domingo, 16 de septiembre de 2018


EXITOSA 
EMERGENCIA

En Político.pe el 15 de Septiembre 2018
Estamos acostumbrados a las declaratorias de emergencia y también a que los Servicios de Emergencia de salud pública sean un desastre, tugurizados, verdaderas sucursales del infierno como sucede con la Emergencia del Hospital Eduardo Rebagliati. Necesitamos historias de éxito para recuperar la fe. Historias lamentablemente extrañas cuyos protagonistas sean la buena voluntad, la eficiencia y la capacidad de servicio y de afecto.
En plena crisis política y de confianza, cuándo no sabemos qué creer ni en quién creer, estábamos buscando algo que nos aliente y que demuestre que sí hay peruanos de bien. Que piensan en los demás, que  quieren ayudar a los más necesitados.
Y la encontramos en el Servicio de Emergencia del Hospital  Arzobispo Loayza, que hace cinco meses se apiñaba en un ambiente reducido y tugurizado y que de un momento a otro vio la luz cuando un grupo de altos funcionarios pensó en relanzar una causa que parecía perdida: recuperar el terreno adyacente al Hospital que pertenecía a la antigua Escuela de Enfermeras para ahí levantar un nuevo Tópico.
La extensión de 10 mil metros cuadrados es de un local  donado para la antigua Escuela de Enfermeras de ese centro asistencial. Seguía siendo propiedad de la Beneficencia Pública de Lima presidida con acierto por Martín Bustamante, dentro del ámbito de acción del Municipio de Lima Metropolitana.
La confluencia de buenas voluntades surgió cuando Abel Salinas Rivas fue Ministro de Salud y entre su eficiente equipo asesor figuraba Walter Navarro Murgueytio, médico del Loayza, personalmente comprometido con una solución viable para la Emergencia. Especialmente amigo de Martín Bustamante y de la Directora del Hospital Loayza, la pediatra Victoria Bao, colega de especialidad del Ministro, eficaz mediadora de este anhelo institucional.
Para lograrlo lo más pronto Walter Navarro Murgueytio, persuasivo y persistente, aprovechó el corto periodo ministerial de Salinas y su sensibilidad para solucionar la situación y actuó como facilitador entre las partes, reuniéndolas, conversando con ellas un día sí y otro también hasta superar los escollos técnicos, económicos y de confianza. Así el MINSA pagó -por gestión del ViceMinistro Percy Montes- un primer abono a la Beneficencia que tenía la propiedad del edificio necesario para la ampliación hospitalaria. 
Un día antes de dejar el Ministerio de Salud Abel Salinas adelantó la entrega. El pago total a la Beneficencia había sido dispuesto y en presencia de Walter Navarro, Martín Bustamante y Victoria Bao, el club de amigos artífices de la importante gestión, anunció emocionado que esa emergencia inhabitable y tugurizada quedaba atrás y era posible soñar con un servicio adecuado y eficiente de acuerdo a la dignidad de los pacientes.
El terreno es amplísimo y el proyecto acoge la idea de un nuevo Hospital con adelantos científicos y tecnológicos. Ojalá fuera así. Por ahora en el local expropiado, se implementa poco a poco el Servicio de Emergencia.
Walter Navarro Murgueytio, durante diez años Jefe del Servicio de Cirugía Plástica y Quemados, perseguidor incesante de una Unidad Especializada para los Quemados que llegan al Loayza por su calidad de hospital de referencia nacional, solo ha pedido que de los miles de metros cuadrados -cuya recuperación impulsó- algunos sean dedicados para esa urgente y ansiada Unidad.
Por estos días visitamos la nueva Emergencia. La directora Bao y su equipo han hecho milagros para mudarse y adaptar lo que tienen a los espacios recibidos. Todavía no lo pueden creer pero ahí están los pacientes en cuartos individuales, recibiendo las atenciones que antes no pudieron tener.
Felicitaciones a estos amigos, al ex ministro Abel Salinas, a Martín Bustamante, a Victoria Bao y a Walter Navarro Murgueytio. Reconocimiento a esa voluntad y persistencia a nombre de los tantos pacientes que no conocen esta historia pero de seguro ya la están agradeciendo.

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