POLITICOS
ANTE EL
DESASTRE
Revista Vela Verde del 20 03 17
Al desastre ético-político se sumó el desastre físico
con una naturaleza implacable que afecta más a los que menos tienen. Toca al
gobierno y a la oposición hacer lo
suficiente para que la sensación de marea negra, de desconfianza mezclada con
desconcierto se aleje de la mente de los peruanos que sienten que las siete
plagas nos han llegado y reclaman un liderazgo activo y omnipresente con
sensibilidad y sin palabrería.
¿Podemos esperar que los políticos elegidos se porten
a la altura? Demasiados desafíos se superponen. A la corrupción no se le
responde con fintas y menos con silencio. La delincuencia que se adueña de las
calles no cede ante discursos. La impunidad se mantiene si no hay voluntad real
de castigar a todos los culpables. La economía se descontrola cuando la
estabilidad política o jurídica tambalea. La naturaleza en furia no admite
dilaciones.
Todo para gustar. Toca a los políticos elegidos hace
pocos meses dejar sus Palacios, de gobierno o legislativo, para responder como
demanda la gente. Conversar, negociar, acordar.
Y en ese diálogo indispensable debe participar Keiko
Fujimori como la lideresa de la oposición omnipotente en el Parlamento. Olvidar
la campaña y la derrota electoral. Si no lo hace la gente lo exigirá. Sus
críticas a la inacción solo se justifican con la acción. Y para PPK le
corresponde comenzar a gobernar en serio. Su buen humor tiene sus momentos que
no son todos. Medio país está sufriendo los desastres naturales que van para
más. Cómo apostar por el gran gasto para los Panamericanos cuando miles no
tienen que comer ni donde dormir. Solo los niños prefieren los juegos. En otro
momento serían un avance hacia el desarrollo pero ahora otras urgencias demandan
recursos económicos y humanos. No tenemos tantos para duplicarlos.
Los políticos deben hacer política en el mejor sentido
para descartar la impresión de que las denuncias de corrupción los han
paralizado al punto que no atan ni desatan. Y los más desafiados son los
gobiernos locales y regionales.
Bien que el Congreso haya postergado la interpelación
a Martín Vizcarra primer vicepresidente. Y deberían dejarla de lado por la
continuidad constitucional que debería funcionar en caso de turbulencia
excesiva que pudiera sacar a PPK del mando. Que el presidente nombre otro
ministro de transportes que explique lo que haya que explicar. Y quienes pescan
a río revuelto y vislumbran ya un gobierno transitorio para un adelanto de elecciones
tendrán que esperar.
La naturaleza en furia ha atenuado los corrillos llenos
de preguntas, temores y truculencias. No está descartada la amenaza del vacío
de poder. Y los vacíos pueden llenarse de cualquier manera. Sin
institucionalidad ni constitucionalidad. Peor aún, sin que nadie asegure el
vínculo entre elecciones y calidad democrática. Las alarmas suenan pero solo
escuchan los menos. Ante el desastre deben imponerse, negociación y eficiencia,
emergencia y reconstrucción. Un desafío nada fácil.
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