LA BUENA VOLUNTAD
NO
HACE MILAGROS
En político.pe el 19 11 16
PPK dio un mensaje a la nación antes de comenzar a
actuar como un honroso anfitrión de los líderes del mundo en un país que los
recibe con los brazos abiertos, en feriados forzosos. Aprovechó para decir que recibe
las críticas a su gobierno con gratitud. Aseguró que actúa con rectitud, algo
que no está en cuestión, felizmente.
Su mensaje lo acerca a sus electores en una buena
coyuntura, una semana en la que circulará entre los grandes del planeta. Pero
no basta la gratitud y menos la soltura. Tampoco la buena voluntad cuando hay
demasiados y tempranos problemas para un gobierno con tan poco recorrido. Las
críticas son de fondo. Preocupa la unidad y calidad de su bancada, también que
su partido sea tan “calichín” que no pueda sostener un gobierno idóneo para un
país tan complejo y exigente. Que sus tecnócratas en puestos claves no sepan
hacer política como los operadores indispensables que deben ser.
Hilar fino, hacer política de la mejor y contar con
voceros y operadores que atiendan al desafío son las respuestas que se esperan.
Sus tecnócratas deben conocer el rumbo marcado por PPK el 28 de julio, por una
revolución social en marcha, pero el ciudadano no la percibe y menos a la
velocidad que pretende el presidente.
La política se alimenta de percepciones y así se
construye la legitimidad y la confianza. Lo sucedido con Carlos Moreno lo
afectó en su línea de flotación en los primeros cien días. Su escasez de partido
de gobierno y de cuadros importantes lo ha llevado a mantener varios heredados del
humalismo, restos de un “legado” más cuestionable cada día. El fujimorismo denuncia
con voz fuerte (y algo de razón) la “nefasta continuidad”.
PPK, más allá de su simpatía y buena onda, deberá
afrontar, pasado el estrellato de la APEC, los varios problemas de fondo que no
se resuelven renovando campañas propagandísticas sino exhibiendo resultados que
la gente aprecie como un real cambio. En especial sobre la seguridad ciudadana,
para la cual no es suficiente que se incremente “el número de capturas de
delincuentes peligrosos” y contra la corrupción que sigue rampante.
Terminada la
APEC reencontrará la gobernabilidad amenazada, el agravamiento de los
conflictos sociales alrededor de la minería, una bancada desconcertada que
debería ser el eje del apoyo parlamentario al gobierno y no lo es, la evaluación
honesta de cuadros y nombramientos, más un largo etc. Todo ello ad portas de
las fiestas del fin del año.
Que le sea
leve. Quienes, como Carlos Bruce, pretenden tenerla clara, pueden resultar un
peligro. Las encuestas muestran una realidad que debe
verse de frente. Si bien no tienen la varita mágica para solucionar todo en un
momento, sí están obligados a mostrar su liderazgo para seguir convenciendo.
Que la esperanza no se diluya. Por lo menos no tan pronto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario