sábado, 28 de enero de 2017



OMNIPOTENCIA 
EN ACCION


Mi columna HOJA DE TIEMPO enCorreo el 28 01 17

Días oscuros. El escándalo crece y la indignación más. La megacorrupción evidencia la debilidad moral de políticos al más alto nivel, funcionarios públicos, empresarios y hasta periodistas.

Cada día descubrimos más de los sobornos pagados para ganar licitaciones y comprar voluntades que permitieron las adendas que consagraron los sobrecostos que generaron pérdidas para el estado por más de 200 millones de dólares. Esta cadena tóxica benefició a Odebrecht que ha reconocido su conducta como “tendenciosa e inaceptable” y ha pedido “profundas disculpas a la sociedad” lo que no es óbice para que ratifique “su firme determinación en buscar alternativas para que los proyectos en marcha sigan adelante”.

La todopoderosa empresa quiere quedarse a pesar de que el presidente PPK ya dijo que el juego se acabó y que se van. Y quiere seguir sin que la embarguen ni pierda el control de decidir a quiénes involucran. Parte del juego es el contrato firmado con el Ministerio Público para que Odebrecht pague como adelanto de lo que debe al Estado la irrisoria suma de treinta millones de soles. Menos de 15 millones de dólares a pesar que el daño está calculado como mínimo en diez veces más. La investigación con riesgosa lentitud ha comenzado por los peces chicos.

Pablo Sánchez no pudo informar al Congreso del contenido de ese acuerdo que PPK ha calificado de vergüenza. ¿Qué se oculta tras ese pacto que el Fiscal de la Nación no quiere, no puede o no sabe explicar? La empresa que ponía y sacaba presidentes logró un acuerdo que podemos presumir la favorece. Y se permite presionar al gobierno que si los obligan a dejar el Perú no podrán pagar ni hablar y se confirmará la protección que algunos buscan para los peces gordos. Inaceptable chantaje que PPK deberá rechazar con la mayor energía.   

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