante de la expresión de la voluntad popular.
La decisión del JEE- Lima, de excluir al favorito en las encuestas, Luis
Castañeda Lossio, por la omisión de una información no relevante que en el
formulario no se solicitó, es un error monumental. Y la demora en la
rectificación hace que -en el poco tiempo que falta- cunda la indecisión y la
incertidumbre hasta alcanzar cumbres de irracionalidad. Lamentable.
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