LOS 70 AÑOS
En Político,pe el 12.11.16
El
Perú no puede darse el lujo de privarse de la participación de sus mejores docentes, de quienes a los 70
años o más, son doctores en la ciencia y en la vida, que han publicado libros y
tienen vasta experiencia. Pero la ley universitaria 30220, los desecha para la
universidad pública no para las privadas.
Estos
docentes nombrados siguen cumpliendo
con sus actividades académicas pero ya no tienen todos sus derechos. No pueden
ser candidatos ni tampoco autoridades, son demasiado viejos, su sabiduría no
sirve, la acumulación de su experiencia tampoco, menos aún sus estudios y
títulos. La lápida está puesta por el art 83 de la Ley Universitaria y esta
discriminación viola el art 2 de la Constitución, que dispone el derecho a la
igualdad de todos los ciudadanos.
La misma Ley Universitaria 30220, en su art 88,
establece como un derecho del docente ordinario elegir y ser elegidos en las
instancias de la dirección institucional. Pero los de 70 años no han
cesado y están en el limbo porque no hay un reglamento para aplicar ese
artículo 84 y esa omisión ha sembrado el desorden y la incertidumbre en todas
las universidades públicas.
Cada universidad busca enfrentar el tema de la mejor
forma. San Marcos tiene un cronograma por
el cual el próximo 2017 deberán cesar los docentes de 80 años, el siguiente año
los de 75 y posteriormente los de 70. Mientras tanto la condición de docentes
ordinarios está indemne y si no han cesado, deberían tener vigentes todos sus
derechos. Otros estatutos han establecido que el cese por edad sería solo para
los que ingresen con posterioridad a la promulgación de la norma por el
principio de irretroactividad, derogación y abuso del derecho. La Ley sólo es retroactiva cuando favorece al
trabajador y no es el caso.
En las ya próximas elecciones de la Universidad
Federico Villarreal los docentes de 70 o más años podrán votar pero no ser
autoridades. No sirve la calidad ni la experiencia. Suena irónico cuando el Ministro
de Educación dice que la prioridad es la inversión en los maestros. Y más aún
cuando el Perú tiene un presidente elegido a los 77 años y que culminará su periodo siendo octogenario y con
todos sus derechos, como debe ser.
Toca
al Congreso rectificar. Eliminar ese artículo 84 o reglamentarlo con arreglo a
los derechos y garantías fundamentales. Les corresponde impedir que la Ley
Universitaria, que debe ser perfeccionada, siga colisionando con el principio
de la igualdad, la libertad de cátedra, el derecho al trabajo y la autonomía universitaria.
La Comisión de Educación tiene la palabra para que los claustros de la
universidad pública recuperen la tranquilidad que nunca debieron perder.
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